Así es el amigo del Rey que pagó su cacería

Uno de los culpables indirectos de que el Rey haya tenido que pedir perdón por primera vez en su historia es Mohamed Eyad Kayali. Él fue el organizador y el encargado de financiar del viaje del Rey a Botsuana. Experto cazador, este empresario sirio es asesor de inversiones del príncipe Salman bin Abdulaziz al Saud, hermano del rey de Arabia Saudí y gobernador de Riad.

Su amistad con el rey se ha labrado en Madrid, donde también vive Kayali. La posición social del sirio es tal que incuso posee un avión con el que la expedición de cazadores se trasladó a África. Todo se remonta a los años 90, cuando este empresario sirio fue el encargado de poner en marcha el proyecto de construcción del hotel Juan Carlos I de Barcelona, a través de una sociedad de inversiones en la que participó el príncipe Salman de Arabia Saudí y el príncipe Turki, también perteneciente a la familia real saudí, quien, en aquellos años, tenía residencia en Barcelona.

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Aquellos trabajos le permitieron conocer al Rey de España para, con el tiempo, acabar en una importante relación de amistad. España también se ha visto beneficiada de esta relación, ya que el propio príncipe Salman ha sido el principal valedor de la concesión a empresas españolas para la construcción de la línea del tren tipo AVE de Medina a La Meca. Un proyecto presupuestado en 6.736 millones de euros, adjudicado hace cinco meses al consorcio hispano-saudí Al Shoula Group, en el que participan 12 empresas españolas: Adif, Cobra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL Internacional, Renfe y Talgo.

La pasión de Eyad Kayali por la caza es similar a la del Rey Juan Carlos, y por eso desde hace años comparten viajes privados para conseguir los ejemplares más singulares, como el que compartieron en Rumanía en 2003.

Dejar de viajar no significará dejar de relacionarse. Las relaciones personales del Rey están estos días en el punto de mira. Y Zarzuela ha entendido que lo sucedido esta semana es un error. Por eso ha motivado la petición de disculpas del Monarca y ha decidido que no habrá más viajes de este tipo en la agenda próxima de Juan Carlos. Eso no implica que el Rey vaya a dejar de relacionarse con gente como Eyad Kayali o la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein.