Zona sur. Crece la cantidad de personas que hacen deporte al aire libre

La luz del sol ya ausente, un ciclista perfectamente equipado llega a la entrada del Parque Eva Perón, en Lanús, pero no consigue ingresar. Mientras, otros amantes del ciclismo se esfuerzan por mejorar sus rendimientos en el parque. Si bien el espacio verde está poblado de vecinos que hacen distintas actividades, se trata de los que entraron antes de las 19, el límite para acceder, y pueden permanecer hasta su cierre, a las 20. El ciclista se va tranquilo aunque deberá posponer para otro día sus ganas de pedalear en el velódromo. En este lugar de Lanús, como en otros espacios abiertos del sur del conurbano, la actividad física se impone como denominador común en el movimiento casi habitual que registran las calles de los distritos, mientras la amenaza de la pandemia sigue vigente.

"Viene más gente con el calor. Tenemos protocolos, no se puede jugar a la pelota, pero sí caminar, correr, andar en bicicleta o en rollers", comenta a LA NACIÓN Julio Romero, que recibe a los vecinos en la puerta de este parque que tiene, enfrente, una plaza, donde también se congrega gente. Según informan los encargados del lugar, la concurrencia oscila entre las 2000 y las 3000 personas cuando el clima acompaña, acercándose a niveles previos a la pandemia.

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En la Plaza Libertad, en Lomas de Zamora, la caminata es una de las actividades que pueden observarse. Se juntan grupos de entrenamiento, de cuatro o cinco personas, con los elementos para recrear una actividad similar a la de un gimnasio, como mancuernas, barras y cintas elásticas. Además, se puede ver hasta algún improvisado guanteo de boxeo en una esquina del espacio verde. "Vengo a la mañana y hago un circuito [de caminata]", señala Gerardo Tempone, que el jueves por la tarde está en la plaza con sus perros.

"Nos encontramos con este espectáculo", sintetiza a LA NACIÓN Alfredo Leguizamón, que cuenta que es la primera vez que decide pasar un rato frente al río, en Quilmes, desde que comenzó la pandemia y se impusieron las restricciones de la cuarentena. Está sentado en un banco y observa la actividad de los aficionados al kitesurf, que aprovechan la jornada ventosa para calzarse sus equipos de neoprene y subirse a sus tablas, en otra variante de las actividades físicas que unen a distintos puntos de la zona sur en los que se vuelven a frecuentar algunas rutinas.