Abas desmiente que renuncie al derecho al regreso de los refugiados palestinos

El presidente palestino Mahmud Abas se vio obligado a reiterar que no renunciará "nunca al derecho al regreso" de los refugiados, una de las principales reivindicaciones palestinas, a raíz de la polémica desatada por unas declaraciones a la televisión israelí. "Nunca he renunciado y no renunciaré nunca al derecho al regreso", insistió Abas el sábado por la noche en una entrevista a la cadena de televisión por satélite egipcia Al Hayat. "No he cambiado de posición. Lo que digo a los palestinos no es diferente de lo que digo a los israelíes o a los estadounidenses o a quienquiera que sea", se defendió. En una entrevista difundida el viernes por la noche por la televisión israelí, Abas declaró que no tenía la intención de volver a vivir en la casa de su infancia en Safed, hoy en día en territorio israelí. "Quiero ver Safed. Es mi derecho verlo, pero no vivir allí", dijo. El presidente israelí Shimon Peres calificó inmediatamente de "valientes" estas declaraciones que parecían poner en duda el derecho al regreso de los refugiados palestinos, uno de los temas más espinosos en un eventual acuerdo de paz entre los dos campos. "Hablar de Safed es una posición personal y no significa abandonar el derecho al regreso. Nadie puede abandonar el derecho al regreso", a explicó Abas el sábado. El tema de los refugiados formará parte de "la última fase" de las negociaciones para una solución al conflicto, recordó, y precisó que será "sometido a un referéndum popular" entre los palestinos. Las declaraciones de Abas fueron condenadas por el movimiento islamista Hamas, en el poder en la franja de Gaza, una tierra de acogida para refugiados, donde desataron manifestaciones de protesta. Más de 760.000 palestinos, actualmente unos 4,7 millones con sus descendientes, se vieron forzados al éxodo después de la creación del Estado de Israel en mayo de 1948. Desde entonces todos los gobiernos israelíes se opusieron a su regreso, con la salvedad de un número muy restringido de familias, por considerar que podría amenazar la identidad de Israel puesto que un día los seis millones de judíos podían quedar en minoría. En Israel, las declaraciones de Abas fueron recibidas de forma dispar entre los políticos. "Estas declaraciones demuestran hasta qué punto se necesitan negociaciones directas y sin condiciones previas", reaccionó el primer ministro Benjamin Netanyahu. "Sólo tales negociaciones demostrarán si Abu Mazen (apodo de Abas) es realmente serio", añadió, y afirmó estar dispuesto a un diálogo de ese tipo "inmediatamente". El presidente Peres llamó por teléfono este domingo a su homólogo palestino "para discutir del proceso de paz", según un breve comunicado de la oficina de Abas. Varios líderes de la oposición pidieron que se reanuden cuanto antes las negociaciones con los palestinos, estancadas desde septiembre de 2010. Por el contrario, ministros del gobierno de Netanyahu estimaron que Abas se había limitado a intentar inmiscuirse en la campaña electoral de las legislativas israelíes previstas en enero. "Abas quiere promover su proyecto de Estado (palestino) en la ONU. Es una iniciativa unilateral y peligrosa. No le interesa una reanudación de las negociaciones", insistió el ministro de Educación, Guidéon Saar (Likud, derecha). Abas quiere conseguir antes del final de noviembre el estatuto de Estado no miembro para Palestina en la ONU. Los palestinos reclaman un Estado soberano dentro de las fronteras de 1967, es decir Cisjordania y la Franja de Gaza, con Jerusalén Este como capital. Netanyahu fustigó de nuevo este domingo esta iniciativa, considerando que era un factor de "inestabilidad". El presidente palestino Mahmud Abas se vio obligado a reiterar que no renunciará "nunca al derecho al regreso" de los refugiados, una de las principales reivindicaciones palestinas, a raíz de la polémica desatada por unas declaraciones a la televisión israelí.