Así se vive la batalla por la ciudad ucraniana de Toretsk
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Mientras los soldados ucranianos corrían por las ruinas de la ciudad destruida bajo la atenta mirada de los drones rusos, los restos esqueléticos de los edificios destruidos proyectaban sombras espeluznantes con la luz de la luna llena.
Los coches quemados cubrían la carretera junto a los cráteres de los impactos de artillería en Toretsk, esta ciudad de la región de Donetsk, en el este de Ucrania, que está en la primera línea de la guerra con Rusia.
La calurosa noche de julio olía a violencia: el humo y el polvo de los edificios destruidos se mezclaban con el olor sulfuroso de los explosivos. Los únicos signos de vida eran los soldados de la Brigada Mecanizada 32 que, contra viento y marea, trataban de mantener sus posiciones en una farmacia abandonada bajo los fulminantes bombardeos rusos.
Hace poco, la brigada nos permitió acompañarlos para ver de cerca la destrucción de Toretsk y los retos a los que se enfrentan las fuerzas ucranianas en su lucha por mantener el control de la ciudad. Las únicas restricciones fueron que no divulgáramos ubicaciones concretas ni otros detalles operativos que pudieran comprometer la seguridad.
“La tarea más importante para los ucranianos es sobrevivir”, dijo el mayor Artem Osadchiy, de 28 años, comandante de un batallón de aviones no tripulados de la brigada 32. “Para los rusos, es acabar con esta ciudad ucraniana”.
En eso, los rusos están teniendo éxito.
Los recientes avances de las fuerzas rusas han ampliado un arco de destrucción en el este de Ucrania que comenzó al estallar la guerra a gran escala en febrero de 2022 y se ha intensificado en los últimos meses.
La pérdida de posiciones defensivas ucranianas mantenidas durante mucho tiempo en las afueras de Toretsk y en el interior de Nueva York, una ciudad más pequeña situada a pocos kilómetros al sur, puso de relieve las crecientes tensiones que los incesantes ataques rusos y los devastadores bombardeos aéreos están ejerciendo sobre las fuerzas ucranianas.
Mientras Kiev ha intensificado sus esfuerzos por movilizar soldados para sustituir a las decenas de miles de muertos o heridos en combate, Moscú sigue aprovechándose de la falta de reservas ucranianas y del tiempo que dura el entrenamiento de nuevos soldados y el proceso de desplegarlos en el frente.
A pesar de los avances rusos a lo largo del frente, los analistas militares y los funcionarios estadounidenses han dicho que un gran cambio sigue siendo poco probable, citando la incapacidad de Rusia para convertir las pequeñas ganancias territoriales en un avance mayor que podría desbaratar de manera general las defensas ucranianas.
Tampoco está claro cuánto tiempo podrá Rusia mantener el ritmo de sus operaciones ofensivas, debido a las enormes pérdidas de soldados y equipamiento. Más de 70.000 soldados rusos murieron o resultaron heridos en mayo y junio, según un informe de una agencia de inteligencia militar británica, una cifra que no pudo verificarse de manera independiente. La agencia estimó que Rusia seguía perdiendo 1000 soldados al día en julio y dijo que el alto índice de bajas continuaría durante agosto mientras mantiene las operaciones ofensivas.
Pero si las fuerzas rusas logran apoderarse de los bastiones defensivos que se han sostenido por mucho en la zona de Toretsk, estarían en condiciones de presionar hacia Kostiantynivka, un eje logístico para las fuerzas ucranianas en el este, desde otra dirección de ataque.
Durante meses, los rusos han estado bombardeando Chasiv Yar, una ciudad al norte de Kostiantynivka, con el mismo objetivo en mente, dicen los comandantes ucranianos y los analistas militares. Los rusos también están presionando para cortar la carretera principal que va al sur de Kostiantynivka a la ciudad de Pokrovsk, avanzando varios kilómetros en esa dirección en las últimas semanas y desequilibrando las defensas ucranianas.
Aunque el ritmo de los avances rusos sugiere que es poco probable que a corto plazo capture las ciudades restantes de la región de Donetsk, un avance de solo unos pocos kilómetros más expondría a esas ciudades a bombardeos diarios aún más temibles. Cientos de miles de civiles podrían verse obligados a huir, complicando la logística de la defensa ucraniana en el este.
Eso hace que la defensa de Toretsk, al igual que la de Chasiv Yar, sea de vital importancia, según dicen los comandantes ucranianos y los analistas militares.
La aglomeración de Toretsk —un grupo de ciudades y pueblos mineros dispersos a lo largo de onduladas colinas y salpicados por montañas formadas por residuos de la minería del carbón— fue duramente afectada en las primeras semanas de la guerra, pero la defensa nunca se doblegó.
Desde hace un año, la brigada más antigua del ejército ucraniano, la 24, que fue creada en 1992, monta guardia en la parte más antigua del frente.
“Las trincheras eran profundas, las trincheras estaban bien organizadas, los puestos de control eran buenos y todo funcionaba”, dijo en una entrevista Petro Liakhovych, de 38 años, sargento mayor del Batallón 2 de la Brigada Mecanizada 24.
“Entendíamos al enemigo y comprendíamos sus movimientos y cómo reaccionar”, afirmó.
Pero en mayo, la brigada 24 recibió la noticia de que iba a ser trasladada a Chasiv Yar, una necesidad más urgente a medida que los rusos avanzaban hasta las puertas de la ciudad destruida. Serían sustituidos por la Brigada Mecanizada 41, que había estado defendiendo Chasiv Yar cuando los rusos lograron avanzar hasta sus afueras.
Soldados de la 24 dijeron que ya estaban viendo señales de un ataque inminente contra Toretsk y advirtieron a los altos mandos contra la rotación en un momento tan crítico.
Estas rotaciones de unidades pueden ser momentos muy peligrosos. A las unidades les lleva tiempo familiarizarse con su nuevo terreno y, según los soldados, incluso cuando se ejecutan con éxito, son momentos de gran vulnerabilidad.
La rotación se hizo durante varias semanas y, a principios de junio, la 41 se había trasladado desde Chasiv Yar para tomar el mando de la zona de Toretsk. La brigada 24 ahora estaba en Chasiv Yar.
Dos días después de completarse la rotación, según los soldados, los rusos atacaron.
El sargento Liakhovych dijo: “Fue un gran error que nos sacaran de allí”.
Casi de inmediato, quedó claro que la 41 no estaba preparada para defender Toretsk, ya que no conocía el terreno, dijeron soldados de varios batallones en entrevistas y declaraciones públicas. El comandante de la brigada también ha sido criticado por emitir órdenes poco claras y no reaccionar con rapidez ante el cambiante entorno de amenaza.
Yevhen Strokan, teniente superior y comandante de un pelotón de drones de combate del Batallón de Defensa Territorial 206, cuyos soldados fueron puestos bajo el mando de la brigada 41, dijo en una entrevista que “hubo pérdidas en el batallón debido a las órdenes insensatas del comandante superior” de la brigada 41.
La brigada 41 no respondió a las solicitudes de entrevistas, pero emitió un comunicado en el que afirmaba estar “indignada por esta incomprensible y extraña campaña para desacreditar al mando de nuestra unidad y a nuestros combatientes”.
Roman Kuliak, comandante adjunto del Batallón de Defensa Territorial 206, cuyos soldados fueron puestos bajo el mando de la brigada 41, dijo que tanto el comandante de la 41 como el Estado Mayor, que se ocupa de la estrategia general de guerra, eran responsables de que las posiciones que se habían mantenido durante años cayeran en cuestión de días.
“Ya es un axioma de guerra: los altos mandos, en su inmensa mayoría, no pueden o se niegan a evaluar de manera objetiva las capacidades del personal subordinado”, escribió en las redes sociales.
Georgiy Tuka, exministro responsable de los territorios ocupados por Rusia y de los desplazados internos y antiguo miembro del batallón 206, afirmó que se enviaron muy pocos soldados ucranianos a la zona de Toretsk y que la brigada 41 dio órdenes de ataque a unidades de infantería ligera que excedían sus capacidades, lo que provocó graves pérdidas.
La 41 ya no tiene mando en la zona de Toretsk. Ucrania ha enviado algunas de sus mejores brigadas para intentar estabilizar la situación, pero no lo logran. Y los encarnizados combates, según los soldados, podrían complicar cualquier esperanza de Kiev de tomar la iniciativa y volver a la ofensiva.
El Estado Mayor, en respuesta a preguntas escritas, se negó a discutir los detalles operativos, pero dijo que la dirección militar “siempre tiene en cuenta una iniciativa razonable y sugerencias de los comandantes de campo”.
Al mismo tiempo, los comandantes que “no gestionan las unidades y, como resultado, pierden personal subordinado, equipos y territorios deben asumir la responsabilidad por eso después de establecer el grado de su culpabilidad”, dijo el Estado Mayor.
Los soldados que ahora combaten en la zona, pertenecientes a distintas brigadas, dijeron que dejarían a otros la evaluación de lo que salió mal y se centrarían en contener a los atacantes rusos.
“Durante un mes no ha habido pausa en los combates”, dijo Bohdan, subcomandante de un regimiento de asalto de la Brigada de la Policía Nacional, Liut. Solo quiso ser identificado por su nombre de pila, de acuerdo con el protocolo militar.
Bohdan dijo que tenía esperanzas de que el poder de combate de los rusos se agotara pronto pero que, hasta entonces, no había nada que hacer salvo aguantar.
“Mientras se defiende Toretsk, otros asentamientos pueden vivir su vida más o menos normal”, dijo.
Evelina Riabenko colaboró con reportería desde el este de Ucrania.
Marc Santora
ha estado reportando desde Ucrania desde el comienzo de la guerra con Rusia. Antes trabajó en Londres como editor de noticias internacionales enfocado en eventos noticiosos de último momento y antes fue jefe de la corresponsalía de Europa Central y del Este, con sede en Varsovia. También ha reportado ampliamente desde Irak y África. Más de Marc Santora
Tyler Hicks
es un fotógrafo sénior del Times. En 2014, ganó el Premio Pulitzer de fotografía para noticias de última hora por su cobertura de la masacre de Westgate Mall en Nairobi, Kenia. Más de Tyler Hicks
Evelina Riabenko colaboró con reportería desde el este de Ucrania.
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