Leer al volante y otras locuras circulatorias

Los helicópteros de la DGT os vigilan desde el aire. Y desde allí desvelan auténticas temeridades. La última de ellas, un hombre leyendo un libro mientras conducía. Una imagen que forma ya parte de la antología del disparate circulatorio. Allí están también quienes 'wasapean' al volante, o quienes quieren trabajar y conducir, o quienes simplemente ignoran por completo los límites de velocidad y ponen sus vehículos a más de 200 kilómetros por hora. La DGT recuerda que las distracciones están detrás de la mitad de los accidentes mortales. al estar distraídos los conductores no pueden corregir ante imprevistos y los golpes suelen ser más contundentes y, por lo tanto, mortales.