El anuncio que solo pueden ver las mujeres
Los avances tecnológicos aplicados a la publicidad están provocando situaciones nunca antes vividas y que generan un gran debate social. Un claro ejemplo de ello es una campaña lanzada en las calles de Londres que utiliza un sistema de reconocimiento facial para determinar el sexo de las personas, mostrando su contenido únicamente a las mujeres.
Curiosamente, detrás de la innovadora acción no se encuentra una poderosa marca de gran consumo sino la ONG británica Plan. La organización busca dar a conocer su campaña "Because I'm a girl" ("Porque soy una chica"), concienciando a la gente sobre la situación que sufren muchas mujeres en el mundo al verse privadas de alternativas debido a su condición sexual.
La valla publicitaria interactiva está colocada en una parada de autobús, y se activa cuando una persona se coloca delante de ella. Si se trata de una mujer, se reproduce un vídeo explicativo sobre la campaña que muestra distintos casos de niñas que no han podido tomar decisiones sobre sus estudios o su propio matrimonio. Pero si es un hombre quien trata de ver el anuncio, únicamente se les muestran unas reveladoras estadísticas y la página web de la ONG.
Con esta limitación, lo que busca la campaña es que los hombres reflexionen al vivir en sus propias carnes lo que supone verse limitado por cuestiones de género. Pese a que esta diferenciación entre sexos tiene una finalidad concienciadora y no de mera discriminación, la campaña ha recibido algunas críticas que han llevado a la ONG a explicar los motivos de esta exclusión.
"Pedimos disculpas si el anuncio ha ofendido a alguien, pero no era nuestra intención. Simplemente estamos mostrando lo que se siente cuando te quitan la posibilidad de decidir sobre cuestiones básicas como le ocurre a millones de chicas en el mundo. No favorecemos a las mujeres respecto a los hombres", ha asegurado la organización.
Aunque detrás de esta campaña haya un interés solidario y no comercial, ha servido para abrir un debate sobre los usos que las empresas podrían darle en un futuro a esta tecnología de reconocimiento facial. Anuncios segmentados por edad, sexo o raza pueden ser una realidad en un futuro no muy lejano.
Más allá de cuestiones morales, uno de los impedimentos actuales para el desarrollo de este tipo de campañas es el alto coste de esta tecnología. La instalación del anuncio de Plan, por ejemplo, rondó los $50,000. Otro aspecto a tener en cuenta es la fiabilidad, cifrada actualmente en un 90 por ciento. El tiempo que tarden este tipo de acciones en proliferar dependerá en gran medida de que baje su coste y aumente el porcentaje de acierto en el proceso de reconocimiento.