Fatemah Golmakani, una madre que vende su patrimonio para ayudar a los asesinos de su hijo

La habitación de Milad ha seguido intacta tras su muerte hace más de un año. Su madre, Fatemah Golmakani, afirma no tener fuerzas para hacer cambios. Milad, de 22 años, fue asesinado el pasado abril cuando volvía a casa después de jugar al fútbol en una cancha pública de West Hampstead (Londres, Inglaterra). De repente, un taxi se detuvo a su lado y de él salieron cuatro chavales con sudaderas negras que se taparon la cara con las capuchas. Le rodearon y le apuñalaron 14 veces en el cuello, espalda y glúteos. También apuñalaron a otro joven, que salió con vida. Milad, no.

Desde entonces, Fatemah no puede tocar el cuarto de su hijo. Lo que sí puede hacer es algo extremadamente inusual en sus circunstancias: perdonar a los asesinos de su hijo. "Quiero abrazarlos y besarles y decirles que alguien les quiere", afirma ahora, justo después de que los cuatro hayan sido condenados a pasar entre 19 y 22 años en la cárcel. "Es la única forma que tengo de llevar la tragedia: hacer las paces con lo que ha ocurrido a través del perdón", añade. De hecho, ha montado una organización caritativa en nombre de su hijo, cuyos fondos provendrán de la venta de los bienes de su familia para así llevarse a los asesinos de su hijo de viaje a Europa, "a que coman bien, lleven ropa bonita y vean de qué va la vida en realidad".

"Cuando estos jóvenes mataron a mi hijo, no se dieron cuenta de que estaban enterrando sus esperanzas y sus sueños en la tumba de Milad. Se quedaron sin nada cuando lo mataron. Si hubieran estado trabajando, su mente y su cuerpo estarían demasiado fatigados como para cometer un crimen tan grande. Así que esta caridad será mi regalo para ellos: quiero ayudarles a encontrar trabajo, les quiero hacer la cena, les quiero querer como sus madres deberían haberlos querido. Y entonces quizá vuelvan a casa y le enseñen a sus padres lo que deberían haber hecho con ellos hace muchos años".

Fatemah no ha cambiado de opinión ni siquiera ahora que el juicio ha revelado nuevos detalles sobre la muerte de su hijo: los asesinos se llaman Sean Hutton, Sean Ferdinand, Mohahmed Hassi (todos tienen 19 años) y Lij McSween (de 17) y se dirigieron a aquella cancha de West Hampstead, portando dos puñales cada uno, únicamente para matar a Milad como parte de un ajuste de cuenta entre bandas rivales. Después, se fueron a una barbacoa organizada por la iglesia de su pueblo en Kent.

En los tres minutos que les llevó matar a Milad también agredieron a su amigo Zain Salahuddin, que se tropezó al intentar huir de los puñales. Recibió la herida en el hombro, pero logró escapar y esconderse en el sótano de una tienda de vinos del barrio.


Fuente: Yahoo! España
Fatemah Golmakani, una madre que vende su patrimonio para ayudar a los asesinos de su hijo

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