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Índice de actividad económica de Brasil cae más de lo previsto en junio

La sede el Banco Central brasileño, en Brasilia, 15 de enero de 2014. Un indicador sobre la actividad económica de Brasil cayó en junio a un ritmo más fuerte de lo previsto en términos desestacionalizados, mostraron el miércoles datos oficiales. REUTERS/Ueslei Marcelino

SAO PAULO (Reuters) - La actividad económica en Brasil cayó más rápidamente de lo esperado en junio, mostraron el miércoles datos del Banco Central, en una nueva evidencia de que lo que supo ser una economía floreciente ahora está en medio de una dolorosa recesión. El índice de actividad económica IBC-Br del Banco Central de Brasil cayó un 0,58 por ciento en junio frente a mayo, informó el banco. Un sondeo de Reuters entre analistas proyectaba un declive de 0,53 por ciento en el indicador. Sobre la base de ese resultado, la economía brasileña se habría contraído un 1,89 por ciento en el segundo trimestre frente al primero, según cálculos de Thomson Reuters. El índice IBC-Br es una medición de la actividad en los sectores agrícola, industrial y de servicios y es un indicador temprano de tendencias para las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) publicadas más tarde por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). El IBGE publicará resultados de la actividad económica del segundo trimestre el 28 de agosto. La economía de Brasil retrocedió un 0,2 por ciento en el primer trimestre ya que las inversiones cayeron por séptimo trimestre consecutivo. Si se confirman los datos oficiales, las contracciones mostrarán lo que los economistas ya sabían: la economía brasileña ha caído en una profunda recesión. Un sondeo semanal del Banco Central publicado el lunes mostró que los analistas esperan que la economía de Brasil se hundirá un 0,15 por ciento el próximo año, siguiendo una aguda contracción de más de un 2,0 por ciento prevista para este año. Brasil no ha enfrentado dos años de retrocesos desde la Gran Depresión de la década de 1930, dijeron economistas. Años de una confianza menguante exarcerbada por una creciente crisis política y un escándalo de corrupción que sacude a las mayores compañías estatales del país ha erosionado la inversión y el consumo en Brasil. Luego de ser reelecta en octubre, la presidenta Dilma Rousseff recortó gastos y elevó impuestos para volver a obtener la confianza del mercado, tras años de políticas intervencionistas que alejaron a los inversores. (Reporte de Guillermo Parra-Bernal y Bruno Federowski, Editado en español por Patricio Abusleme y Juana Casas)