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Vigile los precios de los ‘tres grandes’ como un indicador de la inflación

Para los nerds de las finanzas, Los Tres Grandes no son LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh, de los Miami Heat de la NBA de alrededor de 2012. Los Tres Grandes de la inflación no son tan llamativos, pero son las estrellas que dominan el campo.

El alquiler, los costos de la vivienda y la comida fuera de casa son lo que el Banco de la Reserva Federal de Dallas denomina “los tres grandes” de la inflación. El banco regional llama a estos precios los “componentes más grandes y menos volátiles de los servicios básicos”.

En la tierra del petróleo, los precios de la energía no reinan como indicadores de la inflación.

En cada reporte económico se habla mucho de la inflación subyacente, es decir, la inflación menos los alimentos y la energía. La próxima lectura de los precios llegará el viernes. Será entonces cuando se publique la medida de inflación preferida por la Reserva Federal: el índice de gastos de consumo personal.

Los “tres grandes” se consideran servicios para el efecto de medir la evolución de los precios.

Centrarse en los servicios básicos en lugar de en los bienes puede ser un importante barómetro de las tendencias inflacionistas a largo plazo. Después de todo, cerca del 70% de la economía estadounidense se concentra en los servicios y, por lo general, el costo mayor de cualquier presupuesto familiar es el pago de la hipoteca o el alquiler.

Los bienes alimentaron la inflación en el primer año y medio de la pandemia. Los pagos de estímulos y las bajas tasas de interés, junto con el hecho de que la gente se quedara en casa y comprara por internet, chocaron con la contracción de la cadena de suministro, lo que hizo que se dispararan los precios de artículos como las secadoras y los vehículos.

Mientras la cadena de suministro se endereza y los precios de la energía bajan (sí, la inflación de los alimentos sigue siendo un reto muy real), la inflación de los servicios puede ser mucho más complicada. La competencia por la vivienda ha hecho subir los costos de la misma, incluidos los alquileres, aunque es probable que el aumento de las tasas hipotecarias como consecuencia del fuerte aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal siga dejando de lado a algunos compradores de viviendas. Los precios de los alimentos, junto con un mercado laboral ajustado, han contribuido a inflar los precios de los menús en los restaurantes.

Los precios de los servicios no se aceleraron al mismo ritmo que los de los bienes, y tampoco se han moderado como la tasa de inflación de algunos bienes. Esta es una de las razones por las que vale la pena que los inversores se fijen en los “Tres Grandes” de la Reserva Federal de Dallas.

Tom Hudson es periodista financiero en Washington, D.C. Es el jefe de contenidos de la emisora de radio pública WAMU.