Hija organiza una boda sin novio para bailar con su padre moribundo

Rachel Wolf se negó a que su padre se perdiera uno de los grandes momentos de su vida futura: su boda y, sobre todo, el tradicional baile de papá e hija durante la fiesta nupcial.

El problema es que Rachel Wolf no tiene aún un prometido con quien casarse y, lo más grave, su padre James Wolf sufre un cáncer pancreático terminal, está desahuciado y podría morir en pocos meses. La posibilidad de que él asistiera a la boda de su hija y bailara con ella parecía imposible para la familia Wolf. Iban a perderse ese momento.

Pero Rachel no permitió que la tristeza o el desaliento la vencieran e ideó la forma de evitar que el cáncer de su padre les gane esa partida.

Así que la joven, de 25 años, decidió organizar una fiesta, idéntica a la de una boda, aunque sin novio, para que su padre pudiera asistir a ella y así compartir juntos un momento inolvidable. La familia es vecina de Auburn, California, donde tuvo lugar la celebración. La idea podría parecer descabellada, pero para Rachel todo estaba muy claro: nada, ni el cáncer, impediría que ella bailara con su padre en la fiesta de su boda, sin importar que ésta tenga lugar en el presente o en el futuro.

Todo se planeó cuidadosamente. Una invitación impresa, un vestido de novia blanco y con largo velo para ella, un elegante traje tuxedo para el papá, una limusina para la llegada de la novia, un jardín adornado para la ocasión lleno de invitados, un fotógrafo para registrar el momento.

La familia, amigos, médicos y pacientes de James Wolf, que es también médico, asistieron al gran evento, que estuvo lleno de sentimientos encontrados: triste por el hecho mismo de que se trata de un generoso acto forzado por la enfermedad letal que pronto podría arrebatarles a James, pero alegre y sentimental porque padre e hija compartieron una experiencia que quedará grabada para siempre en su memoria.

En el momento cúspide, padre e hija se abrazaron para bailar mientras la canción ‘Cinderella’ de Steven Curtis Chapman sonaba en el lugar. La elección musical estaba cargada de significado, pues la letra de esta ‘Cinderella’ habla de un padre que baila con su hija en preparación del futuro baile con el príncipe, mientras se promete a sí mismo no perderse ningún momento con ella mientras estén juntos.

Además, Rachel hizo una grabación en video de la ceremonia y del momento clave del baile para que, cuando en el futuro la joven se case efectivamente, esa danza de padre e hija esté también presente en la ceremonia mediante el testimonio del video.

Para Rachel y James el evento fue la realización de un sueño y, aunque en varios momentos no pudieron controlar el llanto, también irradiaban una melancólica alegría.