El enorme costo de la congestión del tráfico en el mundo

Los embotellamientos golpean directamente la economía de los hogares urbanos (AP Foto/Petros Giannakouris)
Los embotellamientos golpean directamente la economía de los hogares urbanos (AP Foto/Petros Giannakouris)

Como cuerpos enfermos de una gripe crónica, las grandes ciudades respiran mal. La congestión en el tráfico citadino no solo provoca daños ambientales, sino también gigantescas pérdidas económicas. Estudios recientes auguran un futuro aún más difícil para los conductores, una especie de “Armagedón automovilístico” inevitable si no se reduce la dependencia de los vehículos automotores.

El Apocalipsis sobre ruedas

El tráfico cuesta a cada hogar de Estados Unidos 1.700 dólares anuales. En las próximas dos décadas esa cifra se elevará a 2.300 dólares como promedio. El monto, que podría parecer discreto a algunos, oculta el impacto real de la congestión en las arterias urbanas de ciudades como Los Angeles, California, cuya red vial experimenta los peores atascos de todo el país. Pero la crisis en la movilidad se extenderá más allá de Norteamérica.

Una investigación conjunta de la consultora británica Centre for Economics and Business Research (Cebr) e INRIX, una compañía de análisis de datos, reveló recientemente que el costo de los embotellamientos aumentará en 50 por ciento para 2030 en Europa y Estados Unidos. Para esa fecha las pérdidas por ese motivo se situarán sobre los 293.000 millones de dólares (una suma superior al PIB de Chile, por ejemplo).

Infografía sobre el impacto de los embotellamientos en Europa y Estados Unidos. (Fuente: INRIX)
Infografía sobre el impacto de los embotellamientos en Europa y Estados Unidos. (Fuente: INRIX)

La estadística resulta del cálculo de costos directos –precio del combustible y tiempo de trabajo perdido mientras se espera en la fila de autos—e indirectos –cargos más altos por los vehículos de empresa detenidos en el tráfico, que se transfieren a las cuentas de los hogares.

El creciente efecto negativo de las paralizaciones del tráfico en la economía responde a un aumento en el uso de automóviles. Esa riada de vehículos continuará desbordando la capacidad de las infraestructuras en las grandes regiones metropolitanas, cuyos gobiernos no pueden invertir en mejoras viales al mismo ritmo. Como consecuencia, los viajes se harán más tortuosos y el alargado tiempo de espera agotará la paciencia de millones de conductores.

Tráfico infernal, de Los Angeles a Río de Janeiro

América reúne algunas de las urbes con peores congestionamientos del planeta. A la cabeza de la lista, Los Angeles, donde circulan más de 4,5 millones de automóviles. Según datos de 2012, en esa ciudad estadounidense apenas el 16,5 por ciento de las familias no posee un vehículo motorizado. Esa desmesurada concentración le costará 8.555 dólares anuales a cada hogar angelino para 2030. En comparación, Londres reportará para entonces 6.259 dólares por familia y París 5.525 dólares.

Los angelinos sufren el peor tráfico entre las grandes ciudades estadounidenses (Ernesto Andrade - Flickr)
Los angelinos sufren el peor tráfico entre las grandes ciudades estadounidenses (Ernesto Andrade - Flickr)

Al sur del Río Grande las cosas tampoco marchan mejor. El costo del tráfico en la ciudad de México D.F. supera los 9.000 millones de dólares anuales, de acuerdo con el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo. Mientras, en dos de las grandes urbes brasileñas, Sao Paulo y Río de Janeiro, la congestión dejó en 2013 pérdidas por un valor de 28.000 millones de dólares y 12.000 millones de dólares, respectivamente. En el extremo norte del continente, Toronto reporta perjuicios económicos anuales en torno a los 11.000 millones de dólares por la saturación de sus vías.

Un sondeo internacional realizado en 2011 por la compañía norteamericana IBM colocó a la capital mexicana como la de peor tráfico, en comparación con una veintena de ciudades de todos los continentes. El ranking, construido sobre la base de la opinión de los conductores, reconoció en cambio a algunas metrópolis de Norteamérica como Montreal, Chicago y New York.

En su informe IBM sugirió la adopción de medidas de control de la movilidad urbana sustentadas en la alta tecnología. La empresa puso como ejemplo a Estocolmo, la capital sueca, que ha utilizado las herramientas de la matemática avanzada y la computación para manejar los embotellamientos de manera más efectiva.

La persistente dependencia del automóvil incrementará los costos del tráfico en Europa y Norteamérica (Chris Goldberg - Flickr)
La persistente dependencia del automóvil incrementará los costos del tráfico en Europa y Norteamérica (Chris Goldberg - Flickr)

Pero los algoritmos matemáticos poco podrán hacer si no ocurre un cambio radical en cómo ocurren los desplazamientos en las ciudades.

La dependencia en cifras

Según la Agencia Internacional de Energía, para 2035 el número de vehículos en el planeta superará la cifra de 1.700 millones de unidades (una cifra que no incluye los camiones y otros medios automotores).

La proporción de automóviles por cada 1.000 habitantes nos revela en qué países el coche individual o familiar representa una verdadera prioridad. Los datos son del Banco Mundial:

Países con más de un millón de habitantes (estadísticas de 2009-2013)

1- Estados Unidos     785
2- Nueva Zelanda     708
3- Australia         702
4- Italia         682
5- Lituania         614
6- España         593
7- Noruega         591
8- Japón         587
9- Alemania         587
10- Austria         585

América Latina (autos por cada 1.000 habitantes)

1- Argentina    314 (datos de 2007)
2- México        278
3- Uruguay      217
4- Brasil          209 (datos de 2008)
5- Chile           197
6- Costa Rica  188
7- Jamaica      178
8- Venezuela   147 (datos de 2007)
9- Panamá       137
10- Rep. Dominicana  131