Anuncios

Aaron Sorkin: "Las personas que salen a protestar son las más patrióticas"

Los Ángeles (EE.UU.), 15 oct (EFE).- A Aaron Sorkin le gusta ser un idealista. Sus apasionados guiones han imaginado una política comprometida ("The West Wing") o unos medios honestos ("The Newsroom"), por lo que no sorprende que ahora con la vibrante "The Trial of the Chicago 7" aspire a defender la protesta ciudadana con absoluto fervor.

"Las personas que salen a protestar son las más patrióticas de todos nosotros", aseguró a Efe este carismático autor que, después de ganar el Óscar al mejor guion adaptado por "The Social Network" (2010), vuelve a mirar muy fijamente a los premios de la Academia de Hollywood con una película que suena en todos los pronósticos.

"The Trial of the Chicago 7" llega este viernes a Netflix y se centra en un controvertido juicio de EE.UU. en el que un grupo de activistas de izquierdas fue acusado de haber provocado disturbios en la Convención Nacional Demócrata de 1968.

Con un elenco espléndido (Sacha Baron Cohen, Eddie Redmayne, Frank Langella, Mark Rylance, Yahya Abdul-Mateen II...), Sorkin escribió y dirigió esta potente cinta que, aunque viaja a los años 60, refleja asuntos de máxima actualidad en EE.UU. como la defensa de las libertades civiles, la lucha contra la injusticia, la criminalización de la protesta o los roces entre la izquierda moderada y radical.

Pregunta: Tiene una larga y exitosa carrera como guionista, pero esta es solo su segunda película como director (tras "Molly's Game", 2017). ¿Qué disfruta de sentarse tras la cámara?

Respuesta: Disfruto del grupo de personas con el que puedo trabajar cada día.

Y es agradable permanecer con la película más tiempo. Siempre he estado en el set para las cosas que he escrito, pero luego en la posproducción te tienes que marchar, dejar que el director y el montador hagan lo suyo y realmente no ves nada hasta que tienen un primer montaje preparado para enseñarte.

Así que me gusta estar con la película durante todo el camino (...) y es bonito saber que cuando hay un error es tu error.

P: ¿Por qué los años 60 son tan relevantes para entender el presente?

R: Escribiendo y haciendo la película no pensé en los 60: pensé en hoy en día. La película nunca se hizo pensando en 1968 sino en hoy en día, incluso cuando ese "hoy" fue hace 14 años cuando Steven Spielberg me dijo: "Quiero que escribas una película de 'los siete de Chicago".

Me aseguré de que no nos inclinásemos hacia la iconografía sesentera: símbolos de paz, camisetas teñidas, una estética psicodélica... Y le dije a nuestro compositor Daniel Pemberton que la banda sonora no tendría los habituales himnos de protesta: iba a ser una partitura contemporánea y de gran orquesta.

Luego el mundo hizo el resto, EE.UU. hizo el resto, Donald Trump hizo el resto.

Creíamos que la película era totalmente relevante cuando la hicimos el pasado invierno: no necesitábamos que se convirtiera en aun más relevante.

Pero lo hizo, ya sabes, con las protestas en las calles sobre los disparos de la Policía contra los afroamericanos. Esos manifestantes que se enfrentaban a gas lacrimógeno y porras... De repente, las noticias empezaron a parecer escenas de nuestra película.

P: Pensando en el movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan) y la criminalización de los manifestantes en la cinta, ¿está en peligro el derecho a la protesta en EE.UU.?

R: Sí. No tenemos que intuirlo: hemos visto pruebas.

Cuando protestantes pacíficos al 100 % en Lafayette Square, que está frente a la Casa Blanca, fueron dispersados con gas y balas de goma por las fuerzas de seguridad para que Trump pudiera tener su foto en una iglesia fue un momento escalofriante.

También es escalofriante cuando Trump tuitea que deberíamos acusar a los manifestantes de sedición. Eso es traición, eso es un intento de derribar un país.

Es la demonización de la protesta, ya sea en la calle protestando contra el asesinato de George Floyd o como un atleta con la rodilla al suelo pacíficamente durante el himno nacional.

Mi mayor deseo con esta película es que la gente se entretenga durante las dos horas que he pedido de su atención. Y es una cinta entretenida: te vas a reír, vas a comer palomitas mientras la ves.

Pero después de eso, espero que la película rinda homenaje a las personas que salen a protestar como los más patrióticos de todos nosotros.

CAUTO OPTIMISMO

P: En sus historias siempre hay un aire de optimismo y, a veces, idealismo. ¿Se siente optimista de cara a las próximas elecciones?

R: Soy optimista. Si me preguntas por qué, no creo que pueda señalar a algo específico más allá de que en este país nuestros días más oscuros siempre fueron seguidos de nuestras horas más brillantes.

Fue un brusco despertar ver en estos últimos cuatro o cinco años cuántos de nosotros fueron tan fácilmente persuadidos por este bobo y caricaturesco payaso y ver cuánto odio había detrás. Creíamos que eso se había ido en los 60, pero está de vuelta ahora.

Como has mencionado, escribo de manera optimista, idealista y romántica y eso es porque me gusta escribir sobre héroes que no llevan capas, que no tienen superpoderes: sobre la bondad de la que somos capaces hombres y mujeres.

Y si voy a escribir así, debería sentirme igual en la vida real (sonríe).

P: Tras las elecciones de 2016 dedicó una inspiradora y emotiva carta a su hija sobre cómo superar la decepción. Si Trump ganara de nuevo, ¿qué le escribiría ahora?

R: Es curioso que me lo preguntes porque he estado pensando en eso.

Como muchos padres con hijos jóvenes, pasé mucho tiempo en los últimos años diciendo: "Esto no es normal, cariño. Esto no es lo que se supone que debería ser, debería ser algo muy diferente a esto". Pero si gana de nuevo, no puedes seguir diciendo que esto no es normal.

Creo que la carta para ella tendría que ser de ánimo: "No te rindas, no te conviertas en alguien oscuro o cínico. Sigue luchando: así es como ganaremos".

(c) Agencia EFE