Cerca de 2.000 millones de personas usan agua contaminada con heces

Por Magdalena Mis LONDRES (Thomson Reuters Foundation) - Cerca de 2.000 millones de personas usan agua contaminada con heces, convirtiéndose en una amenaza para la salud global a pesar de los miles de millones de dólares gastados en saneamiento, señaló un informe publicado el miércoles. Una de cada siete personas, en su mayoría pobres y de áreas rurales, sigue defecando al aire libre, contaminando el agua y creando un caldo de cultivo para la diarrea, el cólera, la disentería y la fiebre tifoidea. "Si la gente no invierte en salubridad, los costos van a ser increíbles y la salud va a convertirse en un gran asunto", dijo Bruce Gordon, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Se necesitan esfuerzos extraordinarios para llevarlo a los bolsones restantes de gente que no tiene acceso al agua y el saneamiento", afirmó a Thomson Reuters Foundation. Según la OMS, un suministro inadecuado de agua y salubridad genera pérdidas económicas anuales de 260.000 millones de dólares. Aunque el dinero de ayuda al sector está en su máximo histórico, 1.800 millones de personas están expuestas al agua contaminada, señaló un informe publicado por la OMS y ONU Agua con ocasión del Día Mundial del Retrete. La mayoría de los fondos se destina a inversiones en agua y solo un cuarto a saneamiento, mientras las zonas rurales suelen ser olvidadas. Pero el dinero no es la única razón por la que 1.000 millones de personas, en su mayoría en el Sur de Asia y el África Subsahariana, todavía hacen sus "negocios privados" puertas afuera. Jack Sim, fundador de la Organización Mundial del Retrete, dijo que en algunas sociedades la defecación al aire libre es una norma cultural e, incluso, un asunto social que debe hacerse. "La gente disfruta este evento social", afirmó Sim. "Pero debe comprender que el agua contaminada (...) acaba regresando con enfermedades que matan a los niños y enferman a las personas". Más de 2.000 millones de personas han logrado acceso al agua limpia en las dos últimas décadas y casi 2.000 millones vieron mejorado su saneamiento en el mismo periodo. Gracias a esas mejoras, el número de niños que muere de enfermedades diarreicas cayó desde 1,5 millones en 1990 a algo más de 600.000 en 2012, indicó el informe. No obstante, la financiación y planificación insuficientes hacen que no vaya a cumplirse el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad la proporción de la población sin acceso a los retretes en 2015. Gordon, coordinador de agua y saneamiento de la OMS, dijo que algunas de las razones para invertir en salubridad son evitar las muertes y enfermedades de niños, la privacidad y seguridad de las mujeres, así como beneficios económicos y medioambientales. "El agua, el saneamiento y la higiene son requisitos previos fundamentales que deben existir no solo para el desarrollo, sino también para detener los brotes de enfermedades como el ébola o el cólera", comentó Gordon.