Someten a cirugía a ladrón que se tragó dos collares


Hay delitos cuya evidencia es difícil de encontrar, al estar profundamente escondida. Pero el caso de Joseph Bravo Ramos es curioso y extremo, y mezcla el delito con una condición médica.

Joseph Ramos, vecino de Clearwater, Florida, fue arrestado el pasado 11 de diciembre cuando conducía un auto robado durante el atraco a una casa. Ramos, de 21 años, fue llevado a la cárcel pero inicialmente la única conexión con el robo que se le halló fue el auto que conducía. Otras fuentes indican que la detención tuvo inicialmente que ver con la manera caótica con la que manejaba, y que luego el auto fue identificado como robado.

Se le fincaron cargos por ello y, ya en la cárcel, se le ordenó someterse a una prueba de rayos X conocida como SecurPass X-Ray.

Este sistema es de apariencia similar a los arcos detectores ubicados en los aeropuertos. Emite una dosis baja de rayos X que permite identificar diversos tipos de sustancias y objetos, entre ellos metales, armas, líquidos explosivos, plásticos y drogas, de acuerdo a una empresa que comercializa este tipo de sistemas, la empresa RadPro.

Así, de acuerdo a un boletín del Alguacil del Condado de Pinellas, de Florida, cuando Ramos se sometió a la prueba de ese equipo, instalado en la cárcel de ese Condado en junio de 2013, el sistema detectó una masa oscura en su estómago. Tras examinar la imagen las autoridades determinaron que se trataba de dos collares, que Ramos había ingerido y, así, habían acabado en su estómago.


No está claro cómo lo hizo y qué esperaba Ramos hacer después, pues los collares no eran un objeto que pudiera salir de su organismo simplemente con un purgante. Y en realidad haber tragado esos collares puso en riesgo su salud.

Ramos fue llevado a un hospital donde fue sometido a una cirugía para extraerle los dos collares. Así, además de obtener la evidencia, las autoridades salvaron a Ramos de los graves padecimientos que podría haber sufrido de no haber sido detectados los collares dentro de su aparato digestivo.

Los collares fueron identificados por la persona que habitaba la casa robada como de su propiedad, y a Ramos se le añadieron nuevos cargos de robo y ocultamiento de evidencia. Sigue detenido, recuperándose de la cirugía, es de suponer, y con una fianza de $15,000.

La instalación del sistema de rayos X en la cárcel del Condado de Pinellas costó $215,000, de acuerdo al Alguacil de esa localidad, y en los cerca de 6 meses que lleva en operación ha detectado, además de los collares en el estómago de Ramos, armas de fuego, cuchillos, drogas, billetes falsos y llaves de esposas que detenidos traían ocultas y pretendían introducir en la cárcel.