Volkswagen, bajo presión para dar respuestas a escándalo antes de plazo límite

Por Andreas Cremer WOLFSBURGO, Alemania (Reuters) - La primera reunión que celebrará el miércoles la junta directiva de Volkswagen con Hans Dieter Poetsch como presidente podría ser la más importante para él, horas antes de que se cumpla un plazo fijado por reguladores alemanes y de que el máximo ejecutivo de la empresa en Estados Unidos testifique ante el Congreso. Más de dos semanas después de que la automotriz admitió haber mentido en las pruebas de emisiones de gases realizadas en Estados Unidos, Poetsch será nombrado al frente de la junta supervisora de 20 miembros en un encuentro especial en la sede de la firma en Wolfsburgo. Fuentes próximas a la compañía indicaron que es probable que la reunión, prevista para las 0700 GMT, dure varias horas, debido a la cantidad y la gravedad de los asuntos a tratar. La mayor automotriz europea está bajo una gran presión para hallar a los responsables de instalar el software en los motores diésel que amañó las pruebas, informar cómo serán reparados los autos afectados y el tamaño del engaño en Europa. La mayor crisis en los 78 años de historia de Volkswagen recortó en un tercio el valor de mercado de la empresa y forzó la renuncia de su veterano presidente ejecutivo. El martes, más de 20.000 trabajadores se reunieron en la planta de Wolfsburgo para escuchar al presidente ejecutivo, Matthias Müller, que se dirigió a ellos por vez primera desde que sustituyó a Martin Winterkorn hace dos semanas. "Superaremos la crisis", dijo Müller a los empleados, muchos de los cuales llevaban camisetas impresas para la ocasión con la consigna "un equipo, una familia" en apoyo de la compañía. Müller advirtió que todos los proyectos e inversiones serán revisados y que habrá "masivos recortes". No obstante, la capacidad de VW de recuperarse también podría depender de lo que ocurra en dos fechas claves de esta semana: el supervisor germano KBA fijó el miércoles como plazo límite para que presente un plan de cumplimiento de las leyes de emisiones y el máximo ejecutivo de la firma en Estados Unidos, Michael Horn, testificará el jueves ante un panel parlamentario. ENGAÑO Desde que se conoció el engaño el 18 de septiembre, la firma ha recibido muchas críticas por su lenta respuesta. Aunque el 22 de septiembre admitió que hay 11 millones de vehículos diésel con el software ilegal en todo el mundo, no informó a sus clientes hasta el viernes sobre si sus autos y camionetas están afectados, aunque no ofreció detalles sobre si afectará al consumo de combustible y sus prestaciones. Analistas e inversores están ansiosos por saber si Volkswagen amañó también las pruebas en Europa. El Ministerio de Transporte alemán dijo que sí lo hizo, pero no aportó detalles. Ya que 8 millones de los 11 millones de vehículos afectados están en la Unión Europea, si también hubo engaño tendría un mayor impacto en multas y demandas que en Estados Unidos. "Necesitamos claridad sobre Europa", escribió esta semana Max Warburton, analista de Bernstein, en una nota a clientes. "Si el asunto se limita a Estados Unidos (...) las consecuencias financieras pueden ser contenidas. Pero si VW mintió también en Europa, la situación será mucho más grave". Jurgen Pieper, analista de Metzler Equities, dijo que es probable que Volkswagen reduzca sus planes de expansión en mercados emergentes como China y Sudamérica para ahorrar dinero, en lugar de recortar en investigación y desarrollo. (1 dólar = 0,8893 euros) (Reporte adicional de Caroline Copley, Jan Schwartz y Jurik Iser; escrito por Mark Potter; editado en español por Carlos Serrano)