Tregua en Tailandia: sin barricadas y con rosas en la mano

El escenario en las calles tailandesas ha cambiado radicalmente en apenas 24 horas. De los gases lacrimógenos, los cañones de agua y las pelotas de goma se ha pasado a las flores, los cantos y la retirada de barricadas.

Una inesperada victoria de los opositores sobre la primera ministra Yingluck Shinawatra, que ha decretado una tregua y ha permitido que estos campen a sus anchas por las sedes gubernamentales para parar unos enfrentamientos que ya se extienden varios días en el tiempo, dejando 5 muertos y cientos de heridos.

Las hostilidades en Tailandia han sido habituales desde el golpe militar en 2006 que derrocó al entonces primer ministro, Thaksin Shinawatra, hermano de Yingluck. Thaksin, que contaba con un gran apoyo entre las clases más humildes de las zonas rurales, se enfrentó al rey tailandés y redujo privilegios a los ricos. Una decisión que a la postre le valió la enemistad de los más poderosos y provocó su derrocamiento.

A pesar de estar en el exilio en Dubái para evitar la pena de cárcel que pende sobre él, los opositores denuncian que es Thaksin quien controla verdaderamente el país a través de su hermana, que llegó al poder en 2011 tras ganar las elecciones. Sin embargo, en los 2 años de gobierno, la primera ministra no había tenido unas protestas tan encendidas contra su figura como en esta ocasión, en la que la violencia se ha apoderado rápidamente de las calles tailandesas y en la que su dimisión es la principal (y casi única) exigencia.

Tras varios días de enfrentamientos, Yingluck decidió dar un paso atrás y retirar las barricadas y alambres de púas que rodeaban la sede del Gobierno, permitiendo de esta manera que los manifestantes pudiesen entrar y salir libremente. Además, los agentes, que tienen la orden de no intervenir, sujetaban rosas, entonaban canciones y posaban para las cámaras con una sonrisa. Una imagen muy diferente a la de unas horas antes cuando los gases lacrimógenos o los cañones de agua eran la respuesta al lanzamiento de piedras, explosivos caseros o botellas.

A pesar del cambio de rumbo de la primera ministra, los opositores no se fían y siguen exigiendo su dimisión como única manera de salir de esta crisis. Creen que se trata de una acto de maquillaje del Gobierno para evitar las acusaciones de represión. Los actos de sabotaje se paralizarán el jueves por el cumpleaños del monarca, una figura venerada en Tailandia, y se reanudarán el viernes.

En Ucrania se está viviendo estos días una situación similar, con los manifestantes en la calle intentando derribar el gobierno de Yanukovich. Una oleada de protestas sociales que ha tenido en los últimos años una gran repercusión en países como Egipto, Túnez o Yemen con la Primavera Árabe o en España y Estados Unidos con poderosos movimientos como el 15-M o Occupy Wall Street que han puesto en jaque a los gobernantes.

Fuente: Yahoo! España
Tregua en Tailandia sin barricadas y con rosas en la mano