El error de Merrill Newman que provocó su detención en Corea del Norte

Por fin está de vuelta en casa tras un viaje de 10 días que terminó convirtiéndose en un infierno de más de un mes. Lejos de su hogar, de su familia y de su país. Merrill Newman, el veterano de la guerra de Corea de 85 años, que permanecía retenido en Corea del Norte sospechoso de espionaje, ha sido liberado y ya descansa en Palo Alto, California, tras disculparse en vídeo por los crímenes que cometió hace más de 50 años. Pero Newman cometió un error que a la postre resultó decisivo: buscar a sus compañeros de batalla y preguntar a las autoridades por los lugares en los que había luchado.

Todo comenzó en octubre cuando decidió viajar al Corea del Norte junto a un vecino para ver los cambios que se habían producido en el país en los últimos años. A pesar de que las autoridades le dieron permiso para realizar un tour de 10 días, las cosas no salieron cómo esperaba y le obligaron a bajarse del avión una vez acabado su viaje, cuando estaba a punto de despegar el vuelo de vuelta a casa. Desde finales de octubre ha estado desaparecido.

Ahora ya liberado, el veterano puede profundizar más en los detalles de su detención y confirma que cometió un error; revelar que quería visitar la región en la que combatió y preguntar si estaban vivos sus compañeros de batalla para poder quedar con ellos.

“Los norcoreanos parecen haber malinterpretado mi curiosidad como algo más siniestro. Está claro que todavía se sienten mucho más enfadados por la guerra de lo que yo me di cuenta. Debería haber sido más sensible con eso”, manifestó Newman.

Su liberación solo fue posible después de que leyese un documento en el que confesaba los crímenes que cometió en la guerra hace más de 50 años. Su declaración, grabada en vídeo y difundida por las autoridades norcoreanas, fue forzada, obligada y después de muchas amenazas, entre las que se incluía una pena de 15 años de cárcel por espionaje.

“Todo el mundo que ha leído el texto o que ha visto el vídeo de mí leyéndolo sabe que las palabras no fueron mías y que no las dije voluntariamente. Los que me conocen saben que yo no podía haber hecho las cosas que ellos me hicieron confesar”, añadió el veterano.

La única forma que tenía de volver a casa era leer el documento aceptando los crímenes, así que eso fue exactamente lo que hizo, poniendo fin a unas angustiosas semanas para su familia en las que no supieron ni qué le había ocurrido, ni dónde estaba. Afortunadamente ya han quedado atrás.


Fuente: Yahoo! España
El error de Merrill Newman que provocó su detención en Corea del Norte