Cómo llegar a las estrellas con naves sin motor

El HTV-2, uno de los proyectos ideados por DARPA (AP)
El HTV-2, uno de los proyectos ideados por DARPA (AP)

Recientemente, la agencia militar estadounidenseDARPA, encargada del desarrollo de nuevas tecnologías, organizó en Orlando (Florida, EE.UU.) unsimposio sobre el estudio de naves interestelares de aquí a 100 años. Los asistentes a la reunión, que tuvo lugar del 30 de septiembre al 2 de octubre en el centro de convenciones del Hotel Hilton, eran una amalgama de científicos, ingenieros, escritores de ciencia ficción, estudiantes y amantes del espacio en general.

Durante esos días se estudiaron propuestas para alcanzar otras estrellas con tecnologías ya disponibles y debatieron sobre el desarrollo de nuevas aplicaciones a lo largo de las próximas décadas (es el caso de motores de fusión).

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El físico Joseph Breeden propuso usar naves sin motor. Tal concepto consistiría en buscar un asteroide cuya órbita fuese a pasar muy cerca del sol, de manera que saldría despedido del sistema solar a velocidades próximas a una décima parte de la de la luz. La misión tendría como objetivo unir gravitatoriamente a dicho asteroide una nave robótica en la que, tal vez, pudieran viajar embriones humanos que tuvieran la posibilidad de crecer y prosperar en las extrañas atmósferas de otros mundos.

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Los organizadores recordaron que la agencia DARPA se creó hace 50 años como respuesta al lanzamiento del Sputnik soviético. Otros asistentes soñaban con recuperar el proyecto británico de nave activada por motores nucleares Daedalus, para aplicarle las mejoras que a lo largo de 3 décadas se han producido.

En este sentido, sorprendió la comparación que el presidente de la organización de voluntarios Icarus Interestellar, Richard Obousy, propuso para entender el estado tan atrasado de nuestra tecnología a la hora de abordar las enormes distancias interestelares. "Si la Tierra estuviera en Orlando, Florida, y la estrella más próxima a nosotros (Alpha Centauri, a 4 años luz) estuviera en Los Ángeles, las dos sondas Voyager de la NASA (los objetos hechos por el hombre a mayor distancia de la Tierra) se habrían movido en proporción solo una milla".

Desde el alba del hombre hasta la actualidad hemos dado un salto tremendo de cuatro órdenes de magnitud en velocidad (de 4 km/h del paseo a pie al retorno de los astronautas desde la luna a 41.800 km/h). Para poder soñar con viajar a otras estrellas, necesitamos otro salto de idéntica magnitud.

"Nuestros pesados cohetes actuales son el equivalente a los grandes coches americanos de principios de S.XX que tragaban gasolina sin sentido", comentaba otro científico. La esperanza podría venir de naves nucleares. Como comentó el científico de la NASA, Geoffrey Landis, "el espacio es un sitio genial para el uso de naves nucleares, ya que el espacio abierto es de por si radioactivo".

También se habló de velas solares, motores iónicos e incluso de la gran esperanza a medio plazo, los motores de fusión. Pese a que nunca se ha fabricado un motor así, podría ser cuestión de décadas y no de siglos. Algunas de las charlas versaron a su vez sobre temas filosóficos e incluso teológicos. Una de ellas se titulaba "¿Murió Jesús también por los klingons?"

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Después de haberse gastado más de un millón de dólares en el estudio, DARPA ofreció una beca de 500.000 euros a aquella organización que tome el relevo de la idea. ¿Creéis que de verdad podríamos avanzar tanto en apenas un siglo y llegar a otras estrellas cuando ni siquiera hemos alcanzado Marte?

Leído en New York Times