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Guayaquil (Ecuador), 11 abr (EFE).- Durán, municipio de Ecuador adyacente a la ciudad Guayaquil, es desde hace un par de años el epicentro de la violencia en el país, una situación que la Policía atribuye a la guerra entre bandas del crimen organizado vinculadas al tráfico de drogas, quienes se alimentan financieramente con un entramado de delitos que convulsionan a la población. Y es que lo que pasa en esta pequeña ciudad industrial de unos 300.000 habitantes, donde la extorsión, los secuestros y los homicidios se han disparado, es el reflejo de lo que ha convertido al país en uno de los más violentos de Latinoamérica. En 2024, Ecuador registró una tasa de 38,76 homicidios por cada 100.000 habitantes, mientras que solo en Durán esa cifra se elevó a 145,98, lo que la puso a la cabeza de las ciudades más violentas del mundo por encima de Puerto Príncipe, en Haití, que registró una tasa de 139,31 homicidios, según datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública de México. "Hay un fraccionamiento del grupo delictivo que predominaba aquí, los Chone Killers. Hay una guerra entre ellos (en la) que están buscando ganar territorios y tener lugares donde vender droga y extorsionar. Entonces, toman acciones más violentas y no solo en contra de ellos, sino que tenemos víctimas colaterales", explicó a EFE Santiago Gavilanes, jefe de la Policía de Durán. Esa división, señaló, se debe a las capturas que ha realizado la Policía en los últimos meses, lo que deja a los grupos "debilitados" y sin sus cabezas, por lo que buscan ganar el liderazgo criminal y aumentar sus ingresos. Una de las últimas masacres se produjo el 7 de abril, cuando sujetos asesinaron a cinco personas que estaban jugando cartas en un parque. Un día antes, restos humanos fueron hallados dentro de unas bolsas que habían sido dejadas en los exteriores de cuatro locales de comida que estaban siendo extorsionados por bandas delictivas, quienes les pedían dinero a cambio de no hacerles daño. Secuestros por 2.000 dólares En el caso de los secuestros, el jefe policial explicó que ahora la bandas llaman a empresas que ofertan diversos servicios como mantenimiento a vehículos, aires acondicionados o de telefonía para que se acerquen y raptarlos. "Piden 2.000, 3.000, 5.000 dólares por persona. En menos de tres días hemos tenido cuatro liberaciones", agregó Gavilanes. "Nos estamos enfrentando a una situación bastante sui generis", mencionó el oficial, quien añadió que debido a esa "diversificación" de delitos es que ellos están cambiando la intensidad y el número de operativos que realizan, lo que ha bajado los asesinatos en las últimas semanas. Para Gavilanes, los asentamientos irregulares que proliferan en la ciudad también son un "caldo de cultivo" para la expansión de grupos criminales, pues las bandas se apropian de terrenos que luego comercializan, y cuando los dueños se asientan en el lugar empiezan a cobrarles por el servicio de agua o energía, y los extorsionan pidiéndoles cuotas de dinero. Uno de esos es Fincas Delia, una zona a las afueras de Durán donde no hay servicios básicos y a la que se ingresa por caminos de tierra que se inundan cada vez que llueve. Fincas Delia, baluarte de los Chone Killers Este lugar se ha convertido en un centro de operaciones de los Chone Killers, una de las bandas catalogadas como "terroristas" tras la declaración de "conflicto armado interno" realizada en 2024 por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, quien este domingo buscará su reelección frente a la candidata correísta Luisa González en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. En ese sitio, la Policía encontró este viernes armas, droga y municiones de guerra en varias casas que eran presuntamente utilizadas para esconder también a víctimas de secuestro. Tras esa incursión, derivada de una investigación por un caso de trata de personas, los agentes se dirigieron hacia otro bario donde destruyeron una casa que tenía explosivos en su interior y que había sido tomada por la misma banda criminal. Gavilanes aseguró que estos hechos violentos también son perpetrados con el objetivo de "convulsionar a la ciudad" para "distraer la actividad policial y tener prácticamente un libre tráfico" de drogas, ya que Durán es un punto clave para el acopio de estupefacientes debido a su salida directa a los puertos de Guayaquil por medio del río que une a ambos municipios. "Debemos de entender que Durán no solamente es un lugar de paso, puede ser también considerado, de acuerdo a los operativos y los datos históricos que tenemos de grandes capturas de droga, como bodega. Entonces, nos damos cuenta por qué la ilegalidad se ha asentado tan fuerte aquí", apuntó. (c) Agencia EFE