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Chile da el pistoletazo de salida a una campaña política crucial para su futuro

Santiago de Chile, 24 feb (EFE).- Chile dará este miércoles el pistoletazo de salida a la campaña para el plebiscito constitucional del 26 de abril, una contienda que los expertos auguran crispada y que es la más importante desde la que en 1988 puso fin a la dictadura militar.

Los partidos empezarán a desplegar su poderosa maquinaria propagandística a mediados de esta semana y tratarán de convencer a los chilenos de votar a favor o en contra de derogar la actual Constitución, escrita durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y vista por gran parte de la sociedad como el origen de la gran desigualdad que afecta al país por su corte neoliberal.

La propaganda se divulgará de momento casa por casa, en la calle, en la prensa escrita o en la radio, ya que los anuncios en televisión - tan determinantes en el plebiscito de hace tres décadas - solo están permitidos un mes antes del referéndum.

Para Claudia Heiss, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, quedan por delante dos meses de extrema polarización en la que los partidos, especialmente la derecha, apelarán a emociones tan primarias como el miedo, "en vez de plantear una campaña programática y de ideas".

"Los dirigentes deberían hacer un esfuerzo, esto no es una elección presidencial. Se trata más bien de buscar acuerdos que den garantías de equidad y justicia a todos los sectores políticos en el largo plazo", añadió la también expresidenta de la Asociación Chilena de Ciencia Política.

EL "APRUEBO" ARRASA EN LAS ENCUESTAS

Todos los sondeos apuntan a que arrasará la opción del "apruebo", aunque sus partidarios -mayoritariamente la oposición de centro e izquierda y los movimientos sociales- piden no confiarse y recuerdan que hay encuestas que las carga el diablo, como la del Brexit.

Según el último Cadem, el 67 % de la población está a favor de una nueva Constitución, frente a un 27 % que se manifiesta en contra. El electorado está bastante más dividido en torno a la otra pregunta que se planteará en el plebiscito: si el órgano encargado de redactar el nuevo texto debe ser una asamblea formada solo por ciudadanos electos o integrada también por diputados.

"Vamos a hacer una campaña positiva poniendo el acento en la oportunidad que representa para nuestro país elaborar una Constitución en democracia", explicó a Efe el presidente del Partido Socialista (PS), el senador Álvaro Elizalde.

"Tenemos que recorrer todo Chile y demostrar que es un momento histórico, un momento para que la Constitución sea la voz de todos y no de unos pocos. Nuestro país despertó", aseguró recientemente Carmen Frei, del Partido Demócrata Cristiano (DC).

EL SILENCIO DEL GOBIERNO Y EL NO DE LA DERECHA

El plebiscito es la principal apuesta del Gobierno del presidente Sebastián Piñera para desactivar la grave crisis que vive el país desde octubre, con una treintena de fallecidos y miles de heridos, además de episodios de violencia extrema y acusaciones contra las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos.

El mandatario conservador, que tiene los niveles más bajos de popularidad desde el restablecimiento de la democracia, ordenó a sus ministros guardar silencio y limitarse a alentar la participación, muy diezmada en las últimas elecciones presidenciales.

Su partido, Renovación Nacional, ha dado libertad de acción a sus militantes y hará campaña por las dos opciones con el eslogan común "Queremos lo mejor para Chile": "Los militantes pueden votar lo que quieran pero hay una mayoría interna por el rechazo", afirmó a Efe el secretario nacional de RN, Felipe Cisternas.

Los otros dos grandes partidos de la coalición gubernamental mantienen posturas diametralmente opuestas. Mientras el liberal Evolución Política (Evópoli) hará campaña por una nueva Carta Magna, el derechista Unión Demócrata Independiente (UDI) es el principal enemigo del proceso constituyente.

"Estamos a favor de los cambios, pero estos no pasan por cambiar la Constitución sino las leyes. Una nueva Constitución significa más de dos años de discusión. Los chilenos no merecen seguir esperando", indicó a Efe Jorge Fuentes, secretario general de la UDI, fundada precisamente por el ideólogo de la actual Ley Fundamental, Jaime Guzmán.

Para la experta, la campaña es un "déja vu" y recuerda en muchos aspectos a la que precedió al plebiscito de 1988, en el que los chilenos decidieron por un 55,9 % de los votos que el general Pinochet abandonara el poder.

"Esta campaña apela, como la de hace treinta años, a la democratización y al fin de los enclaves de la dictadura que aún persisten en nuestras instituciones, aunque lamentablemente no hemos visto hasta ahora la unidad que tuvo entonces el centro-izquierda y los opositores a Pinochet", agregó Heiss.

Si el plebiscito es aprobado, la elección de los constituyentes se realizará en octubre, coincidiendo con las elecciones regionales y municipales, y la nueva Constitución - que debe redactarse en un máximo de un año - se ratificará en otro plebiscito, este con voto obligatorio.

María M.Mur

(c) Agencia EFE