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Bogotá, 26 abr (EFE).- Defender el español es defender la democracia y la diversidad ante los intentos de "homologación" cultural, aseguró este sábado el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en la XXXVII Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo). "La defensa de nuestro idioma es la defensa de la democracia porque las identidades cerradas están intentando imponer una única identidad. Y están intentando que la palabra igualdad signifique homologación, la libertad de la legitimidad imperante homologa la razón de ser de todas las demás", manifestó el académico en la FilBo, que tiene a España como país invitado de honor. García Montero habló en la presentación en la feria de la 25 edición del anuario del Instituto Cervantes 'El español en el mundo 2024', que fue presentado inicialmente el pasado 30 de octubre en Madrid. Según el anuario, los hablantes de español sobrepasaron en 2024, por primera vez en la historia, la cifra de 600 millones de personas, de los cuales casi 500 millones son hablantes nativos, que lo tienen como lengua materna, y "hay 100 millones más de gente que ha aprendido el español con competencia y muchos alumnos de español que están aprendiendo el idioma", indicó el director. Por eso, García Montero consideró como algo bueno "en estos momentos, tener en el panorama internacional una lengua que nos permita a más de 500 millones de personas junto a otros 100 millones más y en unas relaciones colaborativas, defender la diversidad del mundo para que no haya ningún emperador, ya sea en Moscú o en Washington, que quiera imponernos la homologación de la identidad anglosajona". Distorsión de la libertad El anuario del Instituto Cervantes trae en cada edición una "reflexión" y al mismo tiempo "un panorama general de la situación de nuestro idioma en el mundo" porque, según explicó su director, "las lenguas y la cultura están en movimiento según la situación de cada realidad". "No era lo mismo la presencia y la vida del español en los Estados Unidos antes de que Donald Trump declarase a los hispanos y al español como el enemigo central de su política y borrara el español de la página web de la Casa Blanca", señaló. El director del Cervantes agregó: "La libertad es fundamental en el respeto a nuestra propia conciencia, pero ahora hay mucha gente desde muchos sitios, desde los Estados Unidos, que está intentando imponer una definición de la libertad como la ley del más fuerte para que el más fuerte pueda hacer lo que le dé la gana en cualquier en cualquier asunto". En ese sentido, el académico recordó que "durante la dictadura franquista el español estaba marcado por el pensamiento reaccionario del franquismo y de los herederos del fascismo". "Si hablábamos de España, pues se trataba de imponer una identidad, la identidad en español, con lo cual había que borrar otras lenguas, otras tradiciones culturales que había dentro del Estado español y que son españolas, como el catalán, como el gallego, como el euskera", afirmó. García Montero agregó que en los tiempos del franquismo la visión cultural que se tenía del exterior en España no era diferente, era "algo ridículo desde cualquier punto de vista". "Si pensábamos en el exterior, pues el franquismo tenía mucha inclinación a la hora de recuperar viejos y trasnochados recuerdos imperialistas, como si se tratase el español de la lengua del imperio y como si España fuese el centro de control de un gran imperio", añadió. Ese panorama cambió con la llegada de la democracia y una nueva Constitución, que permitió, años después, la creación del Instituto Cervantes en 1991, mientras que instituciones similares, como la Alianza Francesa, el British Council o el Instituto Goethe, se fundaron décadas y hasta siglos antes. "Somos jóvenes y esto tiene una razón, que una institución como el Cervantes solo podía levantarse en una democracia consolidada", explicó el académico en la feria literaria bogotana, que comenzó ayer y estará abierta hasta el 11 de mayo. (c) Agencia EFE