Las familias de las víctimas piden justicia en el primer año de la tragedia de Brumadinho

Brumadinho (Brasil), 25 ene (EFE).- Los familiares de las 270 víctimas del colapso de una represa de residuos minerales en la ciudad brasileña de Brumadinho exigieron justicia este sábado, en los actos conmemorativos por el primer año de una de las mayores tragedias ambientales de Brasil.

Los gritos por justicia y por sanciones al gigante minero Vale, mayor productor y exportador de hierro del mundo y al que se atribuye la responsabilidad por el vertido, fueron recurrentes, elevados y conmovedores en los diferentes actos para recordar el primer año de la tragedia.

La ruptura de una de las represas en que Vale almacenaba residuos de la mina Córrego do Feijao, ubicada en área rural de Brumadinho, municipio del estado de Minas Gerais (sureste), se rompió el 25 de enero de 2019 y la avalancha de los residuos y del lodo que contenía provocó una tragedia que contabiliza 259 muertos ya identificados y 11 desaparecidos, en su mayoría empleados de la propia minera.

"Mucha tristeza y mucha indignación es lo que sentimos tras un año. Indignación porque los culpables aún no están en la cárcel y tendrían que estar presos", dijo a Efe Anastasia do Carmo Silva, que perdió a uno de sus hijos en el vertido.

"Pero estamos con confianza en que la denuncia hecha por el Ministerio Público va a resultar en algo", agregó la integrante de la Avabrum (Asociación de Víctimas del Vertido de Brumadinho) y madre del mecánico Cleiton Luis Moreira Silva, un empleado de Vale de 29 años que murió en la tragedia.

El pasado martes y a sólo cuatro días de cumplirse el primer año del vertido, la Fiscalía presentó la primera denuncia penal contra los responsables por la tragedia, en la que acusó de homicidio doloso (con intención de matar) a 16 ejecutivos de Vale y de la firma alemana TÜV SÜD, la empresa de consultoría que garantizó la seguridad de la represa.

Además del delito de homicidio doloso doblemente calificado contra los empleados, el Ministerio Público de Minas Gerais acusó a los 16 ejecutivos, así como a ambas empresas directamente, de diversos delitos ambientales, ya que el vertido de residuos minerales afectó ríos, bosques y comunidades de la región.

La Fiscalía decidió denunciar a los responsables del delito de homicidio debido a que, según la acusación, mediante la ocultación de informaciones sobre la inminencia de un colapso en la represa, "dificultaron la defensa de las víctimas e hicieron imposible que centenas de personas huyeran".

Según los fiscales, la minera contaba con diversos documentos internos en que constaba que la situación de la represa era de riesgo pero "de forma sistemática ocultó estas informaciones al poder público y a la sociedad".

"Creo que esa personas tendrían que estar presas porque mataron a 272 personas (los familiares contabilizan como víctimas dobles a dos mujeres que estaban embarazadas). Y digo "mataron" porque lo sé de haber acompañado el proceso", afirmó Silva en la entrevista que concedió a Efe tras homenajear a su hijo muerto.

"Ellos sabían todo el tiempo que la represa iba a romperse. Ellos tenían un estudio según el cual la represa iba a romperse por la noche y mataría a 30 personas", agregó la integrante de Avabrum antes de decirse totalmente indignada por no entender cómo los responsables están libres y viviendo una vida normal.

Agregó que su indignación obedece a que Vale sabía de la inminencia de la tragedia y no hizo nada para salvar la vida de sus empleados porque sólo estaba interesada en el lucro.

"Vale siempre dijo que lo importante era la vida y seguridad. Es mentira. Vale trata a sus empleados como animales. Es una empresa mentirosa, irresponsable y asesina. Empresa maldita. Espero justicia porque de lo contrario quedará demostrado que es fácil matar", dijo.

"No es posible que todas esas muertes serán en vano. Nuestra lucha es precisamente para que ese crimen no quede impune", afirmó Josiane Resenda, presidenta de Avibrum y que perdió a una hermana (aún desaparecida) y a un cuñado en la tragedia.

"Un año y nadie en la cárcel. Eso nos duele", agregó Natalia de Oliveira, hermana de otra de las víctimas.

Además de un acto de colocación de la primera piedra del futuro memorial para las víctimas, los familiares entregaron diplomas a los bomberos en un acto en que agradecieron emotivamente los trabajos de los socorristas, que, en desarrollo de la mayor operación de rescate en la historia de Brasil, aseguran que sólo suspenderán las búsquedas cuando encuentren al último desaparecido.

En un año cerca de 3.500 bomberos han invertido unas 4.200 horas de trabajo en un intento de localizar, identificar y entregar a sus familiares cada una de las 270 víctimas.

Los familiares también soltaron globos blancos y colocaron rosas rojas en cada una de las 270 cruces sembradas en los alrededores de la Base Bravo, en la que los bomberos concentras sus trabajos.

Poco después, en un parque de Brumadinho que se ha convertido en local de encuentro de los familiares, depositaron en el piso fotografías de sus familiares, en un acto conmemorativo igualmente muy emotivo, especialmente por el desespero de un menor que, en llanto, no conseguía localizar la de su padre.

Antonio Lacerda y Carlos Moreno

(c) Agencia EFE