Heroísmo y amor familiar en la tragedia de Oklahoma
Una imagen de un dramatismo extraordinario ha recorrido el mundo. Es una fotografía que da testimonio de los sucesos en Moore, Oklahoma, una pequeña comunidad arrasada el pasado lunes 22 de mayo por un monstruoso tornado categoría 5 que devoró escuelas, casas, edificios públicos y se llevó las vidas de al menos 24 personas.
Pero la fotografía de la familia Cobb, sobreviviente entre las ruinas de la escuela primaria Briarwood, da cuenta no sólo de la tragedia y el dolor que el tornado arrojó violentamente en Moore, sino también de la fortaleza, solidaridad, esperanza y el inmenso valor del amor familiar: un padre consuela a su hija en sus brazos mientras, unos pasos atrás, la madre, con la cara cubierta de sangre, lleva de la mano a otra pequeña. Todos ellos a salvo, pero con la escuela Briarwood destruída al fondo y otros niños consternados cerca de las ruinas.
La icónica imagen, publicada originalmente por el periódico ‘The Oklahoman’ y divulgada por la agencia AP, es una entre tantas historias conmovedoras sobre el tornado de Oklahoma.
En una entrevista concedida a la periodista Diane Sawyer de ABC News, la familia Cobb contó directamente su tremenda experiencia.
LaDonna Cobb, la madre de familia que aún tiene en el rostro fuertes moretones por las heridas que sufrió durante el desastre, relató cómo en el momento crítico del azote del tornado ella se encontraba dentro de la escuela, en un salón de clases, cubriendo con su cuerpo a varios pequeños niños cuando el techo del edificio voló. Sintió entonces que el poderoso viento parecía succionarla pero sabiendo que si ella era llevada por los aires también lo serían los chiquitos que protegía se aferró como pudo con todas sus fuerzas al suelo hasta que fue golpeada por un objeto y perdió el conocimiento.
Según reportes, afortunadamente en la escuela Briarwood no se registraron fallecimientos. En cambio, en la cercana escuela primaria Plaza Towers la tormenta cobró la vida de siete niños. El esfuerzo titánico de LaDonna Cobb salvó de esa suerte a varios pequeños en la escuela Briarwood.
Jordan Cobb, la hija de LaDonna, contó que sintió que el tornado duró una hora, que fue algo enloquecido y que simplemente no puede creer cómo lograron sobrevivir. Según autoridades del Servicio Nacional de Meteorología, el azote del tornado de milla y media de ancho habría durado unos 40 minutos con vientos de210 millas por hora.
Jordan también relató que el momento más terrible para ella fue cuando trataba de quitar sin éxito los ladrillos que habían caído sobre su pierna, que le dolía considerablemente, mientras gritaba pidiendo ayuda sin que, inicialmente, nadie pudiera escucharla por el ensordecedor ruido que había en ese momento.
Steve, el padre de la familia Cobb, contó que en el momento crítico él trató de proteger y consolar a su hija pero que habría querido partirse en dos para ayudar también a otros desesperados alumnos de Briarwood que, asustados y sin sus padres, deambulaban por la escena del desastre.
Según testimonios, eso fue justamente lo que LaDonna y Steve hicieron: permanecieron en la escuela ayudando y confortando a otros niños hasta que sus padres pudieron acudir al lugar.
El amor familiar afortunadamente prevaleció en este crítico momento y el heroísmo de los Cobb preservó las vidas y reconfortó los corazones de muchas personas. Queda la foto como testimonio de ese extraordinario momento.
-Jesús Del Toro es director del periódico RUMBO de Houston. @JesusDelToro