Yahoo Noticias Un vistazo a las operaciones diarias del invernadero Fessler Nursery
Una ráfaga de nieve y viento sacudió las paredes. Pero dentro de los viveros de Fessler Nursery, cerca de Woodburn, tanto las plantas como las personas disfrutaban del aire cálido y húmedo.
Fessler es un invernadero interior. Todas sus operaciones ocurren dentro de las paredes del invernadero. Así que incluso antes de la tormenta de invierno más grande del año, las plantas están protegidas de los elementos.
Lo que es algo bueno. El invierno es la temporada más ocupada del invernadero, aseguró Katy Fessler.
Katy es una de varios miembros de la familia que son dueños y operan el invernadero de décadas de antigüedad. Su esposo, Marvin, es el hijo del fundador Ken Fessler.
Mientras que muchas granjas basadas en cultivos ralentizan sus operaciones durante los meses fríos, los viveros las aceleran. El fin de semana del Día de la Madre es el equivalente de la Navidad de Fessler. La primavera es la temporada de mayor actividad comercial y la única época del año en que el vivero abre al público. Así que los meses previos a la primavera son de manos a la obra.
Oregon es el tercer mayor productor de viveros del país y la mayor parte de esa producción se crea en el Valle Willamette. Los viveros del estado producen y venden plantas por valor de cientos de millones de dólares cada año, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y la Asociación de Viveros de Oregon.
Alrededor del 80 por ciento de los productos cultivados en Oregon se venden fuera del estado, afirmó Jeff Stone, director ejecutivo de la Asociación de Viveros de Oregon.
Y la industria sigue creciendo, señaló Stone. Los productores estatales vendieron productos de viveros e invernaderos por un valor de mil 300 millones de dólares en el 2022, frente a los mil 190 millones de dólares del año anterior. Esos frutos son el principal producto agrícola del estado.
Propagar, producir plantas
Fessler se dedica al cultivo de plantas decorativas, en su mayoría flores, pero también flores de Pascua y cubiertas vegetales anuales. Cultiva plantas anuales (del tipo que muere todos los años) y plantas de interior, y subcontrata algunas plantas perennes (del tipo que vuelve a crecer en la primavera) para su tienda minorista.
Vende algunos como injertos enraizados, otros como canastas ya adultas.
Fessler es un mayorista certificado de root-n-sell para las empresas internacionales de fitomejoramiento Ball, Selecta y Suntory. La propagación es aproximadamente el 25 por ciento de su negocio. Eso es lo que mantenía ocupados a algunos trabajadores en una fría mañana de febrero.
Leonardo Pérez ha estado trabajando desde las 7:30 am, organizando los brotes para que puedan enraizar y dejar crecer. Un brote o esqueje es una pequeña parte de una planta, generalmente un tallo, que se convertirá en su propia planta.
Los esquejes han venido de todas partes del mundo: Guatemala, Brasil, Sudáfrica. Fessler venderá la mayoría de ellos a otros productores y viveros en el oeste después de hacer el tedioso trabajo de clavarlos y enraizarlos.
En dos estaciones de trabajo una al lado de la otra, una combinación de maquinaria y mano de obra humana arraiga los esquejes. Una máquina hace el trabajo de preparar las macetas con tierra y perforar un agujero del tamaño de un tallo en el medio. A lo largo de la línea de montaje, las manos humanas colocan o pegan cada uno cortando en su respectivo recipiente. Luego, los recortes se etiquetan y transportan bajo un conjunto de máquinas nebulizadoras.
Una máquina superior, una máquina está ensamblando. Arranca un esqueje de una fila cuidadosamente ensamblada y lo mete en su propia maceta. Un compresor de aire ayuda a separar las hojas para que los recortes no se peguen.
Esta máquina puede pegar hasta 10 mil cortes por hora.
“Nosotros no hacemos eso”, dijo Katy. Pero pasarán por un ciclo de hasta 500 mil brotes en una semana.
Una vez que están en macetas y etiquetados, los esquejes se trasladan a un invernadero de vidrio contiguo para que crezcan, pero solo un poco. Este invernadero está construido específicamente para el delicado trabajo de propagación. Las paredes de vidrio brindan protección adicional contra el clima exterior y los techos con ventilación ayudan a controlar la temperatura. Las luces rosadas brindan calor y luz, pero los cortes no se estiran hacia ellas como lo harían con la luz del sol.
Las macetas se colocan en bancos con calefacción y se mantienen "acogedoras y cálidas" desde abajo. Las máquinas de nebulización están configuradas con temporizadores para que ninguna planta tenga exceso o falta de agua.
Cuando los esquejes están listos, los trabajadores de Fessler los recortan y los trasladan a un invernadero más fresco. Están ordenados alfabéticamente por nombre de especie, por lo que cuando llega el momento de enviarlos, son fáciles de encontrar.
Excepto por el ritmo de las máquinas pegadoras, la propagación es un trabajo tranquilo. El invernadero está en calma.
No así unas pocas puertas más abajo.
Fessler también produce sus propias plantas en maceta, adultas, para venta al menudeo y mayoreo. Su primera parada en este laberinto de invernaderos y almacenes de 850 mil pies cuadrados es el cobertizo para macetas.
Aquí, máquinas que casi alcanzan el techo baten núcleos de coco y otros materiales naturales en mezclas de suelo. Diferentes plantas obtienen diferentes fórmulas.
Al fondo, Yanet Silva y su equipo llenan canastas con tierra. La música en español suena en un altavoz grande.
Es posible que estén a salvo de la nieve en este cobertizo, pero Silva dijo que aún deben adelantarse. Las nevadas de esa noche y la mañana siguiente, de hecho, dejaron a muchos habitantes de Oregon atrapados en sus casas.
“Estamos tratando de hacer todo lo que podemos hoy para poder protegernos mañana”, afirmó.
La producción al mayoreo representa aproximadamente el 60 por ciento del negocio del vivero, expuso Tanner Fessler, gerente de producción y ventas (y nieto, uno de 10, y sobrino de Katy).
Las canastas terminadas y las plantas en macetas irán a centros de jardinería y minoristas de renombre como Fred Meyer.
Fessler produce algunos de sus geranios, fucsias y canastas mixtas anuales para su propia operación minorista, que representa el 15 por ciento de su negocio. No es tan sólido como, digamos, un centro de jardinería minorista, expuso Katy. Pero los compradores se sentirían presionados a llamarlo pequeño.
“Somos como el Costco de los viveros”, señaló Katy. Independientemente de lo que quieran los clientes, Fessler tiene "mucho y buena calidad".
Katy es responsable de preparar el espacio comercial, que está abierto de abril a junio.
En invernaderos adyacentes, las plantas ya en macetas se dejan madurar. Las canastas de catorce pulgadas estarán listas para enviarse en abril. Un invernadero lleno de claveles está “casi listo”, observa Katy.
Los geranios Martha Washington de al lado necesitan más: más tiempo, más luz, más espacio.
Personas que aman plantas
El trabajo de los viveros es un sistema delicado. Cada paso requiere una cuidadosa atención.
Lo que podría explicar por qué los viveros emplean hasta 90 personas durante la temporada alta de invierno. Fessler mecaniza los pasos cuando puede, pero incluso operar esas máquinas requiere atención humana.
Y ninguna máquina puede reemplazar el conocimiento humano.
El trabajo de los viveros es una curva de aprendizaje empinada, dijo Tanner.
Tanner, de 24 años, se graduó recientemente con un título en negocios agrícolas de Cal Poly y se convirtió en gerente de producción.
Algunas tareas son fáciles y repetitivas, explicó Tanner. Pero aprender el ciclo de vida de una planta, comprender qué necesita cada planta y cuándo, eso lleva tiempo.
Es hora de que los empleados de Fessler estén dispuestos a dar resultados. La mayoría de los empleados de tiempo completo han estado durante años. Tanner dijo que de los aproximadamente 50 empleados del vivero durante todo el año, tal vez 10-15 han comenzado en los últimos cinco años.
Rafael Guzmán es uno de ellos. Ahora, el gerente de follaje tropical, Guzmán conoció a Tanner en una pasantía en una granja de bayas. Guzmán había estudiado cultivo de bayas en OSU. Las bayas eran su origen y, pensó, su futuro.
Tanner le presentó a Guzmán a Fessler y el trabajo de vivero hace tres años. Guzmán nunca miró hacia atrás.
“Me gustan los viveros porque es un ambiente más controlado”, afirmó Guzmán. Las plantas que cultiva en invernaderos están menos a merced de la naturaleza. Él es directamente responsable de su salud, porque fabrica el entorno en el que crecen.
“Puedes darle la forma que quieras”, dijo.
También es, según algunas métricas, un trabajo más fácil de lo que estaba acostumbrado en los campos. No tiene que trabajar en un calor extremo o un frío brutal. Requiere menos mano de obra que la cosecha o la poda.
Incluso en comparación con el trabajo de vivero al aire libre, estuvo de acuerdo Tanner, el trabajo de invernadero es menos extenuante. Y Fessler siempre está buscando formas de hacerlo más fácil.
“Queremos mantener a las personas que tenemos lo más felices posible”, dijo.
La industria de viveros de Oregon, que incluye granjas de árboles de Navidad, emplea a cerca de 10 mil personas, según datos del 2021 del Departamento de Empleo de Oregon. Ganan un promedio de 38 mil 019 dólares al año. Mientras tanto, los trabajadores agrícolas basados en cultivos ganan aproximadamente 31 mil dólares al año.
Fessler fue creado por gente de plantas, en honor a gente de cultivos.
Ken comenzó el negocio en 1960 (oficialmente, aunque el dirá que comenzó en 1958). Sus razones eran tres: odiaba el ganado (su familia criaba mil gallinas y una vaca). Le gustaban las plantas. Lo más importante, su madre amaba las plantas.
“Mi madre era una amante de las plantas”, relató Ken mientras podaba las hojas y los bulbos de los injertos recién propagados.
Oficialmente jubilado, el hombre de 83 años de edad todavía está en los invernaderos casi todos los días. Fundó Fessler Nursery con su esposa, Marie, y lo creció con la ayuda de otras personas dedicadas a las plantas, tanto dentro como fuera de la familia.
“Era solo una pequeña área”, señaló Pérez, en español, recordando sus primeros días en Fessler hace 25 años.
Pérez, de 50 años, ha pasado la mitad de su vida trabajando en el vivero. Vio crecer a Tanner. Ayudó al vivero a “crecer y crecer”.
Está inequívocamente orgulloso del vivero y de su papel en él, dijo. Los Fessler, los compañeros de trabajo de Pérez, “son como su familia”.
Shannon Sollitt cubre a trabajadores agrícolas a través de Report for America, un programa que tiene como objetivo apoyar el periodismo local y la democracia informando sobre temas y comunidades no cubiertas. Comuníquese con ella por correo electrónico ssollitt@statesmanjournal.com.
Traducción Alfredo García
This article originally appeared on Salem Statesman Journal: Un vistazo a las operaciones diarias del invernadero Fessler Nursery
