Yunior García: Se puede hacer mucho en el exilio, pero querría estar en Cuba

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A. Pérez Meca / Europa Press/Europa Press

Yunior García se mantiene firme ante su cometido cinco meses después de llegar a España, quiere quitar “las máscaras” a la “dictadura” cubana desde un “exilio” en el que, dice, “se puede hacer mucho”, aunque su mayor deseo siga siendo “estar en Cuba”.

A la espera de recibir asilo político en España, cuenta en una entrevista con EFE que en este tiempo ha estrechado lazos con la oposición venezolana y nicaragüense en Madrid, que, a su juicio, “sufren las mismas consecuencias” que las de su país.

También se refiere a la propia disidencia cubana en el exilio, y aunque pide “defender” la “diversidad” de opiniones en el movimiento, cree que “hay que pasar por encima de las diferencias” que “a veces” les lleva a “pelear” internamente.

“En nuestro país no tenemos la democracia ni la libertad para expresar esas diferencias, tenemos que conservarlas, pero llegar a unos mínimos acuerdos, a un plan en común para ver cómo le devolvemos a Cuba la democracia y la libertad”, considera.

AFIANZAR LAZOS CON OTRAS OPOSICIONES

El activista asegura que “nunca pensó” dejar la isla pero valora el hecho de que “vivir el exilio” le ayuda ahora “a entenderlo”.

“No siempre entendí por qué en Miami actuaban de una forma tan dura, pero es que el régimen te va amargando, te van llenando de rabia”, subraya.

En Madrid, García se ha reunido varias veces con el opositor venezolano Leopoldo López y ha coincidido con los escritores nicaragüenses Gioconda Belli y Sergio Ramírez.

“Estamos tratando de hacer una unión de artistas por la libertad, contra las dictaduras en la región, porque son tres dictaduras que trabajan de manera muy coordinada y la oposición de estos países no es solo que no esté dividida a lo interno, sino que no tenemos lazos sólidos”, apunta.

García y su pareja, que salió de Cuba con él, solicitaron en febrero asilo político en España y se encuentran “a la espera” de una resolución.

“Es bastante obvia la represión que sufrimos en Cuba, regresar sería un peligro para nuestras vidas, mi caso sigue abierto, si pongo un pie en el aeropuerto iría preso”, advierte.

DERECHO A REGRESAR

García se mantiene firme en pedir que el Gobierno cubano deje regresar a la Isla a los que se fueron por razones políticas, y también la libertad de los presos detenidos en las manifestaciones de julio del pasado año.

“El derecho de regresar a tu país Cuba lo viola impunemente desde hace mucho tiempo, pero ahora se cayeron las máscaras”, incide.

Enumera de corrido la lista de artistas actualmente presos en la isla y no se olvida de Luis Manuel Otero Alcántara y Maikel “Osorbo”.

“Luis Manuel está preso por ser artista, su vida está en riesgo, lleva varios ayunos y no pasa nada, y Osorbo está enfermo y el Gobierno no hace nada, en el mundo hay muchos que gritan sí, que los liberen, pero en realidad hay muy poco que hacer”, lamenta.

EL ESTALLIDO SOCIAL PODRÍA REPETIRSE

“La situación está peor que antes, el régimen ha probado fuerza y ha visto que no pasa nada, el mundo está tan inmerso en tantos conflictos y en tantas polémicas que está de manos atadas”, opina el dramaturgo, que advierte de que puede darse una “violencia general”: “no nos dejan otro camino que no sea rebelarnos, el régimen no está dispuesto a dialogar porque pierden, no tienen argumentos”.

En ese sentido, critica que el país tenga “un asiento” en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas: “es absurdo, es como que un violador sea juez de un caso de delito sexual”.

Asimismo, lamenta el goteo constante de salidas de compatriotas de la isla: “muchos jóvenes que ante la ola de represión solo encuentran la opción de emigrar, esta ola supera la de los balseros en los 90, estamos perdiendo vidas”.

Y pide que aunque “hablar de Cuba no esté de moda”, no se haga “zapping” con “el sufrimiento de los cubanos”. La humanidad tiene una responsabilidad con las historias que no se han cerrado y Cuba es una herida que sigue completamente abierta“, asevera.

Cinco meses después de abandonar la isla, el artista quiere empezar a trabajar en España, pero sin dejar de lado su activismo, ya que, según dice, ”ser cubano es una enfermedad crónica“.