La carretera de Londres que visitan los turistas

Los británicos nunca dejarán de sorprendernos. En esta ocasión, la M25, una de las carreteras más cutres del país, se está convirtiendo en punto de interés turístico. Tal es la locura que hasta hay tours en autobús para disfrutar de sus anécdotas y lugares emblemáticos. ¿Qué será lo próximo?

Surrealismo y polución

La carretera en cuestión, que mide 188 kilómetros, traza una órbita alrededor de Londres. "Aquí la contaminación es tan alta que cualquier día tendremos que ofrecer máscaras de oxígeno", comenta el guía de la excursión, entre bromas. El recorrido es surrealista. Primero incluye un viejo asilo mental, después visitas la polémica Terminal 5 del aeropuerto de Heatrow y por último tienes la oportunidad de ver a un suricata, ese simpático mamífero que contra todo pronóstico pasea despreocupado cerca de la calzada.

Basura y accidentes

Periódicos tan rigurosos como The Guardian han dado cobertura a la noticia. El periodista que enviaron a hacer un reportaje contó más de 100 bolsas de plástico atrapadas en árboles. Tampoco es extraño cruzarse con algún accidente. Y si tienes ganas de ir al servicio, no se te ocurra utilizar los urinarios públicos de la carretera ya podrías coger un cáncer de próstata, según las advertencias. Parece que la muerte vive por aquí cerca.

Horas atrapados

Todos los carteles de la M25 van acompañados de un misterioso número del que pocos conocen el significado. Al parecer se trata de la distancia en millas que te separa del servicio de urgencias más cercano. Por otra parte, la carretera contiene el estacionamiento más grande del Reino Unido, donde tuvo que acudir la Cruz Roja en 2010 para ofrecer té y mantas a los conductores que durante 17 horas se quedaron atrapados.

Apoyo político

La autopista fue inaugurada por Margareth Thatcher en 1986 y representa la apuesta por el transporte privado en detrimento del público. Luego Tony Blair ensanchó la calzada para permitir más tráfico. Queda claro que el hecho de que los británicos la valoren como una de las carreteras más feas del país, no ha impedido ni a laboristas ni a conservadores apostar por este monumento al mal rollo automovilístico.