Un general ruso fue destituido por criticar al ministro de Defensa y redobló la apuesta con un contundente audio

Ivan Popov
Ivan Popov

MOSCÚ.- Un general ruso al mando de las fuerzas que combaten en el sur de Ucrania fue relevado de sus tareas tras denunciar los problemas que enfrentan sus tropas, y lo contó en un audio que vuelve a poner de manifiesto las divisiones en la cúpula militar rusa, potenciadas tras la breve rebelión del líder mercenario Yevgeny Prigozhin.

El mayor general Ivan Popov, comandante del 58º ejército que combate en la región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, que es un punto clave de la contraofensiva ucraniana, dijo en un mensaje de voz a sus tropas publicado el miércoles por la noche que había sido relevado tras una reunión con mandos militares.

Popov explicó que los generales estaban molestos por sus francas declaraciones sobre los desafíos que enfrentaban sus fuerzas, en especial la escasez de radares para seguir la artillería enemiga, lo que supuso fuertes bajas a las tropas rusas.

“Al parecer los altos oficiales me veían como una fuente de amenaza y rápidamente dieron la orden para librarse de mí, que el ministro de Defensa firmó apenas en un día”, apuntó. “El ejército ucraniano no pudo penetrar las defensas de nuestro ejército, pero el máximo comandante nos golpeó por la espalda, descabezando de forma traicionera y cobarde al ejército en su momento más difícil”.

Popov, que utiliza el nombre de guerra de “Espartaco”, se dirigió a sus tropas como “mis gladiadores” en el mensaje publicado por el general retirado Andrei Gurulev, que dirigió al 58º ejército en el pasado y ahora sirve como legislador. El 58º ejército está formado por varias divisiones y unidades más pequeñas.

Popov, de 48 años y que ha ascendido desde comandante de pelotón para liderar un gran grupo de fuerzas, ha instado a sus soldados a acudir directamente a él con cualquier problema, una actitud desenfadada que choca de frente con el estilo de mando más rígido habitual en el ejército ruso. Los blogueros militares dijeron que era conocido por hacer todo lo que podía por evitar bajas innecesarias, a diferencia de muchos otros comandantes prestos a sacrificar a sus soldados para reportar victorias.

En un indicio de que muchos en el oficialismo rusos compartían las críticas de Popov a la cúpula militar, Andrei Turchak, vicepresidente primero de la cámara alta del parlamento y que lidera el principal partido del Kremlin, Rusia Unida, apoyó con firmeza al general y dijo que “la madre patria puede estar orgullosa de comandantes así”.

Las noticias sobre la destitución de Popov se conocieron al día siguiente de que otro oficial que lideraba tropas rusas ante la contraofensiva ucraniana en el sur, el teniente general Oleg Tsokov, muriera por un ataque de misil ucraniano. Gurulev dijo que Tsokov había muerto cuando el ejército ucraniano atacó la ciudad de Berdyansk el martes con misiles Storm Shadow proporcionados por Gran Bretaña.

El Ministerio ruso de Defensa no ha informado de la muerte de Tsokov.

Un soldado ucraniano hace un gesto mientras dispara hacia la posición rusa en el frente en la región de Zaporiyia, Ucrania, el sábado 24 de junio de 2023.
Un soldado ucraniano hace un gesto mientras dispara hacia la posición rusa en el frente en la región de Zaporiyia, Ucrania, el sábado 24 de junio de 2023. - Créditos: @Efrem Lukatsky

El reclamo

Blogueros militares rusos señalaron que las declaraciones de Popov, en las que también hablaba de la necesidad de rotar a sus tropas, que combaten para repeler una contraofensiva ucraniana desde principios de junio, enojaron al jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, que ordenó su destitución de forma sumaria.

Gerasimov apareció reunido con mandos militares en un video publicado el lunes por el Ministerio de Defensa, la primera vez que se le veía desde la interrumpida rebelión de Prigozhin, que reclamaba su destitución.

Sergei Markov, un analista político afín al Kremlin, señaló que el comunicado de Popov repetía las críticas de Prigozhin a los mandos militares. Sin embargo, señaló que el mensaje del general no era una rebelión, sino una petición de ayuda a Putin.

“Estas disputas públicas en los mandos del ejército ruso no son una demostración de fuerza”, añadió.

En una revuelta que duró menos de 24 horas, mercenarios del Grupo Wagner de Prigozhin avanzaron con rapidez sobre la ciudad sureña rusa de Rostov del Don y tomaron el cuartel militar de la ciudad sin hacer un disparo, antes de manejar hasta 200 kilómetros de Moscú.

Prigozhin ordenó a sus mercenarios que regresaran a sus campamentos tras alcanzar un acuerdo para poner fin a la rebelión a cambio de una amnistía para él y sus hombres y la autorización de instalarse en Bielorrusia.

La rebelión supuso la mayor amenaza al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en más dos décadas de gobierno y mermó seriamente su autoridad, a pesar de que Prigozhin afirmó que el alzamiento no iba dirigido contra el presidente, sino que aspiraba a forzar la destitución de Gerasimov y el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, al que criticó por su gestión de la operación en Ucrania.

El Kremlin confirmó el lunes que Prigozhin y 34 de sus oficiales se habían reunido con Putin el 29 de junio, cinco días después de la rebelión, un anuncio inesperado que planteó nuevas dudas sobre los términos del acuerdo con Wagner. El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que los comandantes de Wagner habían jurado lealtad al presidente y dijeron que estaban dispuestos a “seguir luchando por la madre patria”.

Putin ha dicho que las tropas de Wagner tuvieron que elegir entre firmar contratos con el Ministerio de Defensa, mudarse a Bielorrusia o retirarse del servicio. Aunque los detalles del acuerdo con Prigozhin no están claros, también ha habido incertidumbre sobre el futuro del general Sergei Surovikin, subcomandante del grupo ruso de fuerzas que combaten en Ucrania, y que supuestamente estaba detenido para ser interrogado sobre sus lazos con Prigozhin.

El Ministerio de Defensa indicó el miércoles que los mercenarios del Grupo Wagner estaban completando la entrega de sus armas al ejército ruso, dentro de los esfuerzos del Kremlin de desactivar la amenaza que planteaba.

Agencias AP y Reuters