Un vino para las próximas generaciones

Córdoba (España), 6 ago (EFE).- Hace 25 años Francisco lo vio claro, en la localidad cordobesa de Santaella (sur de España) llevó "la contraria a todos" y aunque siguió con la tradición vinícola de la zona, apostó por el vino ecológico, un reto difícil en la parte económica, pero "muy satisfactoria en la parte personal".

Francisco Robles recibió este sábado a la expedición Vuelta al Mundo, formada por 36 iberoamericanos que desde el pasado 21 de julio recorren parte de España y Portugal para homenajear a los marinos Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano por el quinto centenario de la primera circunnavegación del mundo (1519-1521).

El proyecto, que finaliza el 13 de agosto, está financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid) y apoyado por entidades como la Secretaría General Iberoamericana o la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI).

"Económicamente es complicado, pero la rentabilidad a nivel personal es mayor", dijo a EFE entre sus viñedos, que se expanden sobre cerca de cien hectáreas, mientras enseña a los expedicionarios cómo cortar los racimos de uvas.

El responsable de Bodegas Robles explicó a los jóvenes el proceso de elaboración de su vino ecológico, que exporta en un 90 por ciento, ya que en España "aún no hay mercado" suficiente para este modelo de producción.

"Lo ideal sería al contrario, que empezáramos vendiendo aquí y el restante colocarlo fuera y así evitar la huella de carbono de las exportaciones y ser más sostenible", resaltó.

A pesar de ello, tiene claro que el cultivo ecológico es el presente y el futuro.

"Después de 25 años trabajando este proyecto, la respuesta está clara, estamos más contentos con el trabajo que desarrollamos de cara a las generaciones futuras y nuestros productos tienen más calidad", aseveró.

UN PROYECTO DE FUTURO Y DE ÉXITO

El bodeguero agradeció la visita de la expedición y que los jóvenes se acercaran a conocer "un caso de éxito" no por la rentabilidad, sino "porque es factible" y es muestra de que "se puede hacer un modelo alternativo de vid".

"Hemos entendido que para un ecosistema funcione y tenga éxito empresarial, debe generar la herramienta, los útiles y todo lo que necesita una planta, que es un ser vivo que me va a dar la cosecha de una forma sublime", comentó.

Robles recordó que 25 años atrás se asoció con la Universidad de Córdoba para poder desarrollar sistemas y aprender de lo que la naturaleza podía aportar por sí misma para sustituir productos químicos y elementos propios del sistema tradicional de producción.

Pese al esfuerzo, lamentó que el vino ecológico sea "uno de los alimentos al que más le ha costado entrar" en el mercado mayorista, a pesar de que "España es el primer país mundial en producción de esta área de vino ecológico".

"Aún hay mucha presión del vino convencional, el ecológico debería ser el paraguas sobre el que se base el resto de vinos, porque cultivar de manera sostenible debería ser una obligación de todos", defendió.

En ese sentido, pidió que se coloque al vino "en el lugar que le corresponde" y que el "concepto de sostenibilidad sea transversal a todo": "al consumo, a la forma de vivir y de producir, el éxito vendrá o no después, por diferentes factores".

Tras visitar los viñedos de Bodegas Robles, los jóvenes expedicionarios de la Vuelta al Mundo visitaron el museo municipal, donde unas barricas muestran el proceso de oxigenación del vino y ahí cataron un par de variedades.

Urko, expedicionario español, pudo comprobar la "dureza" del trabajo de la recolecta y lo que se puede "sufrir" con las labores del campo.

Para Urko, esta empresa ecológica es "un ejemplo a seguir", pues "hay gente que es consciente del estado del mundo e intenta buscar alternativas para mejorar la situación en la que estamos, para no seguir bajando cuesta abajo y sin frenos".

Macarena Soto

(c) Agencia EFE