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Yordan Álvarez y Yuli Gurriel van a ser mis hermanos de por vida, afirma pelotero cubano de visita en Miami

En su primer viaje a Houston desde que llegó a Oakland, Aledmys Díaz recogió su anillo de campeón mundial y se fundió en un abrazo con Yordan Álvarez. En su primer viaje a Miami enfundado en un nuevo uniforme acumuló otro efusivo encuentro con Yuli Gurriel.

Aunque el slugger de Las Tunas sigue con los campeones y el durable veterano de Santi Spíritus es parte de los Marlins, Díaz asegura que siempre seguirán siendo sus hermanos pase lo que pase porque nadie ni nada podrá romper ese vínculo creado por los tres peloteros cubanos.

Díaz, quien habló con la prensa que cubre el béisbol, no ha comenzado de la mejor manera posible su nuevo capítulo con los Atléticos debido a lesiones, pero ahora que se encuentra saludable otra vez espera que el juego diario sea la receta perfecta para incrementar su aporte al equipo ya sea con números o con experiencia.

¿Cómo valoras lo que va de temporada en este 2023?

“Es una experiencia diferente, al llegar a un equipo que está en renovación, con peloteros jóvenes, pero todos están con el deseo de seguir mejorando. De modo que es un nuevo reto en mi carrera. Estoy contento con este grupo y creo que estamos jugando mejor a la pelota en los últimos días’’.

Empezaste bien, pero sufriste una lesión.

“Sí, desafortunadamente en la segunda mitad de la temporada sufrí una lesión en el tendón de la corva izquierda, pero gracias a los entrenadores nos pudimos recuperar en 10 días. Ahora se trata de coger el ritmo del juego y al tener la oportunidad de jugar todos los días, eso me ayuda mucho’’.

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No es fácil pasar de ser campeón a venir a un equipo abajo en la tabla.

“Estoy muy agradecido con la oportunidad que me dio Oakland. Desde que ingresé en la agencia libre estaban muy involucrados. Es una experiencia diferente, pero en esta etapa de mi carrera me siento bien ayudando a los muchachos jóvenes. Mi experiencia puede ayudar mucho a esos muchachos. En la segunda mitad de la temporada ya verán los cambios’’.

Siete temporadas, anillo de Serie Mundial, ¿qué te queda por hacer?

“Es una bendición cada vez que uno tiene la oportunidad de ponerse un traje de Grandes Ligas. Mientras mi cuerpo siga amaneciendo con deseos de jugar al béisbol y dándome la oportunidad de jugar a este nivel, lo seguiré haciendo. No lo tomo a la ligera. Sé lo difícil que es estar a este nivel. Seguiré disfrutando día a día y esperamos llegar a los 10 años. Esa es la meta de todo pelotero’’.

Hace poco viste a Álvarez y hoy abrazaste a Gurriel.

“Estuve hablando con Yuli en la mañana. Es difícil después de haber jugado cuatro temporadas con ellos, pero sabemos como es el béisbol. Hoy estamos aquí y mañana en otro lado. Con las experiencia que vivimos juntos vamos a ser hermanos de por vida. Esa relación no va a cambiar. Sigo apoyado a Yordan y a Yuli dondequiera que estén’’.

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Has enfrentado mucho: lesiones, trabajo para encontrar tiempo en el terreno...

“¿Qué puede ser difícil para un cubano? Solamente salir de Cuba y dejar la familia atrás, y en mi caso no poder regresar a Cuba en 10 años es un reto tremendo, como lo es cada día en este nivel, pero son experiencias que te nutren como ser humano. He tenido altas y bajas, pero eso es parte de la vida. Lo importante es aprender de todo eso’’.

Esta fue la casa de José Fernández, ¿lo sigues recordando?

“Todos los días. Crecimos en el mismo barrio, desde los cinco años juntos. Es difícil venir a Miami y a este estadio donde logró tantas cosas. Estoy representándolo a él todos días, saliendo a jugar el béisbol fuerte. Eso es lo menos que podemos hacer por él’’.