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Zverev reveló que padece diabetes y creó una fundación para combatir la enfermedad, una de las diez principales causas de muerte en el mundo

El tenista alemán Alexander Zverev, 2° del mundo, reveló que padece diabetes desde los 4 años
El tenista alemán Alexander Zverev, 2° del mundo, reveló que padece diabetes desde los 4 años - Créditos: @Matthieu Mirville

La diabetes es, según los informes de la Organización Mundial de la Salud, una de las diez principales causas de muerte en el mundo. El número de personas con esa enfermedad pasó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. Y en 2019, asimismo, 1.5 millones de defunciones fueron consecuencia directa de esta afección. A simple vista, daría la sensación de que la diabetes y el deporte (de alto rendimiento, sobre todo) no hablan el mismo lenguaje, sin embargo, con medicación y un cuidado específico, sí son compatibles. De hecho, en las últimas horas el tenista alemán Alexander Zverev , número 2 del mundo, reveló que padece diabetes Tipo 1 . No es el primer caso: hace unos años, el marplatense (nacionalizado estadounidense) Juan Cruz Aragone relató, en LA NACION, su historia en el tour profesional al padecer diabetes, teniendo que aplicarse insulina en medio de los partidos.

“Cuando era pequeño no pensaba mucho en esto, después cada vez más. Quiero demostrar que se puede llegar muy lejos con esta enfermedad. Actualmente, con una carrera en el tenis y éxitos cosechados me siento seguro para hacerlo público”, contó Zverev, medallista de oro olímpico en Tokio 2020. Nacido en Hamburgo hace 25 años y diagnosticado con diabetes a los 4, Zverev anunció la creación de una fundación -con su nombre- que apoyará a los niños con diabetes y proporcionará medicamentos a los que padecen esta enfermedad en los países en desarrollo.

“Quiero se un ejemplo para las personas que padecen la enfermedad, también un apoyo para los niños que aún pueden evitar contraer la diabetes con una vida activa y la prevención adecuada. Creo que soy un privilegiado porque siempre quise jugar al tenis, viajar por el mundo y lo conseguí”, comunicó Zverev, que está inactivo en el circuito ya que se rehabilita de una lesión de ligamentos que sufrió durante las semifinales de Roland Garros contra el español Rafael Nadal (3 de junio), que le hizo perder la posibilidad de jugar en Wimbledon y, probablemente también, estará ausente en el US Open, el último Grand Slam del año, que se desarrollará en Nueva York desde el 29 de este mes.

Los principales tipos de diabetes son la que se llama juvenil, Tipo 1 (la que padece Zverev), en la que el páncreas no genera insulina. Y la Tipo 2, que en general padece el adulto, donde la insulina existe pero no puede actuar porque hay receptores que funcionan mal, que están enfermos. Si bien es compatible el deporte y la enfermedad, también hay que tener cuidados, particularmente con las dosis de insulina que se aplican; no se pueden exceder. Los deportistas usan las llamadas bombas de insulina, unos dispositivos que pueden tener adheridos al cuerpo y que mediante un catéter y una cánula que se implanta debajo de la piel van regulando y administrando la cantidad, dependiendo del nivel.

J. C. Aragone, tenista diabético, luciendo el parche que lo ayuda a medir su nivel de azúcar y si necesita aplicarse insulina en los partidos
J. C. Aragone, tenista diabético, luciendo el parche que lo ayuda a medir su nivel de azúcar y si necesita aplicarse insulina en los partidos

Con menos popularidad que Zverev, pero con una experiencia similar -o más fuerte aún-, Aragone (de 27 años, actual 497° del ranking, 224° en 2018), nacido en Mar del Plata en 1995, miembro de una familia dedicada a los supermercados, que comenzó a jugar al tenis a los 5 años en el Club Náutico (el mismo sitio donde se formó Guillermo Vilas), relató sus vivencias en el circuito. Su mayor desafío fue superar una severa enfermedad que lo dejó en coma durante dos semanas.

Cuando tenía 16 años. Aragone estaba en Miami preparándose para una gira que tendría por América del Sur. Por las altas temperaturas y la radiación solar de esa porción de la Florida, un doctor le recomendó que tomara un medicamento para que las cremas protectoras no le hicieran mal en la piel, sobre todo porque tenía acné. “Fue peor. Terminé en el hospital. Pensé que me moría”, rememoró Aragone. El remedio lo afectó, comenzó con fiebre y terminó hospitalizado, con una falla renal y hepática. “Sentía que se me quemaba el cuerpo por dentro. Me ponían toallas húmedas y me salía vapor. Tenía ampollas por todos lados. Me trasladaron en avión, me internaron y estuve dos semanas en coma. ¿De qué me acuerdo? De nada. Es como que me fui a dormir, te despertás y listo. Todo fue por una alergia al medicamento”, le contó hace unos años el tenista a LA NACION.

La diabetes constituye uno de los principales problemas de salud y de más rápido crecimiento en el mundo
La diabetes constituye uno de los principales problemas de salud y de más rápido crecimiento en el mundo - Créditos: @Shutterstock

Tras el alta médica, Aragone continuó con tratamientos durante más de un año, alejado del deporte. A los 17 años y medio, cuando pudo volver a jugar al tenis, empezó a tener síntomas extraños. “Estaba deshidratado, todo el tiempo tomando agua, me dolía la cabeza un montón, tenía ganas de ir al baño continuamente”, relató. Luego de distintos estudios le diagnosticaron…, diabetes. Se informó, tomó los recaudos y siguió su vida en el tenis universitario estadounidense. Con los años llegó al ATP Tour, tomando muchas precauciones. “Tengo un aparato que me da insulina, obvio que no puedo jugar con eso porque es pesado, es como tener un teléfono en el pantalón, entonces me lo tengo que desconectar, pero tengo otro conectado que me lee el nivel de azúcar. Entre los cambios de lado voy mirando cómo estoy y si necesito tengo una aguja, me doy una inyección de insulina y sigo”.

Aragone, en su momento ayudado en el entrenamiento y la estrategia por Franco Davin y Marcelo Albamonte en Key Biscayne, también vivió momentos ingratos. Como el que le ocurrió en el US Open 2017, tras pasar la clasificación y antes de debutar en el main draw frente al sudafricano Kevin Anderson: “Me dijeron que no me iba a poder dar una inyección en la cancha porque si se veían por televisión iba a quedar mal, iban a pensar que estaba dopándome. ¡Una tontería!”.

Germany's Alexander Zverev plays a backhand return to Spain's Rafael Nadal during their men's semi-final singles match on day thirteen of the Roland-Garros Open tennis tournament at the Court Philippe-Chatrier in Paris on June 3, 2022. (Photo by Thomas SAMSON / AFP)
Alexander Zverev, durante el último torneo de Roland Garros - Créditos: @THOMAS SAMSON

“La diabetes y el deporte se llevan bien; el diabético que puede hacer actividades físicas controla mejor su enfermedad. Muchos deportistas profesionales con diabetes, al entrenar todos los días, reducen sus consumos de insulina y mejoran. Y tienen menos riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares”, le contó, en su momento a LA NACION, el doctor Roberto Peidró, cardiólogo y especialista en medicina en el deporte.

El reciente anuncio de Sascha Zverev en Instagram tuvo una inmediata reacción y aceptación en el mundo de las raquetas. Y uno de los comentarios más sentidos fue el del propio Aragone, claro: “Me encanta esto. ¡Estoy tan feliz de ver que usa su plataforma para ayudar a la comunidad de diabetes! Felicidades hermano”. También Novak Djokovic celebró las palabras del germano y la creación de la fundación. Señalado, en otro momento, por las acusaciones de violencia de género que realizó su exnovia, esta vez Zverev (ganador de 19 títulos y finalista del US Open 2020) fue noticia pero por una causa valiosa que, además, intenta generar conciencia.