¿Y si los antioxidantes promueven la extensión de un cáncer en lugar de evitarlo?

¿Y si los antioxidantes promueven la extensión de un cáncer en lugar de evitarlo?

Los antioxidantes son buenos para nosotros. Todos lo hemos oído: los antioxidantes, tanto los que tomamos con la dieta como en suplementos, son necesarios para nuestra salud. Protegen a nuestras células, y luchan contra el cáncer. Pero resulta que la cosa es más complicada: también ayudan al cáncer a sobrevivir y colonizar otros tejidos.

Y no es que lo diga únicamente un estudio. Son dos, uno centrado en la relación entre antioxidantes naturales y células tumorales, y el segundo considerando el efecto de antioxidantes externos – como los suplementos vitamínicos – y la metástasis.

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En realidad, si lo pensamos bien, tiene sentido. Los antioxidantes ayudan a las células tumorales del mismo modo que a las células sanas. Evitan que los radicales libres, sustancias oxidantes que se forman durante el metabolismo normal de la célula, produzcan daños en esta. Y no diferencian entre una célula tumoral y otra que no lo sea.

Hasta aquí todo es simple y sencillo. Entender en qué ayuda a los cánceres a extenderse y por lo tanto colonizar otros tejidos es algo más técnico, pero no mucho más complicado. Vamos a tratar de simplificarlo todo lo posible.

El factor clave en todo este proceso es una proteína llamada Bach1. Los dos estudios han encontrado una relación entre los antioxidantes y la producción y mantenimiento de esta proteína. Pero, ¿qué tiene la Bach1 de especial?

La Bach1 sirve como control que “enciende” una serie de genes que hacen más eficaz el consumo de glucosa por parte de la célula. Que es justo lo que necesita un tejido, como el tumoral, para crecer: tener energía suficiente para crecer.

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Y también es la razón de que se colonicen otros tejidos y tenga lugar la metástasis. Para que este proceso ocurra, primero tiene que haber suficientes células. Cuando ya son suficientes, por una simple cuestión de casualidad o mala suerte, el tumor se extiende.

Pero no todo son malas noticias. Porque conocer el mecanismo por el cual los antioxidantes favorecen a las células tumorales también sirve para saber cómo atajar el problema y tratar de luchar contra él. Ofrece mecanismos e ideas para nuevos tratamientos.

Y aunque no debería hacer falta decirlo… los antioxidantes protegen a los tejidos antes de que se produzcan los tumores. Así que hay que tomarlos, tal y como se hace hasta ahora.