¿Y si las tumbas prehistóricas fuesen telescopios sin lentes?

La imagen superior muesra una tumba megalítica de 6000 años de antigüedad situada en Portugal. Hasta ahora se creía que estas construcciones tenían una finalidad ritual, sin embargo un equipo de arqueólogos de la Universidad de Gales acaba de proponer una nueva teoría basada en la orientación de un conjunto de tumbas lusas. ¿Y si estos tuneles de piedra fuesen en realidad telescopios sin lentes?

Para los investigadores británicos, la finalidad de estas construcciones podría haber sido la de mejorar la visibilidad de una porción específica del cielo de quien se situase en su interior. En concreto creen que la estrella perseguida podría ser Aldebarán, el astro rojo que es el punto más brillante de la constelación de Tauro.

Esta estrella podría haber tenido una gran importancia para las antiguas comunidades de pastores, ya que su aparición en el cielo hace 6000 años se daba a finales de abril o principios de mayo. Para el doctor Fabio Silva, de la Univesidad de Gales Trinity Saint David, este astro podría indicar de forma inequívoca que había llegado el momento de mover al ganado hacia los pastos de verano en las tierras altas.

Las condiciones del túnel, podrían haber dotado a los observadores que se adentrasen en él de unas vistas ventajosas a la hora de detectar la aparición en el cielo de Aldebarán. Es por ello que los arqueólogos creen que, probablemente, los constructores de estas tumbas las empleaban también en sus ritos de paso (símbolos de la transición de un estado a otro en la vida de la comunidad).

Tal y como el equipo de investigadores acaba de hacer público en una reunión de la Sociedad Astronómica Nacional del Reino Unido, estas tumbas podrían estar involucradas en la revelación de un secreto astronómico para los iniciados.

La clave está en que este pasaje a la tumba, con su largo corredor, podría actuar como un telescopio que no tiene lentes. Este tubo podría otorgar varias ventajas al observador que se situase en su interior, que estaría en condiciones de ver la aparición de Aldebarán antes que los que se situasen fuera.

La idea es que estando dentro, en un corredor que apunta hacia el horizonte, la atención del observador se centra en una porción concreta del cielo. Además, las paredes del túnel bloquean los primeros rayos del amanecer. Por último, la oscuridad del interior haría que la vista del observador se agudizase, adaptada como estaba a la falta de luz.

Sumando todas estas ventajas, el observador del interior del túnel podría estar en disposición de ver aparecer a Aldebarán días antes (o incluso una semana) que el resto de miembros de la comunidad.

Para intentar probar su teoría, los investigadores británicos van a emular las condiciones de la observación de Aledbarán de manera experimental. Si se confirmase, una vez más los antiguos volverian a sorprendernos con su ingenio a pesar de la ausencia de tecnología.

Me enteré leyendo The Guardian.