¿Volverá a vivir TVE su época dorada con OT?

TVE ha decidido rescatar Operación Triunfo tras quince años de su exitosa primera edición.

La estela de Rosa, Chenoa, David Bisbal o David Bustamante ha seguido su curso desde que dio inicio al siglo XXI. El estrellato de los jóvenes que un día soñaron con ser estrellas ante la atenta mirada de más de 5 millones de espectadores hizo de TVE una fábrica de dinero y talento.

Entre las manos de la ambiciosa Gestmusic y la colaboración de TVE se está engendrando un proyecto. El nuevo Operación Triunfo ya está sobre la mesa y ha recibido luz verde, lo que quiere decir que antes de 2018 tendremos en nuestras pantallas a una nueva generación de triunfitos dispuestos a revivir el formato que se consumió. Y su consumición fue una verdadera pérdida. ¿O no?

Volvemos atrás en el tiempo, año 2003, la segunda edición de OT surge con el ansia de superar a la primera. Un hecho que fue inviable. El resurgir de aquellos nuevos talentos no dejó nada más que una duradera relación entre Miguel Ángel Silva y Mireia, de OT1; una primera expulsada llamada Mai Menesses que posteriormente resurgiría como la talentosa Nena Daconte; una representante a Eurovisión llamada Beth que no volvió a pisar un escenario y una ganadora insulsa que si te digo que se llamaba Ainhoa te quedas con la boca torcida.

Las demás ediciones fueron plato de mal gusto. TVE perdía audiencia y espectadores, y entonces se le abrió una posibilidad: la productora, Gestmusic, ofreció a la cadena empezar a emitir 24 horas de lo que ocurría en la casa en directo. En otras palabras, cambiar el concepto “escuela” de OT para transformarlo en un “reality show” con todas sus características mórbidas. Como era de esperar, esta idea no contó con la aprobación de los directivos bajo ninguna circunstancia. ¿Cuál fue la solución? Vender el formato a alguien que estaría totalmente dispuesto a hacer del morbo un espectáculo. Y así fue como OT terminó en Telecinco.

La era Risto Mejide llegó con tal decisión. OT dejó muy atrás la emoción y la calidez blanca del formato que había conseguido reunir a tantas familias en 2001 frente a la pantalla, y que hizo que el fenómeno Eurovisión volviera a nacer en España. Y lo transformó en un devenir de situaciones que ponían a los concursantes al límite. Aquello duró unos años, concretamente hasta 2011, año en el que cayó por su propio peso. OT decía adiós, a pesar de las advertencias de compañeros y profesores, quienes recordaban que OT nunca moriría.

Tenían razón.

Dicen que todo lo que triunfa y pasa de moda, acaba volviendo. Lo mismo que los peinados sesenteros, la moda OT regresa a nuestras pantallas y podría suponer una fuerte competencia para la parrilla de los gigantes Mediaset y Atresmedia. Porque, de hecho, no llega solo. A los nuevos triunfitos pronto se les unirán formatos como Noche de Fiesta y Grand Prix, que la cadena pública también ha firmado para recuperar.

Se lleva especulando desde hace algunos años que la caída de TVE iba a ser dura pero inminente, que no se modernizaban y que eran incapaces de competir con las privadas. Puede que los directivos hayan entendido las indirectas, decidiendo que, si tan incapaces son de avanzar, ¿por qué no retroceder?

La era dorada de TVE vuelve. Que vaya a lograr lo mismo que entonces… eso lo determinará, exclusivamente, su nostálgica audiencia.

Imágenes: ©TVE © Mediaset España