Acusada de fraude, lo que hizo Elizabeth Holmes, la desacreditada fundadora de Theranos, aun repercute en las empresas emergentes

Elizabeth Holmes en un laboratorio de Theranos en Newark, California, el 4 de diciembre de 2015. (Carlos Chavarria/The New York Times)
Elizabeth Holmes en un laboratorio de Theranos en Newark, California, el 4 de diciembre de 2015. (Carlos Chavarria/The New York Times)

SAN FRANCISCO — En 2018, cuando Alice Zhang se dispuso a recaudar fondos para su empresa emergente dedicada al descubrimiento de fármacos, las preguntas más frecuentes de los inversionistas eran sobre Theranos, la empresa emergente de pruebas sanguíneas creada por la empresaria Elizabeth Holmes que fracasó tras verse envuelta un tremendo escándalo.

Otras personas también hacían esas mismas preguntas. Durante un evento en la Universidad de Stanford, los organizadores le pidieron a Zhang que hablara acerca de Theranos. Un asesor le comentó que cuando el tema de su empresa se mencionaba en alguna conversación, la respuesta inmediata era alguna broma relacionada con Holmes.

Comparación errada

En un principio, Zhang se sintió muy confundida. Su empresa emergente, Verge Genomics, aplica inteligencia artificial para colaborar en el descubrimiento de fármacos terapéuticos. Es un área que no se relaciona en absoluto con las actividades de Theranos, cuyo objeto era comercializar máquinas de análisis sanguíneo como herramienta para realizar diagnósticos. Encima, a Holmes se le acusó de fraude, mientras que no existe ninguna acusación en contra de Zhang.

Elizabeth Holmes, founder and former CEO of Theranos, arrives for motion hearing on Monday, November 4, 2019, at the U.S. District Court House inside Robert F. Peckham Federal Building in San Jose, California. (Photo by Yichuan Cao/NurPhoto via Getty Images)
Elizabeth Holmes (Photo by Yichuan Cao/NurPhoto via Getty Images)

Sin embargo, el patrón se hizo muy evidente. Cuando Verge Genomics recaudó fondos más adelante ese mismo año, una destacada columna especializada en el sector comparó a Zhang con Holmes. A pesar de que esas comparaciones cayeron poco a poco en el olvido conforme creció su empresa, Zhang, de 32 años, afirma que otras fundadoras relatan hasta ahora la misma historia, aunque “no veía ninguna similitud, fuera del hecho de que ambas somos mujeres y nos desenvolvemos en el área de las ciencias llamadas duras”.

Una generación de empresarias, en particular en campos como las ciencias naturales, la biotecnología y el cuidado de la salud, todavía viven a la sombra de Holmes. A pesar de que Theranos dejó de operar en 2018, Holmes todavía está muy presente en el mundo de las empresas emergentes debido a la audacia de su historia y a que ha permeado la cultura popular y dejado tras de sí una imagen, al parecer indeleble, de la manera en que las fundadoras de empresas pueden forzar ciertos límites.

Inicio brillante, final estrepitoso

La saga, digna de los tabloides, comenzó cuando Holmes lanzó Theranos a los 19 años de edad. De inmediato fue objeto de elogios y comparaciones con Steve Jobs, fama que la coronó como la multimillonaria más joven, una personalidad idolatrada que apareció en numerosas portadas de revista.

No obstante, después de que una investigación realizada en 2015 por The Wall Street Journal generó cuestionamientos en torno a sus declaraciones sobre Theranos, sufrió una caída espectacular de la gracia popular. Su implosión captó la imaginación del público y se ha relatado en un documental, un libro, un podcast y una miniserie protagonizada por Amanda Seyfried que está por estrenarse.

Ahora que Holmes se prepara para someterse a juicio ante un tribunal federal en San José, California, por supuestas estafas cometidas contra inversionistas, doctores y pacientes (la selección del jurado está programada para el 31 de agosto), algunas empresarias creen que podrían sufrir de nuevo por las ondas expansivas de este caso.

Muchas se quejaron porque, además de demostrar haberse ganado un lugar en el competido campo de las empresas emergentes, dominado por los varones, en años recientes han tenido que rebatir la percepción de que son como Holmes, situación con la que no tienen que lidiar sus colegas varones.

“De por sí teníamos estándares más elevados antes de Theranos porque no nos ajustamos al patrón”, se lamentó Falon Fatemi, cofundadora de las empresas emergentes Node, dedicada a la inteligencia artificial, y Fireside, a la distribución de medios. “Este caso solo nos complica la vida aún más”.

Una persona que habló a nombre del bufete de abogados que representa a Holmes, de 37 años, se negó a hacer comentarios sobre este tema. Holmes podría pasar hasta veinte años en la cárcel si la declaran culpable. Ramesh Balwani, antiguo director de operaciones de Theranos, también enfrenta cargos de fraude y su juicio podría arrancar el año entrante. Ambos se declararon no culpables.

Algunas empresarias dijeron que con frecuencia se les compara con Elizabeth Holmes, la desacreditada fundadora de Theranos, que pronto enfrentará juicio. (Angie Wang/The New York Times)
Algunas empresarias dijeron que con frecuencia se les compara con Elizabeth Holmes, la desacreditada fundadora de Theranos, que pronto enfrentará juicio. (Angie Wang/The New York Times)

Efecto prolongado

Para Heather Bowerman, de 36 años, el caso de Theranos ha tenido efectos prolongados. Bowerman fundó DotLab, empresa que desarrolló en 2016 una prueba para identificar la endometriosis, una enfermedad crónica. Según dijo, cuando se reúne con inversionistas, por lo regular le piden que explique en qué se diferencia DotLab de Theranos. DotLab siempre ha buscado publicar sus resultados en revistas arbitradas, cosa que Theranos no hizo nunca, señaló.

De cualquier manera, Bowerman decidió no solicitar capital riesgo sino aprovechar financiamiento ofrecido por el gobierno para arrancar DotLab.

DotLab ya publicó resultados de estudios que validan sus pruebas en revistas arbitradas, contrató a un consejo asesor de médicos y científicos y en este momento realiza un estudio clínico. La empresa recaudó 12 millones de dólares como inversión en primeras fases en 2019.

A pesar de ello, persiste el estigma de Holmes, aseveró Bowerman. “Hoy en día, los inversionistas tradicionales de compañías en primeras fases todavía dudan en otorgarle financiamiento a una empresa de diagnóstico”, dijo. “En realidad reduce la lista a unos cuantos posibles inversionistas”.

NEWARK, CALIFORNIA - JULY 23: Vice President Joe Biden, right, speaks as Elizabeth Holmes, founder and CEO of Theranos, left, listens during a visit to Theranos manufacturing  in Newark, Calif., on Thursday, July 23, 2015. Biden toured the facility and took part in a roundtable discussion on preventive health care, innovation and the role of the private sector in expanding access. Theranos makes a inexpensive, less painful finger-prick system to draw blood for tests. It can be used in a drug store and potentially at home. (Photo by Anda Chu/MediaNews Group/East Bay Times via Getty Images)
En 2015, cuando Theranos vivía mejores tiempos, el entonces vicepresidente Joe Biden le hizo una visita para conversar sobre temas de salud. En la imagen Biden junto con Holmes, entonces CEO de Theranos (Photo by Anda Chu/MediaNews Group/East Bay Times via Getty Images)

"Atrapadas"

Algunas mujeres dicen que, por si fuera poco, también se sienten atrapadas en un ecosistema de empresas emergentes que venera los proyectos atrevidos y que causan disrupción, en el que los inversionistas en general no tienen problemas con las empresas que tuercen un poco las reglas o toman atajos con tal de crecer.

Beth Esponnette, fundadora de Unspun, empresa de pantalones vaqueros hechos a la medida, comentó que los inversionistas muchas veces la han alentado a ser más agresiva, a optar por acciones que bien podrían rayar en la deshonestidad. En una ocasión, un inversionista le recomendó inflar sus perspectivas de beneficios por un múltiplo de 10, un nivel de lo más irreal.

El mes pasado, Esponnette publicó un ensayo titulado “I Get It, Elizabeth Holmes”, en el que describe este tira y afloja. Muchas de las acciones de Holmes fueron inexcusables, escribió Esponnette, de 33 años de edad. “Pero de cualquier forma pienso que estaba convencida de que hacía lo correcto y solo seguía la recomendación universal de Silicon Valley: ‘Finge hasta conseguir el éxito’”.

Varias mujeres que trabajan en empresas emergentes del sector tecnología le escribieron para agradecerle haber puesto en palabras los sentimientos que comparten tantas de ellas, afirmó Esponnette.

En julio, Verge Genomics concretó una alianza con la gigante farmacéutica Eli Lilly que le permitirá trabajar durante tres años en fármacos para el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, dijo Zhang. Además, la empresa publicó el año pasado en una revista científica un artículo sobre sus métodos y este año contrató a un director para el área de Ciencias.

Fue todo un alivio poder mostrarles algo a quienes dudaban, afirmó Zhang.

“La época más frágil de cualquier compañía es la etapa inicial, cuando tienes que ganarte a las personas, convencerlas de tu visión y de los méritos de la idea”, explicó. Acerca de Holmes y Theranos, añadió: “En esa etapa, este tipo de asociaciones pueden ser de lo más dañinas y mermar tu potencial”.

© 2021 The New York Times Company

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