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Wang Quanzhang: "Quiero que el Gobierno chino use su poder respetando la ley"

Pekín, 28 abr (EFE).- Al abogado chino Wang Quanzhang (Rizhao, 1976) la palabra le cuesta: ha estado casi cinco años privado de libertad, buena parte de ellos incomunicado, y su salud física y mental se ha deteriorado durante el internamiento.

No quiere hablar de su tiempo encerrado acusado de "subversión contra el poder estatal" ("podría acarrearme problemas", dice) pero sí articula alto y claro que jamás infringió norma alguna: "Quiero que la Policía y el Gobierno hagan uso de su poder de forma acorde a la ley, no de cualquier manera, para limitar mi libertad", cuenta en una entrevista telefónica con Efe.

Después de estar separado de su familia desde el 10 de julio de 2015 -cuando fue detenido en una redada conocida como "709" en la que las fuerzas de seguridad chinas arrestaron a varios centenares de abogados y activistas-, Wang pudo regresar este lunes a su hogar, en Pekín, junto a su familia.

PREGUNTA: ¿Cómo se encuentra ahora que ha podido por fin reunirse con su familia después de casi cinco años?

RESPUESTA: Es un proceso largo. El 5 de abril, fui liberado (las fuerzas de seguridad le llevaron a su antigua vivienda en la ciudad oriental china de Jinan, donde permaneció primero en cuarentena de 14 días y después, bajo vigilancia). Y en este tiempo nos hemos podido ver por videollamada. Antes, cuando estaba en la cárcel, nos podíamos ver al otro lado del cristal. No ha sido todo de una vez, sino como un proceso prolongado.

Después de llegar a casa, por primera vez en cinco años, abracé a mi esposa y mi hijo, y me sentí muy emocionado. No fue una situación fácil.

P: ¿Qué sintió y qué pensó al entrar a su hogar?

R: Cuando entré en casa sentí algo muy diferente a cuando estaba en Jinan. Aquí (en Pekín), me siento en casa, no como allí. Esto es un hogar y aquello no.

P. ¿Cómo se encuentra física y mentalmente?

R. Físicamente, tengo alta la tensión y el azúcar en sangre un poco alto también. Y no oigo muy bien por una inflamación del oído. Asimismo, tengo problema en un diente, pero no es grave.

Mentalmente, el 5 de abril, cuando salí de la cárcel, me di cuenta por ejemplo de que tecleaba muy lento en el móvil. También, me siento alejado de la sociedad, pero básicamente no tengo problemas.

Psicológicamente, no me he acostumbrado hasta ahora. Necesito un tiempo. Primero necesito saber qué ha pasado en el mundo durante estos cinco años. Tengo que formarme una opinión.

P. ¿Por qué cree que ahora sí le han dejado juntarse con su familia?

R. Mi mujer (la activista Li Wenzu) ha tenido un ataque de apendicitis (el pasado fin de semana), pero ahora está mejor. Yo insistí (a los agentes de seguridad) para que me dejaran regresar a Pekín para cuidar a mi mujer y mi hijo porque, si no, nadie podría cuidarles. Gracias también a los esfuerzos de otra gente, la Policía de Jinan me mandó al fin a Pekín.

P. ¿Le han puesto alguna condición para permitirle estar con su familia?

R. Sí. Me hicieron escribir una declaración en la que me comprometo a no llevar a cabo acciones contrarias a la ley, al sistema o la estructura del país.

La Policía no quiere que acepte entrevistas pero yo no estoy de acuerdo, porque según ellos me han quitado los derechos políticos (está privado de ellos hasta 2024). Yo pienso que la entrevista no es un derecho político, sino que es parte de los derechos humanos.

Como ustedes están prestando atención a mi caso y son amigos de mi esposa, también son amigos míos. Entonces, es normal que después de regresar a casa hable con mis amigos y les avise de que estoy bien.

P. ¿Entonces podrá quedarse en casa mientras cumpla esas condiciones?

R. Yo espero que sí, pero nadie sabe, porque hay mucha incertidumbre.

P. ¿Tiene miedo?

R. Claro que sí. No quiero que me vuelvan a separar de mi familia. Quiero evitarlo. Pero como he estado en la cárcel durante casi 5 años, ya no hay nada que me preocupe, porque he experimentado de todo.

Pero quiero que la Policía también haga todo según las leyes. La Policía y el Gobierno tienen que hacer uso de su poder según la ley, no de cualquier manera, para limitar mi libertad.

Si se comportan así, todo irá bien y no habrá problemas.

P. ¿Sabe si le están vigilando ahora? ¿Cree que le vigilarán en el futuro?

R. No lo sé. No quiero pensar en eso. Si me vigilan en el futuro, me da igual.

P. ¿Qué opina sobre su acusación por "subversión" y sobre su juicio?

R. Recuerdo claramente a los jueces del Tribunal de Tianjin. Uno se apellidaba Li y el otro, Zhou. Son los típicos de vieja escuela que no son objetivos, que juzgan de forma incorrecta e injusta. Conocían muy bien mi caso, pero igualmente actuaron de esa manera.

Por supuesto que no estoy de acuerdo con la acusación ni con la condena. Según la ley, uno es criminal si actúa de manera contraria a ésta, pero mi comportamiento siempre ha estado dentro de la ley.

En 2016, el Gobierno aprobó una nueva ley sobre las actividades de las ONG en China. Según esa ley, mi comportamiento no es delictivo. Pero el tribunal dijo que sí, que desde 2009 a 2012 sí lo fue. Y la ley no es retroactiva... Puede que ahora no pueda expresarme muy claramente...

P. Entonces, ¿por qué cree que le condenaron a 4 años y medio de cárcel?

R. No he infringido la ley jamás. No te lo puedo explicar en dos frases. Lo publicaré en una declaración detallada en el futuro.

P. ¿De qué tipo de casos se ocupaba antes de su detención?

R. Defendí a algún miembro de Falun Gong (un grupo espiritual prohibido en China desde 1999), a tibetanos...

P. ¿Podría hablarnos sobre el tiempo que pasó encarcelado?

R. He estado encarcelado en seis lugares distintos. No puedo resumirlo y tampoco quiero decir más por si me acarrea problemas o hay malentendidos.

P. ¿Qué diferencias nota entre el Wang Quanzhang de antes de la detención y el de ahora?

R. Uf, ha sido como cruzar como un túnel espacio-tiempo... y no me acostumbro a la sociedad.

Pero ahora estamos juntos como una familia. Le debo mucho a mi mujer, porque ha estado sin mi compañía estos años, ha luchado por mi caso y me siento muy orgulloso. Quiero estar con mi familia.

P. ¿Cuál ha sido el momento más duro que recuerda en todo este tiempo?

R. El primer medio año después del arresto. Cada minuto era sufrimiento para mí y para mi familia.

Antes, mi trabajo me ocupaba mucho tiempo, viajaba mucho. Pero de repente me detuvieron y no tenía contacto con el exterior. Un día (los carceleros) me mostraron una foto de mi hijo cuando tenía dos años y medio, y me desmoroné. Se le veía muy pequeño, mirando hacia arriba... sufrí mucho.

P. ¿Qué planes tiene a partir de ahora? ¿Qué le apetecería hacer, además de estar con su familia?

R. Es gracioso porque, cuando estaba en la cárcel, veía una publicidad de baijiu (un tradicional aguardiente chino). Y en la cárcel podía comer, pero no podía tomar baijiu, y tenía ganas de tomar baijiu. Pensaba que cuando saliera de la cárcel iba a beberme todas las marcas de baijiu de China.

Y un amigo, al salir yo de la cárcel, compró brandy. Cuando lo probé, pensé que no tenía tantas ganas de beberlo. Cuando no lo tienes, lo deseas. Pero cuando lo tienes, ya no te importa. Antes de la cárcel, casi no había probado el baijiu, y no estaba acostumbrado.

Ahora también quiero ir al médico y tomar medicina tradicional china para mejorar mi salud. Y visitar a mis padres.

P. ¿Seguirá trabajando como abogado?

R. Me revocaron la licencia, así que será difícil.

Javier Triana

(c) Agencia EFE