Graban el espectacular ataque de un Linfocito T a una célula cancerosa

Cuando caminas, cuando comes, cuando duermes, en realidad, a todas horas. Incluso en el momento más pausado del día, en ese instante en el que estás totalmente relajado y todo parece estar tranquilo, en tu interior se está desarrollando una batalla campal en la que asesinos natos se destruyen en una guerra de la que depende tu salud.

Por suerte, en tus filas cuentas con soldados bien entrenados, muchos de ellos nacidos para matar, aniquilar y destruir sin contemplaciones casi cualquier amenaza que se te presente.

Entre este batallón defensivo se encuentran los Linfocitos T, uno de los múltiples tipos de glóbulos blancos que tiene nuestro sistema inmunitario y que nos protege de agentes agresivos y peligrosos. Son una de nuestras más valiosas armas y se comportan sin piedad atacando cualquier amenaza.

Esta semana, y gracias a la grabación mediante microscopía láser, hemos sido testigos de un espectacular vídeo en el que podemos ver a uno de estos guardianes de nuestra integridad, atacar y destruir sin miramientos una célula cancerosa.

Las imágenes las ha captado un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge y muestran a un leucocito T (la célula verde del vídeo) en plena batalla contra una célula peligrosa (en azul). Para ver el proceso con más detalle han acelerado el vídeo unas 92 veces.

Como ven, la precisión y contundencia del linfocito es asombrosa. Detecta la presencia de la célula cancerosa y se pone manos a la obra aniquilándola sin afectar a ninguna de las otras células sanas que se encuentran a su alrededor.

Esa eficacia de nuestras propias células podría ser la clave para los próximos tratamientos oncológicos de nueva generación. Muchas de las nuevas terapias que hoy en día se están investigando en la lucha contra el cáncer se basan en conseguir conocer con detalle cómo funcionan nuestras propias células defensivas para poder activarlas, utilizarlas o mejorarlas.

El futuro de la lucha contra el cáncer podría estar en nuestro interior, utilizando y potenciando las defensas que poseemos en nuestro propio beneficio.