Wahrol-Basquiat, una obra única pintada a dúo y al mismo tiempo sobre el mismo lienzo
Todo empezó como una 'cita a ciegas', en octubre de 1982, con un encuentro orquestado por su galerista común Bruno Bischofberger, en la Factory, para una unión de conveniencia artística.
Pero el 'flechazo' entre los 2 artistas fue inmediato. Jean-Michel Basquiat se marchó del taller de Andy Warhol y tan solo dos horas después uno de sus ayudantes le entregaba el cuadro con el título original en español 'Dos Cabezas'.
Una declaración de admiración y amistad, que dejó a Warhol soprendido por la rápidez de ejecución de la obra, además de por su calidad.
Warhol respondería con varios retratos de Basquiat, representado cual David de Miguel Ángel.
La ansiada colaboración propiciada por Bischofberger se hizo realidad con un tercer artista, el italiano Francesco Clemente. Pero tras realizar 15 obras, el trio se separa, a finales de 1983, para reducirse a un dúo.
El veterano Wahrol y el emergente Basquiat
El veterano Warhol, cuya notoriedad empezaba a eclipsarse, y el joven Basquiat, estrella emergente del movimiento 'underground' y en busca de una fama más universal, van a llevar a cabo una experiencia única para dos artistas reconocidos: pintar mano a mano y al mismo tiempo en un mismo lienzo. En la anterior etapa, con Clemente, cada uno plasmaba sus ideas por separado según el principio del cadáver exquisito de los surrealistas.
La simbiosis entre los dos artistas es tal que a partir de 1984, se van a reunir casi cada tarde para pintar juntos. Según Basquiat más de 1 000 obras nacieron de esta fusión, en realidad serían unas 160, casi todas ellas de gran formato; 80 de estos cuadros, además de otras obras individuales de cada uno y de otros artistas, se pueden admirar en la exposición que les dedica la Fundación Louis Vuitton, en París hasta el 28 de agosto.
Warhol era normalmente quien empezaba la obra y dejaba huecos para Basquiat que, a veces, como un niño travieso, pintaba por encima; mientras que cuando Basquiat era el primero, Warhol respetaba su espacio.
Una complicidad en la relación que se aprecia también en un vídeo proyectado en la exposición; Andy Wahrol, 32 años mayor que Jean-Michel Basquiat, le regaña por sus salidas hasta altas horas de la madrugada, aunque él también era un habitual de las fiestas neoyorquinas de los años 80 en las famosas discotecas que marcaron esa época.
Los dos se incentivaban mutuamente, Basquiat pintaba a veces en el suelo, mientras que las paredes eran ocupadas por Wahrol para mantener el ritmo, este incluso retomó los pinceles que había abandonado desde mediados de los sesenta en favor de la serigrafía.
Los logos fetiches de Wahrol, símbolo de un capitalismo triunfante, se unen a los grafiti de Basquiat, con fuertes reivindicaciones sociales y políticas; a veces contrapuestos, a veces complementarios en un dialógo pictórico.
Hasta el punto que sus técnicas llegan a confundirse en sus últimas obras, como en la percutante instalación 'Ten punching bags', 'Diez sacos de boxeo' con diez rostos de Jesús, para denunciar otras tantas injusticias como el racismo y la violencia, en una década marcada además por la epidemia del sida, que mató a muchos de sus amigos.
Una obra que Wahrol conservó en su posesión hasta su muerte.
'Paramount' que alude al viaje del entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, a China en 1984, es otro ejemplo de esta perfecta síntesis.
Tocando temas más triviales, 'Eiffel Tower', que representa al icónico monumento parisino rodeado de ranas, 'frogs' en inglés, como los anglosajones suelen denominar despectivamente a los franceses, muestra que la picardía de Basquiat también contagió a Wahrol.
En 1985, Andy Wahrol le revela a Bruno Bischofberger que él y Jean-Michel Basquiat han estado pintando juntos y le pide que les organice una exposición. Esta tendrá lugar en la galería Tony Shafrazi de Nueva York, en septiembre.
El público aprecia la nueva pareja artística; los críticos de arte, todo lo contrario.
El 'Times' tilda incluso a Basquiat de 'mascota' de Wahrol. Decepcionado, el joven artista frena la colaboración hasta su cese total.
Pero la amistad, aunque más distante, perdura.
La muerte de Andy Wahrol en 1987 tras una operación es un choque para Basquiat; le dedica 'Gravestone', un tríptico mortuorio libremente inspirado en las obras religiosas del catolicismo, la fé que Wahrol profesaba. Solo le sobrevive 18 meses. Fallece de una sobredosis con 27 años.
Sus cicatrices de la vida, las llevaban también en su cuerpo.
En mayo de 1968, Basquiat es atropelllado por un coche, en estado grave le tienen que extirpar el bazo; en junio de 1968, una mujer dispara sobre Warhol, casi pierde la vida. Ambos conservaron los puntos de sutura en sus vientres; Wahrol nunca los mostraba, Basquiat los exponía, incluso en sus pinturas.