VIDEO: Un policía rueda con su bicicleta sobre el cuello de un manifestante caído en Seattle

El clamor y la indignación que ha suscitado en Estados Unidos la muerte, por disparos de un policía, de la afroamericana Breonna Taylor mientras ella estaba en su propia casa, en Louisville, Kentucky, se han intensificado por la decisión de un jurado de instrucción de no fincar cargos penales al respecto a los oficiales involucrados.

Por ello, como se ha dado en otras ocasiones, en varias ciudades del país se han desatado manifestaciones para repudiar lo que se percibe como una nueva injusticia en contra de la población afroamericana, pues hay muchas dudas y lagunas en el contexto y las razones del caso de Taylor y de las decisiones oficiales al respecto.

Y el pasado miércoles, en Seattle, han tenido lugar nuevas protestas y nuevos motivos de indignación. En un video que se ha hecho viral se ve cómo un oficial de policía de esa ciudad hace rodar su bicicleta sobre la cabeza y el cuello de una persona que estaba tendida en el suelo, incidente sucedido durante una manifestación de rechazo al fallo en el caso de Taylor.

No está claro, de acuerdo a Buzzfeed News, si la persona a la que la bicicleta le pasó por encima sufrió lesiones en la cabeza o el cuello, pero el hecho de que un policía haya hecho eso fue inmediatamente detectado y denunciado por testigos, entre ellos periodistas como CJ Halliburton que realizaban allí en vivo una transmisión de Facebook Live.

“El oficial pasó por encima de la cabeza de la persona con la rueda de su bicicleta”, narró gritando otro testigo del momento, Joey Wieser, en otro video publicado en Facebook (https://www.facebook.com/joeywieser).

Ante ello, la Oficina de Fiscalización de la Policía de Seattle pidió que se realizara una investigación al respecto, lo que de proceder podría tener un ángulo penal con posibles sanciones. El policía que pasó sobre el hombre con su bicicleta, se afirma, no tenía en realidad justificación para hacerlo y si lo hizo se habría tratado de un acto de pura crueldad, indican testigos.

Pero aún es pronto para saber qué pasará con esa investigación, que de acuerdo a voceros de la Oficina de Fiscalización será practicada por una entidad externa a la policía. El nombre del oficial no ha sido revelado, ni tampoco el de la persona al que la bicicleta le pasó por encima.

Según reportó CNN, la citada Oficina de Fiscalización declaró que un equipo de investigación de la Policía de Seattle determinó tras ver el video que “se identificaron violaciones potenciales a las políticas del Departamento de Policía de Seattle, además de posible conducta criminal”.

En esa ciudad de la costa oeste de Estados Unidos se registraron ayer 13 arrestos en el contexto de esas protestas y se afirma que los oficiales en bicicleta fueron agredidos con botellas y rocas y que varios fueron lesionados.

Como se ha dicho reiteradamente durante las manifestaciones que se han dado de modo masivo en muchas ciudades de Estados Unidos en tiempos recientes, la protesta pacífica en repudio de injusticias y en defensa de derechos es legítima y debe ser respetada. Reprimirla por parte de la autoridad resulta censurable y autoritario.

Pero también son inaceptables los actos de violencia, saqueo y vandalismo que se dan durante o aprovechando esas protestas, pues no solo causan destrucción sino que toman espuria ventaja de las protestas legítimas.

En Lousiville, la noche del pasado miércoles incluso se hicieron disparos de armas de fuego, dejando un policía herido, un acto de violencia igualmente repudiable e injustificable.

Las protestas contra el racismo y la injusticia son legítimas pero deben también ser pacíficas y apartarse de atizar violencia adicional. El derecho a la libre manifestación y a la expresión de las ideas es un pilar de la institucionalidad democrática y republicana.

Es por ello que quienes perpetren violencia, sean policías o vándalos, han de ser sancionados conforme a la ley. Y a la par que los manifestantes han de ejercer libres y en paz su derecho, las autoridades deben asumir una actitud de respeto y proporcionalidad en su reacción, sin incurrir en brutalidad, represión ni fuerza excesiva para preservar la seguridad común sin convertirse ellos mismos en una amenaza.