Los cienciólogos me tuvieron prisionera en un crucero 12 años

Tras años de trabajar por y para la polémicaIglesia de la Cienciología, Valeska Paris ha decidido confesarlo todo. Los años que ha pasado entregada en cuerpo y alma a esta creencia religiosa minoritaria han sido miserables. Ella misma ha dicho que estuvo atrapada trabajando en la sala de máquinas de un crucero de lujo durante 12 años, el mismo que usan los mandamases de la Iglesia como si fuera una catedral. Como su fe no había alcanzado el nivel suficiente (los adeptos a la Cienciología progresan según el tiempo y dinero que inviertan en la Iglesia), ella no podía participar en los lujos de la que consideran una catedral flotante. De hecho, no podía ni salir del barco sin una escolta.

Paris se ha sincerado en una entrevista con la cadena de televisión ABC: el líder de Cienciología, David Miscavige, la mandó al barco para que su familia, que empezaba a tener dudas sobre la Iglesia, no se fuera. "Me dijeron que mi madre había atacado a la Iglesia y que tenía que desconectarme de ella porque me iba a hacer infeliz", cuenta. "Decidió que fuera al barco, aunque no me lo dijo hasta dos horas antes de que mi avión saliera. Me dijeron que sólo sería cosa de un par de semanas". No fue así. Fueron 12 años trabajando en la sala de máquinas.

"Hacía calor, muchísimo ruido, olía mal y era muy desagradable. La primera vez que bajé estuve casi 48 horas sin dormir y tuve que trabajar sola. No quería estar allí. Lo dejé bien claro, pero me dijeron que eso no era ético, que no estaba bien que quisiera irme. Cogieron mi pasaporte, pero de todas formas el barco paraba en islas perdidas y de ahí es difícil escapar. Yo tenía 18 años y llevaba toda mi vida metida en la Cienciología, así que no sabía cómo escapar".

Efectivamente, la suiza Paris nació ya en el seno de la Cienciología. A los seis años fue llevada a la sede del Reino Unido en East Grinstead, donde convivió con otras juventudes. A los 14, se unió a la Organización Marítima, un grupo de élite dentro de la Iglesia. Tuvo que firmar un acuerdo que la vinculaba con ellos durante mil millones de años (no consta si era renovable después de aquello), aunque tuviera que rechazar a su familia para ello.

Lo de la familia fue una buena cláusula. Su madre llevaba ya tiempo dudando de la buena fe de los sacerdotes cienciólogos, e incluso había denunciado sus costumbres en la televsión francesa. Su ex marido, un millonario llamado Albert Jaquier, se había suicidado porque la Iglesia le había "chupado" toda su fortuna. Tan importante era el caso que el mismo Miscavige -algo así como el Papa en esta religión- intervino, mandándola al barco. Para Paris debía ser un honor conocer a ese hombre, pero resultó ser una decepción. "No es justo que alguien que dirige una iglesia se esté aprovechando de sus fieles y se esconda detrás de la religión para vivir como un rey y abusar de la gente a su alrededor. A ese hombre no le cae bien nadie. Es un psicópata".

Entrevista de ABC Lateline con Valeska Paris (en Inglés)

Fuente: ABC News