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La sosegada estudiante que se ha atrevido a retar al rey de Tailandia

Bangkok, 30 sep (EFE).- Cuando "Rung", una universitaria de 22 años, leyó el pasado agosto un manifiesto de diez puntos para reformar la monarquía ante miles de manifestantes conmocionó a Tailandia. Pocas personas se han atrevido a tanto en la historia reciente del país al lanzar directamente un reto público al poderoso rey.

Panusaya Sithijirawattanakul "Rung", con su pelo lacio y unas grandes gafas redondas, es la cara más visible del movimiento estudiantil que, desde el pasado julio, se ha echado a las calles de Bangkok para pedir reformas democráticas y una revisión del papel de la monarquía, un tema tabú hasta ahora en Tailandia.

"Soy muy consciente de las consecuencias a las que me enfrento, pero es algo que había que hacer", explica con tono pausado esta estudiante de tercero de Sociología en una entrevista con Efe, en la que acepta de forma sosegada que puede ir a la cárcel.

El pasado 20 de septiembre volvió a encabezar el reto de los estudiantes e incluso llegó más lejos. Tras una multitudinaria protesta ante el Gran Palacio de Bangkok, "Rung" fue la encargada de cruzar el cordón policial para entregar al jefe de la Policía una carta dirigida directamente al rey Vajiralongkorn.

La misiva volvía a insistir en limitar el poder de la monarquía, sometiéndola a mayores controles constitucionales y acabar con la ley de lesa majestad que castiga con hasta 15 años de cárcel a quien critique a la familia real.

En su cuarto del campus de Rangsit de la Universidad de Thammasat, muñecos de la película "Los Minions" y sabanas de Hello Kitty se mezclan con un retrato del disidente antimonárquico exiliado en Japón, Pavin Chachavalpongpun.

"Rung", que asegura el movimiento de estudiantes es transversal y no está vinculado a ningún partido político, se enfrenta a una orden de arresto por organizar una de las protestas de este verano y ha sido denunciada por delitos de lesa majestad y sedición.

-Los estudiantes lleváis varios meses en las calles pidiendo más democracia ¿Cual consideráis que es el principal problema que afronta el sistema en Tailandia?

Tailandia no tiene un sistema político estable. La principal razón es que la persona más poderosa del país, el rey, siempre ha intervenido en la política. Por ejemplo, el actual gobierno llegó al poder gracias a un golpe de Estado (de 2014) y eso no hubiera sido posible si el anterior rey se hubiera negado a ratificarlo.

-¿Qué crees que es lo más importante que habéis conseguido en estos dos meses de protestas?

Creo que el mayor éxito hasta ahora ha sido generar un debate público sobre la monarquía, no solo en espacios públicos sino también en el Parlamento. Parece que se ha abierto la posibilidad de hablar sobre la institución.

-¿Por qué crees que este debate se ha producido ahora y no con el anterior rey, Bhumibol (el padre de Vajiralongkorn, fallecido en 2016)?

Entonces habría sido imposible. El anterior monarca contaba con una enorme popularidad. No creo que hubiéramos podido decir nada contra él. Los dos reyes tienen niveles de popularidad muy diferentes.

-¿Hasta dónde crees que podéis llegar ?

Creo que al final conseguiremos una reforma de la monarquía. No se cuándo sucederá, nadie lo sabe. Pero nunca imaginé que llegaría a ver a la gente hablar sobre el tema de una forma tan abierta. En este momento, creo esto va viento en popa y que la reforma de la monarquía podrá tardar, uno año, dos o quizá en cinco, pero sin duda llegará.

-Los movimientos de protesta siempre han acabado de una manera violenta en Tailandia. ¿No te preocupa que las vuestras también acaben así?

Si repasamos la historia, se puede decir que la violencia parece inevitable, pero hasta ahora no ha habido ningún tipo de violencia en nuestras protestas Es algo positivo, tanto para las autoridades como para nosotros.

Por nuestra parte, quienes vienen a nuestras manifestaciones pueden confiar en que los líderes no van a poner en peligro sus vidas. Por parte del Gobierno, pueden mostrar que la monarquía es tan justa que está dispuesta a escucharnos.

Además, creo que el Gobierno no quiere emplear la violencia contra los líderes de las protestas porque son estudiantes y muchos de los manifestantes son estudiantes también.

-Te has convertido en la cara más visible del reto de los estudiantes al rey. ¿No te dan miedo las consecuencias?

Soy muy consciente de las consecuencias a las que me enfrento, pero es algo que no debo temer. La sociedad tailandesa debería haber abordado esta cuestión hace mucho tiempo. Si no hablamos ahora, la política tailandesa no hará ningún progresará y seguirá atrapada en un círculo vicioso. Por eso tenemos abordar el meollo del problema, que es la monarquía.

-Pero podrías ir a la cárcel...

Incluso podría morir. No tengo miedo a nada. Si voy a la cárcel, y sé que al final iré, algún día saldré. No he hecho nada malo, ¿por qué debería tener miedo?

-Es evidente que hay una brecha generacional a la hora de abordar la monarquía en Tailandia, un tema completamente tabú hasta ahora. ¿Cómo se han tomado tus padres tu activismo?

La brecha se debe a que hay diferencias evidentes entre el anterior rey y éste.

Al principio, mis padres no me apoyaban. Pero hemos hablado sobre las razones que me han llevado a hacer esto y nos hemos entendido. Ahora me apoyan, aunque siguen estando preocupados por mí.

-¿Dónde te ves en cinco años?

Si hemos conseguido cambiar la monarquía, estaré en el extranjero estudiando o trabajando. Pero si eso no ocurre, continuaré mi activismo luchando para que la reforma se lleva a cabo.

-¿Cómo ves Tailandia en cinco años?

Bueno, si pienso de manera optimista, diría que veremos una Tailandia irreconocible. Quizá en los próximos cinco años tengamos un estado del bienestar. Tailandia puede tener una política estable y una mejor economía, es posible.

Ramón Abarca

(c) Agencia EFE