Yucatán: Habitantes de Sitilpech protestan contra granja porcícola; denuncian represión y agresiones de policías

Cuartoscuro Archivo
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Policías estatales y municipales reprimieron y agredieron físicamente a integrantes del frente La Esperanza de Sitilpech, en Yucatán, quienes se manifiestan en contra de una megagranja de cerdos.

La asociación civil Kanan Derechos Humanos denunció que, incluso, los elementos de seguridad han robado celulares para evitar que se documente la agresión.

Por la mañana se reportó que los policías colocaron guardias en la entrada de la comunidad de Sitilpech, en Izamal, Yucatán.

Los habitantes de la comunidad se han organizado desde 2021 ante el impacto negativo de las granjas de cerdos que les impusieron en su territorio y que han provocado problemas graves de contaminación en sus pozos de agua, en los cenotes, en la producción agrícola local, al ecosistema, biodiversidad, salud y a las formas de organización social y de vida del territorio maya.

En abril de 2022, la comunidad logró que un juez concediera la suspensión de la granja, pero finalmente un Tribunal desechó el amparo promovido por el colectivo La Esperanza de Sitilpech, que mantenía la granja cerrada.

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De acuerdo con los habitantes, desde el pasado 10 de febrero, de manera pacífica, se impidió el paso de un camión de la empresa Kekén que transportaba 500 cerdos para engordar en la granja. Semanas antes esta empresa comenzó a mandar camiones con cerdos para reactivar sus labores.

“Por eso nosotros hemos tomado la decisión de empezar un campamento de bloqueo frente a su megagranja. Ese bloqueo es respaldado por el pueblo organizado y que lucha. Ni una megagranja más, exigimos un alto a los abusos del gobierno del estado y municipal coludido con empresas, queremos que se vayan de nuestro pueblo”, señalaron en un comunicado.

Las granjas porcícolas 

Decenas de granjas porcícolas en Yucatán cometen diversas irregularidades contra el medio ambiente, según un informe de Greenpeace,  invaden zonas protegidas, contaminan el agua utilizada por las comunidades y también de los cenotes, causan deforestación y violentan derechos ya que no se consultó antes de su instalación.

Vecinos de comunidades cercanas, como Kinchil, Maxcanú, Opichén y Chololá, en Yucatán, denuncian molestias provocadas por estas industrias como malos olores y problemas con el tránsito de los camiones. Todos tienen miedo de que los desechos de los cerdos puedan afectar al agua que consumen.

Las granjas porcícolas son uno de los principales activos económicos en la península de Yucatán. Según Greenpeace aquí se establece el 14% de las granjas porcícolas de la República y el 9% de la producción del país, con un crecimiento anual del 4.5%, solo por detrás de Jalisco y Sonora, pero esta industria provoca diversos daños en el medioambiente, como la pérdida de la biodiversidad.

Por ejemplo, el 45% de las granjas están ubicadas sobre selva seca y el 31% del territorio que ocupa esta actividad fue deforestada, lo que implica que se haya arrasado con más de un diez mil hectáreas y 20 de las 200 especies de planta endémica estén en peligro.