El hombre que dedicó el 2012 a hacer lo que nunca había hecho antes

Richard Roberts tuvo el impulso de besar a su nueva esposa, Sian, la nochevieja de 2011. Un año después se puede decir que ese beso cambiaría irremediablemente el entonces entrante, 2012, para este inglés de 31 años. "Me di cuenta de que nunca antes en mi vida había recibido ningún año besando a una esposa. En mi ebria emoción, avisé a mis amigos de que esto era algo que iba a mantener durante todo 2012: probar algo nuevo todos los días", escribiría un poco más tarde en el resultado de su proyecto: un blog en el que ha ido documentando las 365 subsiguientes hazañas y el cual le ha permitido recaudar, gracias a la buena voluntad de sus lectores, poco menos que 2.500 euros.

Richard, un ingeniero, empezó haciendo cosas pequeñas como presentarse a sus vecinos o realizar un concurso de cambio de pañales con el bebé de un amigo. Pero al poco, sus ambiciones crecieron y empezaron a fluctuar entre lo mundano y lo sublime: dejar que una tarántula le paseara por la cara, beber leche de armadillo, rescatar un cerdo fugado de una granja escuela, pasar un día cuidando las aves de presa de una organización benéfica que lucha por la preservación de los halcones en Inglaterra o lanzar flechas con un arco. En una de sus iniciativas más sonadas, decidió comerse una barrita de chocolate que había rebozado y pasado por la freidora. "Me tuve que duchar al terminarla", escribió aquel día. "Y aun así me sentí sucio. Cada bocado me quitó un año de vida".

De los cientos de pequeñas novedades realizadas por Roberts, quizá la que más repercusión tuvo fue cuando se topó, junto con Sian, con el legendario periodista televisivo Jon Snow en el tren. "Acababa de pasar una tarde con el príncipe Guillermo y Kate Middleton en un acto benéfico. Supongo que Sian y yo fuimos un poco una decepción después de aquello", contó. Para entonces ya tenía miles de seguidores y la cuenta en la que ingresaba las donaciones se iba engrosando.

Estas donaciones, como el blog, terminaron teniendo un importante significado escapista para Richard y Sian: su mujer se había quedado encinta en 2012, pero sufrió un embarazado ectópico que casi acaba con su vida. "Para cuando llegamos al hospital, había perdido tanta sangre que me dijeron que su muerte era cuestión de horas. Daría cualquier cosa por borrar ese día de mi vida. Por desgracia, no es posible", escribió. La operación que salvó la vida de Sian también redujo dramáticamente las posibilidades que tenía la pareja de concebir en el futuro. El dinero resultante de sus aventuras sería, pues, para aliviar una época oscura en sus vidas.

Y luego llegó el 31 de diciembre. El fin de la experiencia y de un año literalmente lleno de novedades. Richard se despidió de sus seguidores con un inesperado apunte: "¡Acabo de convertirme en futuro padre! Hoy me enorgullece anunciar que soy un geniuno, certificado futuro padre. No podría ser más feliz".


Fuente: Yahoo! España
Richard Roberts, el hombre que dedicó 2012 a hacer lo que nunca había hecho antes