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Duch, el matemático al frente del matadero del Jemer Rojo camboyano

Bangkok, 2 sep (EFE).- Con su muerte este miércoles mientras cumplía cadena perpetua, Kaing Guek Eav, alias Duch, ha dejado atrás una de las páginas más macabras de la historia como responsable de las torturas y asesinatos de hasta 16.000 personas bajo el régimen maoísta del Jemer Rojo (1975-1979) en Camboya.

Un brillante profesor de matemáticas que recitaba a Balzac en francés, Duch falleció a los 77 años en un hospital de Nom Pen a causa de dolencias en los pulmones, una muerte natural de quien aterrorizó a miles de personas durante una época de fanatismo ideológico que ahora se recuerda como una pesadilla.

Durante su juicio ante un tribunal auspiciado por al ONU entre 2007 y 2010, se escucharon espeluznantes testimonios de supervivientes y subalternos a los que ordenó que arrancasen las uñas con tenazas a los prisioneros, a los que también quemaban vivos, degollaban o mataban a golpes.

Estos crímenes ocurrieron en la prisión Tuol Sleng (TS-21), el centro de detención y tortura que Duch dirigía en la capital camboyana, una ciudad que había sido vaciada por los jemeres rojos en su plan para instaurar una autoritaria utopía agraria.

La prisión, que antes fue una escuela, es ahora un museo de la memoria en el que se exhiben las fotografías de hombres, mujeres y niños torturados y asesinados en sus celdas o en los infames campos de exterminio, donde se pueden ver las calaveras amontonadas.

Bajo el liderazgo del "hermano número uno", Pol Pot, los jemeres rojos ejecutaron a miles de "enemigos" de Angkar, como era conocido el Gobierno, como monjes, minorías étnicas y partidarios del antiguo régimen.

Unas 1,7 millones de personas fallecieron debido a las purgas, las hambrunas y el maltrato durante estos años y hace dos años el tribunal internacional reconoció por primera vez el genocidio contra las minorías vietnamitas y los musulmanes cham.

Duch, uno de los torturadores mas temidos, fue condenado a 30 años de cárcel en 2010, pena que fue elevada a la cadena perpetua en 2012.

El carcelero nació el 17 de noviembre de 1942 en el seno de una familia de origen chino en la provincia de Kompong Thon (centro) y de joven destacó como un alumno brillante y amante de las matemáticas, convirtiéndose mas adelante en profesor.

En 1967 ingresó en el clandestino Partido Comunista de Kampuchea, por lo que fue encarcelado sin juicio durante dos años en la prisión de Prey Sar, donde era común torturar a los presos.

Duch perfeccionó sus métodos de tortura cuando dirigió las prisiones M-13 y M-99 en los territorios controlados por la guerrilla del Jemer Rojo enfrentada entonces al Gobierno aliado de Estados Unidos en Nom Pen.

Cuando los jemeres rojos tomaron el poder, creó la sede de interrogatorios de la Policía política y en 1976 fue ascendido a comandante del centro de detención de Tuol Sleng o TS-21, hoy Museo del Genocidio.

De 12.000 a 16.000 personas -incluidos ministros, diplomáticos, extranjeros y hasta 2.000 niños- fueron torturadas en esa cárcel de alambradas electrificadas antes de ser asesinadas después en los campos de exterminio de Choeung Ek, a las afueras de Nom Pen.

A finales de 1978, con paranoia del Jemer Rojo descontrolada y como aumentaban la llegadas de detenidos a Tuol Sleng, Duch ordenó -por falta de tiempo- acelerar las ejecuciones.

En enero de 1979 y cuando las tropas de Vietnam que consiguieron expulsar a los jemeres rojos estaban a las puertas de Nom Pen, Duch y su pelotón de verdugos fueron de los últimos en huir, sin tiempo para destruir miles de documentos y fotografías de las víctimas que sirvieron a los fiscales para investigar las atrocidades.

Al igual que otros dirigentes y guerrilleros del Jemer Rojo, Duch se refugió en la jungla cerca de la frontera tailandesa, donde se ocultó en un campo de refugiados y se relacionó con cooperantes extranjeros que desconocían su verdadera identidad.

En 1991, Duch y su familia se trasladaron a una aldea, pero cuatro años después y tras el asesinato de su mujer por unos bandidos, se mudó a la ciudad de Svay Chek, donde adoptó el credo evangelista.

El jefe torturador del Jemer Rojo no fue detenido hasta mayo de 1999, tras una entrevista publicada por la desaparecida revista "Far Eastern Economic Review".

Al inicio del juicio en 2007, este hombre de pequeña estatura y mirada penetrante aparentó ser dócil, pero a medida que avanzaba el proceso reveló un comportamiento más desafiante, negando la veracidad de algunos testimonios y corrigiendo a los fiscales y jueces en su relato de su vida o la política de exterminio del Jemer Rojo.

Duch llegó a pedir perdón por sus crímenes, pero luego solicitó su libertad al alegar que no era un alto dirigente y que solo había seguido órdenes.

En una entrevista con el director de cine camboyano Rithy Panh, explicó cómo adoctrinaba a niños para convertirlos en sus torturadores en TS-21.

"Aprendían a vigilar e interrogar antes de aprender el alfabeto. Su nivel cultural era muy bajo, pero eran leales a mí. Confiaba en ellos", aseveró el antiguo profesor de matemáticas.

Gaspar Ruiz-Canela

(c) Agencia EFE