Pakistán no vence a la polio

Rawalpindi (Pakistán), 25 jun (EFE).- Pakistán no logra vencer a la polio y está perdiendo la batalla contra esta enfermedad con 27 casos en 2019, más que en los dos años anteriores juntos, lo que ha llevado al país a implementar estrategias más persuasivas para convencer a los padres de la necesidad de vacunar a sus hijos.

En el barrio de chabolas de Mal Godam de Rawalpindi, ciudad vecina a Islamabad, la trabajadora social Sumaira Gul va puerta por puerta preguntando por la presencia de niños para administrarles las gotas que evitan el contagio de esta enfermedad a través de comida o agua contaminada a menores de cinco años.

En la mayoría de casos, las madres permiten que sus hijos sean vacunados, pero en unos pocos rechazan la vacuna en esta barriada situada a la orilla de un sucio río lleno de plásticos, el ambiente ideal para la propagación del virus.

Gul participa en una campaña especial de vacunación en zonas donde se han producido casos de polio recientes, en un proceso que durante tres días trata de proporcionar las gotas salvadoras a 12 millones de niños en 67 distritos del país asiático de 207 millones de habitantes.

En una de las casas, un padre afirma que sus hijos no están y cierra la puerta. Gul, de 42 años, volverá tras los tres días de vacunación para tratar de convencerlo.

Podría haber sido peor. La trabajadora social señala que en ocasiones les sueltan perros para ahuyentar a los equipos sanitarios.

"Hay gente que nos dice danos comida o medicinas, ¿Por qué siempre venís a vacunar?", explica a Efe esta trabajadora social, cuyo trabajo consiste en convencer a los padres de que acepten que sus hijos sean vacunados.

El rechazo parental es la principal causa de que el país no termine de acabar con la enfermedad. Pakistán, el vecino Afganistán y Nigeria son los únicos países donde la poliomielitis continúa siendo endémica.

Acabar con la enfermedad en ellos sería acabar con la enfermedad en el planeta.

La campaña contra la polio en Pakistán comenzó en 1994 y su avance ha chocado desde entonces con la desconfianza de muchos paquistaníes que creen que vacunar es antislámico, provoca infertilidad o es una campaña de Occidente para acabar con los musulmanes.

En 2017 se dieron ocho casos de polio en el país, 12 en 2018, y en lo que va de 2019 ya son 27, un retroceso que llevó a los Comités de Regulaciones de Regulación Internacional y Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a afirmar en mayo que la campaña en Pakistán no "avanza según lo planeado".

La OMS citó la presencia del virus en aguas residuales y el incremento del rechazo de padres y comunidades como causas del "preocupante" aumento de las infecciones.

La vacunación contra la polio sufre una crisis. A finales de abril, se propagó un rumor de que la vacuna había hecho enfermar a varios niños, lo que provocó que miles de padres se acercasen a un hospital de la ciudad de Peshawar (noroeste) con 25.000 hijos.

La muchedumbre acabó prendiendo fuego a un área del hospital antes de ser dispersada por la Policía.

Tras ello, se produjeron varios ataques contra equipos de vacunación que han causado la muerte de seis personas, vacunadores y policías.

Estos incidentes provocaron que el número de niños sin vacunar por el rechazo de sus padres saltase de 180.000 a dos millones en todo el país después de que los rumores se propagasen por las redes sociales.

Ante la situación, el Delegado para la Erradicación de la Poliomielitis del primer ministro de Pakistán, Babar Atta, ha llevado a cabo cambios en la estrategia de vacunación.

"Menos coerción. Trataremos de convencer a los padres. Sin policía, sin denunciar a los progenitores que la rechazan", indica a Efe Atta, el máximo responsable del programa contra la polio en el país asiático.

Atta explica que cuentan con la ayuda de Facebook, Google y Twitter para detener en las redes sociales los rumores contra la vacunación, los que incitan a la violencia contra los equipos y los que propagaban información maliciosa.

El responsable cree que con esta nueva estrategia se ganarán a más padres y evitará episodios de violencia.

A pesar de ello, un vacunador fue asesinado a tiros en la provincia de Baluchistan durante la campaña, pero Atta afirma que las investigaciones policiales no apuntan a la polio como el motivo de la muerte.

"A finales de año veremos una masiva disminución de los casos de infecciones", afirma optimista Babar, que confía en que la nueva estrategia acabará por dar resultados y Pakistán venza finalmente a la polio.

(c) Agencia EFE