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La heroína se extiende en la Cachemira india, desgarrada por el conflicto

Srinagar (India), 20 oct (EFE).- El consumo de heroína ha ido en aumento en la Cachemira india de la mano de un conflicto de tintes separatistas enquistado desde hace tres décadas y en el que, a la presión sobre quienes se oponen al Gobierno de Nueva Delhi, se une un supuesto tráfico de drogas desde Pakistán para financiar a la insurgencia.

"Nuestras vidas se han convertido en un infierno por culpa de las redadas policiales continuas", dice a Efe un heroinómano que pide el anonimato. Tiene 23 años y es natural de Srinagar, la principal ciudad de una de las regiones más militarizadas del mundo.

Tanto él como el amigo que lo acompaña, también adicto, acumulan varias denuncias por participar en protestas contra Nueva Delhi, una actividad frecuente que suele tornarse violenta con el lanzamiento de piedras en esta región, la única del país de mayoría musulmana.

La Cachemira administrada por la India asiste a una rebelión armada de carácter independentista y calificada como terrorista por Nueva Delhi, en la que han muerto decenas de miles de personas desde 1989, la mayoría civiles, y su soberanía es disputada por Pakistán.

El joven justifica su consumo de heroína como una forma de escapar a la "presión mental" del día a día en la Cachemira india.

Las drogas, de acuerdo con otro adicto contactado por Efe y también residente en Srinagar, están más al alcance de la mano que nunca, y en particular la heroína, con un precio de entre 2.500 y 3.000 rupias el gramo (entre 35 y 40 dólares).

"Solíamos conseguir marihuana, opio y otros narcóticos en el distrito de Anantnag, en el sur de Cachemira, pero ahora se encuentran por todo Srinagar", explica.

AUMENTO DE HEROINÓMANOS

Si hasta hace unos años los consumidores de heroína que acudían a los centros de desintoxicación representaban una minoría, los expertos señalan con preocupación que su número ha ido en aumento, con los jóvenes especialmente afectados.

Y es que el consumo de drogas no es nuevo en la Cachemira india, donde las décadas de conflicto han afectado gravemente a la salud mental de la población, pero tradicionalmente las sustancias más consumidas se reducían al cannabis o la adormidera.

"Antes, de cada diez pacientes que recibíamos en nuestro centro solo uno o dos eran heroinómanos. Pero ahora, de cada diez, al menos nueve usan heroína", dice a Efe el director del Centro de Drogadicción y Orientación de Srinagar, el doctor Muzaffar Khan.

El conflictivo valle contaba en 2014 con unos 70.000 adictos a varias sustancias, según datos del Programa de Control de Drogas (UNDCP) de la ONU.

Pero un informe del prestigioso Instituto de Ciencias Médicas de la India (AIIMS) presentado en febrero de 2019 elevó esta cifra al 4,9 % de la población total o unos 600.000 habitantes del desaparecido estado de Jammu y Cachemira, que fue dividido en dos territorios por el Gobierno indio el año pasado.

El hospital SMHS de Srinagar recibió entre abril de 2016 y marzo de 2017 unos 450 adictos. Unas cifras que explotaron en 2018 con más de 3.500 pacientes y de nuevo en 2019, con unos 5.000.

"Buena parte de ellos eran jóvenes de entre 15 y 30 años de edad y consumidores de heroína", reveló a Efe un doctor del centro bajo condición de anonimato.

Las cifras oficiales solo muestran además una pequeña porción de la realidad del valle, según los expertos.

TRÁFICO TRANSFRONTERIZO

Las autoridades de la Cachemira india, que informan con frecuencia de redadas contra plantaciones de marihuana y opio, han destacado recientemente el vínculo entre el influjo de drogas y la rebelión armada contra el control indio del valle.

"El 17 de septiembre de este año detuvimos a cuatro personas sospechosas en el norte de Cachemira (...) tras descubrir seis paquetes de narcóticos", dijo a Efe un superintendente de Policía, que pidió el anonimato.

En total unos seis quilos de heroína, explicó. En junio, la Policía detuvo a tres insurgentes y recuperó unos veinte kilos de heroína además de dinero en efectivo.

Las autoridades consideran que el tráfico de drogas transfronterizo sirve para financiar el terrorismo y es la razón principal por la que suspendieron el intercambio de mercancías a comienzos del año pasado en la frontera de facto o Línea de Control (LoC) que separa la India y Pakistán.

Shah Abbas

(c) Agencia EFE