De Biblioteca a BiblioTech
Reza un proverbio hindú que “un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”. ¿Qué será entonces una biblioteca sin libros? Suena como un oxímoron, pero es una iniciativa que estrenará este otoño el condado Bexar en San Antonio (EEUU). La primera biblioteca pública sin libros del país fue una idea del juez Nelson Wolff, quien confesó a ABC haberse inspirado luego de leer la vida de Steve Jobs escrita por su biógrafo Walter Isaacson.
El espacio de 4,989 metros cuadrados de la BiblioTech se verá como una biblioteca moderna y, por supuesto, tendrá libros… pero sólo electrónicos. Para comenzar, habrá 100 e-readers disponibles para prestar a sus usuarios (que podrán llevar a sus casas por un periodo de dos semanas); además de 50 e-readers para niños, 50 computadoras, 25 laptops y 25 tabletas para usar en el sitio. “Soy un ávido lector. Tengo una colección de 1,000 primeras ediciones. Los libros son importantes para mí”, dijo Nelson Wolff a ABC News. “Pero el mundo está cambiando, y esta es la manera más efectiva de acercar los servicios a la comunidad”.
Aunque varias bibliotecas ya ofrecen este tipo de servicios, lo que las diferencia de la BiblioTech es que aquí todo el sistema ha sido creado o adaptado exclusivamente para libros electrónicos, no habrá papel por ninguna parte… solo en las impresoras por si los usuarios desean hacer copia de los documentos que soliciten (hasta el momento este parece ser lo único que se cobrará). También habrá una zona infantil con mesas y paredes interactivas, y se está considerando la adición de otros medios de comunicación, como películas y música.
Los defensores dicen que el nuevo sistema (que cuesta $1,5 millones para empezar) permitirá a los usuarios acceder a una cantidad inicial de 10,000 títulos desde cualquier lugar. Sin embargo, los amantes de la tradicional lectura en papel dudan que (al menos por el momento) las casas editoriales concedan las licencias de sus textos, y más aun que las bibliotecas públicas puedan darse el lujo de pagarlas; por lo que los clásicos y bestsellers no estarán disponibles electrónicamente, y estiman que tomará más de un siglo que las bibliotecas puedan funcionar del todo digitalmente.
La idea es crear más lectores digitales en un área de bajos ingresos que no tiene acceso a esta tecnología… y la duda es si precisamente por esta razón no resulte atractiva. Por no mencionar el hecho de que el robo de un e-reader le costaría a la biblioteca mucho más que la pérdida de unos cuantos libros. En fin, habrá que esperar varios meses para saber si la BiblioTech resultó ser una moda pasajera o el nacimiento de una nueva tendencia. De lo que sí estamos seguros es de que es un interesante experimento y la peor pesadilla para los bibliófilos.
Fotografías: timtom.ch y goXunuReviews.