El brillo de Lizzo, una vez faro de la positividad corporal, corre ahora el riesgo de apagarse

La cantante está en el centro de una demanda interpuesta por tres de sus antiguos bailarines (Shutterstock/iStock)
La cantante está en el centro de una demanda interpuesta por tres de sus antiguos bailarines (Shutterstock/iStock)

“Chica, quítate los zapatos… respira hondo… enfócate en ti”. “Los muslos gruesos salvan vidas”. “Soy mi inspiración”. Las canciones con este tipo de mensajes, llenos de fuerza y afirmación, ayudaron a Lizzo a convertirse en la imagen de la confianza en sí misma. Hace solo un par de meses, iluminó el festival de Glastonbury en Inglaterra con un espectáculo que, según muchos, debió haberle valido un puesto como cabeza de cartel. Tras dos años dominando la radio con sus mensajes inspiradores y sus impresionantes solos de flauta, Lizzo estaba en la cima de su carrera.

Sin embargo, esa imagen ahora está en tela de juicio debido a que surgieron acusaciones de acoso sexual y fomento de un ambiente laboral hostil. El martes (1 de agosto), tres exbailarinas de Lizzo la acusaron a ella y a su productora Big Grrrl Big Touring de una serie de escandalosas acusaciones, entre las que se incluyen opiniones groseras sobre el peso (body-shaming), discriminación por discapacidad, retención ilegal y agresión. La demanda la presentaron Arianna Davis y Crystal Williams, que compitieron en el reality show de Amazon Prime Lizzo’s Watch Out for the Big Grrrls en 2021, y Noelle Rodríguez, que actuó en el vídeo musical ‘Rumors’ de la cantante.

Hace tiempo que parecía que la estrella en ascenso de Lizzo era imparable. La superestrella del pop, cuyo nombre de nacimiento es Melissa Viviane Jefferson, se convirtió no solo en uno de los nombres más adorados de la música, sino en una superestrella mundial en toda regla, con numerosas apariciones en pantalla, su propia serie de televisión ya mencionada y una gira mundial, “The Special Tour”, que comenzó el pasado septiembre.

Por otra parte, se ha ganado el corazón de millones de personas con su franqueza y su ferviente deseo de que los fans se quieran a sí mismos, sin importar su aspecto físico. Lizzo aborda con regularidad las críticas sobre su peso y denuncia a los acosadores y los trolls, al tiempo que aboga por las mujeres negras en la industria musical. Además, ha condenado el racismo y la marginación de grupos minoritarios como la comunidad LGBTQIA+. Sus canciones también se han convertido en himnos para quienes se han sentido vistos —y escuchados— por ella.

Pero la reciente demanda amenaza con hacer que la estrella de Lizzo caiga, y en picada. En las 44 páginas de la demanda, se denuncia que Lizzo supuestamente “acosó” a sus empleados para que “tocaran” en contra de su voluntad a artistas desnudas durante un viaje al club de striptease Bananenbar de Ámsterdam. Otro incidente alega que la estrella obligó a sus bailarines a participar en una “insoportable” audición de 12 horas después de acusarlos de beber antes de las actuaciones, y que posteriormente despidió a Williams porque ésta cuestionó las acusaciones de la cantante. Davis también alegó que Lizzo le dijo en abril que parecía “menos comprometida” con su papel, lo que ella entendió como un comentario “poco sutil” sobre su peso.

Aunque ni Lizzo ni su representante se han pronunciado públicamente sobre las acusaciones, la demanda conmocionó a su público y a otros. Muchos de los que expresan su conmoción en Internet están horrorizados por los detalles incluidos en las 44 páginas, acusaciones que no parecen coincidir con la imagen de la estrella del pop que creían conocer. Desde que se conoció la noticia de la demanda, excompañeras de Lizzo, entre ellas otra exbailarina Courtney Holliquest, la exdirectora creativa Quinn Wilson y la cineasta Sophia Nahli Allison, han salido en apoyo del litigio.

En una historia de Instagram, Allison, a quien Lizzo contrató en un principio para dirigir su documental de 2022 Love, Lizzo, describió a la cantante de ‘Truth Hurts’ como “arrogante, egocéntrica y poco amable”. Esta descripción contrasta fuertemente con la personalidad que Lizzo comparte con su base de fans, ya que a menudo fomenta la amabilidad y la consideración hacia los demás.

El término ‘positividad corporal’ solo existe por las opiniones groseras sobre el cuerpo. La gente debería ser positiva con su cuerpo de forma natural, y la positividad corporal debería ser algo arraigado en nuestra cultura

Lizzo

Los comienzos de Lizzo fueron humildes: mientras intentaba abrirse camino en la industria musical, vivió y durmió en su coche durante un año. Este periodo de vida de la estrella, que tuvo lugar tras la muerte de su padre cuando ella tenía 21 años, contuvo “experiencias traumáticas” para la cantante, según ha declarado. En comentarios a Entertainment Weekly tras la publicación de su documental, Lizzo dijo: “Casi no pienso en eso, pero hace poco lo pensé mucho porque estoy en este momento en el que cierro el círculo; estoy en la casa que compré y veo este documental sobre mi vida, hablando de cuando dormía en mi coche y en Acción de Gracias. Es muy cíclico y completo”.

Tras mudarse a Minneapolis, Lizzo se convirtió en una artista habitual del circuito underground al cantar con grupos de hip-hop indie. En 2013, publicó su álbum de debut Lizzobangers, que The Guardian describió como “a veces alegremente disparatado”, con barras de rap “letalmente punzantes”. Al recordar sus días underground durante una participación en la serie de YouTube Hot Ones, Lizzo dijo: “Saqué muchos temazos estilo Lizzo allí y me apoyaron muchísimo en Minneapolis”.

A partir de ahí, Lizzo subió y subió. Al año siguiente, la revista Time la nombró una de los 14 artistas musicales a seguir en 2014. En respuesta a los asesinatos de Jamar Clark en Minneapolis y de Tamir Rice, de 12 años, en Cleveland (Ohio), Lizzo escribió ‘My Skin’ para su siguiente álbum Big GRRRL Small World. La canción también trataba de la imagen corporal, como Lizzo escribió en Vice: “Es una convocatoria de cuerpos: de cualquier forma, tamaño y tonalidad para unirse en su orgullo, y llevar su piel como el regalo que es”.

Pero fue después de que Lizzo abrazara de todo corazón un mensaje de positividad corporal cuando se convirtió en un nombre conocido. Sus dos siguientes álbumes, Coconut Oil y Cuz I Love You, dispararon su carrera. ‘Good as Hell’, considerado un gran himno del amor propio, fue el sencillo principal de Coconut Oil y lo incluyeron en la banda sonora de la película Barbershop: The Next Cut. Lizzo empezó a hablar de manera más abierta sobre la positividad corporal y el amor propio, y declaró su intención de “luchar por el derecho a ser tú misma, a ser bella y a ser aceptada”.

En aquel momento declaró a CBC Radio: “El término ‘positividad corporal’ solo existe por las opiniones groseras sobre el cuerpo. La gente debería ser positiva con su cuerpo de forma natural, y la positividad corporal debería ser algo arraigado en nuestra cultura”. ‘Juice’, un himno bombeado rebosante de confianza y autoestima, se hizo viral en TikTok y apareció en la película de Netflix Someone Great. ‘Truth Hurts’, también de Cuz I Love You, atrajo aún más éxito y se convirtió en su primer número 1 en la lista Billboard Hot 100.

Presentación de Lizzo en 2016, previa a su fama (Getty)
Presentación de Lizzo en 2016, previa a su fama (Getty)

Con ‘Truth Hurts’, Lizzo se convirtió en la primera cantante negra de R&B en solitario en alcanzar la cima del Top 100 desde Rihanna en 2012 con su tema ‘Diamonds’. Actuó en el festival de música de Coachella por primera vez, así como con su flauta en los BET Awards 2019, lo que le valió una gran ovación. Después tocó en el escenario West Holts de Glastonbury. También se aventuró en la actuación con un papel secundario en Hustlers, protagonizada por Jennifer Lopez y Constance Wu, y prestó su voz a un personaje en la película de animación UglyDolls.

Entre 2020 y 2022, Lizzo siguió ganando reconocimiento. Firmó un contrato de producción con Amazon Studios y estrenó su reality show llamado Lizzo’s Watch Out for the Big Grrrls en 2022. En el programa, 13 mujeres (incluidas Davis y Williams) compitieron para ser bailarinas de Lizzo. Recibió seis nominaciones en la 74ª edición de los premios Emmy en 2021, y ganó tres. El año pasado también lanzó su cuarto álbum de estudio Special, que incluía la exitosa canción ‘About Damn Time’. Sin embargo, también suscitó polémica después de que sus fans se quejaran del uso de la palabra “spaz” (considerada una referencia despectiva al término médico diplejía espástica, una forma de parálisis cerebral) en su canción ‘Grrrls’. Más tarde modificó la letra y declaró: “Como mujer negra gorda de Estados Unidos, se han usado muchas palabras ofensivas en mi contra, así que entiendo el poder que pueden tener las palabras (ya sea a propósito o, en mi caso, sin querer)… Como artista influyente, me dedico a formar parte del cambio que he estado esperando ver en el mundo”.

Aunque el alboroto se disipó rápidamente cuando Lizzo reconoció el daño que su letra causó y actuó con rapidez para arreglar las cosas, la demanda a la que se va a enfrentar tiene implicaciones mucho más amplias y perjudiciales. Queda por ver si pondrá o no a su ejército de fans en contra de su cantante favorita, ya que muchos están esperando a ver cómo responde a las acusaciones. La semana pasada la elogiaron por hablar con amabilidad a una niña de 11 años que le pidió ayuda para enfrentarse a los acosadores de Internet durante la parada en Australia de su gira Special. Lizzo dijo a la niña: “Las palabras que decimos tienen un efecto duradero en la gente”. Puede que la cantante se dé cuenta de que esto también se aplica a sus acciones.

The Independent ya se comunicó con el representante de Lizzo en busca de comentarios.

Traducción de Michelle Padilla