Artilugios que parecían inofensivos pero eran trampas mortales

De sobras es conocida la popular frase 'en el amor y en la guerra todo vale' y muchas son las trampas que se han hecho en una u otra cosa con tal de ganar una batalla. Pero centrándonos en el apartado bélico del asunto, a través de la Historia hemos podido comprobar cómo el ingenio y los recursos han desarrollado artilugios que a simple vista parecían inofensivos, pero que en realidad se trataban de trampas mortales.

[Relacionado: La historia está llena de grandes mentiras]

Muchas han sido las guerras en las que, tanto un bando como el otro, han elaborado todo tipo de dispositivos que, tras ser accionados, causaban la muerte del enemigo que caía en ellos. Y tampoco podemos obviar que en multitud de ocasiones esos artefactos iban incorporados al cuerpo de algún animal (como perros o murciélagos), tal y como os hemos explicado en otras entradas publicadas en este blog.

Se han construido bombas de apariencia inofensiva en un buen número de objetos como cantimploras, libros, botellas, linternas e incluso en tabletas de chocolate, como las que idearon los nazis para acabar con la vida de Winston Churchill.

Pero si hay un momento en el que el ingenio y creatividad se puso en práctica fue en guerras como la de Corea o la acontecida años después en Vietnam. Y es en esta última donde los miembros del 'Viet Cong' realizaron todo tipo de artilugios caseros para acabar con la vida de sus odiados enemigos norteamericanos (aunque en la guerra participaron ejércitos de varios países).

En el día a día de las batallas los guerrilleros norvietnamitas se habían dado cuenta de que los soldados yanquis tenían la frecuente costumbre de darle una patada a todo aquello que se encontraban por su camino y para ello crearon las 'Booby traps' o, como diríamos en nuestro idioma, los 'Atrapa bobos', todo tipo de mecanismos que fueron colocados  estratégicamente en las junglas vietnamitas y repartidos por todos aquellos lugares por donde tenían que ir pasando los miembros del ejército enemigo.

Simples latas de conservas tiradas en el suelo, ramas de árboles que irrumpían en medio del camino o imperceptibles hilos que cruzaban de un árbol a otro y que activaban la mortal trampa con un ligero toque.

No todo eran bombas explosivas, sino que también construyeron rudimentarios mecanismos que al ser tocados lanzaba una rama llena de puntiagudos y oxidados clavos, ocasionando la muerte o dejando malherido en el mejor de los casos.

Construyeron sencillas chabolas que al abrirse la puerta descendía una estaca de bambú mortal. Toda una estrategia que dio buenos resultados, hasta el momento en el que el propio ejército norteamericano tuvo que poner una atención especial en que sus soldados no cayesen en ellas, debido a las múltiples bajas que les estaba ocasionando. Y como ya ocurrió en la Guerra de Corea, se les adiestró para no caer en las booby traps.

El ingenio de los más pequeños acabó con el poderoso y armado enemigo. David volvía a ganar a Goliat haciéndolo caer en trampas que aparentaban ser inofensivas y que fueron diseñadas para atrapar bobos.

Fuente: Yahoo! España
Artilugios que parecían inofensivos pero eran trampas mortales