Video muestra a policías que insultan y se ríen de manifestantes contra los que dispararon balas de goma en Florida

La actitud de un grupo de policías de Fort Lauderdale, Florida, ha sido repudiada ampliamente en la opinión pública estadounidense al considerarse que es de un carácter denigrante, ofensivo e impropio de su calidad de servidores públicos.

El pasado 31 de mayo, durante una protesta en la citada ciudad en repudio de la muerte de George Floyd a manos de policías de Minnesota, oficiales de un equipo SWAT estaban tratando de desbandar a manifestantes lanzando contra ellos gas lacrimógeno.

Entonces, de acuerdo al relato del Miami Herald, uno de los manifestantes tomó el cartucho de gas que lanzó la policía y lo arrojó de vuelta hacia los oficiales. En respuesta, policías dispararon balas de goma y el líder de la unidad policial, Zachary Baro, exclamó, en alusión al citado manifestante, una frase despectiva, que podría traducirse como “toma y lárgate, jodido bastardo”.

Policías de Fort Lauderdale reaccionan a una manifestación contra el racismo y la brutalidad policiaca el pasado 31 de mayo. (YouTube/FLPDPIO)
Policías de Fort Lauderdale reaccionan a una manifestación contra el racismo y la brutalidad policiaca el pasado 31 de mayo. (YouTube/FLPDPIO)

Eso quedó registrado por la cámara corporal de ese policía que, curiosamente, él pensaba que no estaba activa y grabando.

Unos minutos después, el policía Jamie Chatman le preguntó a Baro si su cámara corporal estaba encendida y él le dijo que no. Entonces, ambos oficiales comenzaron a burlarse de los manifestantes y a reírse del hecho que estaban disparando balas de goma contra ellos. Pero la cámara sí estaba grabando.

“¿Me viste joder a estos bastardos”, dijo un policía.

“Yo le di a uno”, le replicó otro mientras sonaban las risas.

La actitud de esos policías registrada en el video causó condena amplia, y muchos deploraron que oficiales “se comportaran como rufianes”, según dijo al Herald el expolicía George Kirkham, también profesor emérito de la Universidad Estatal de Florida.

Con todo, el jefe de Policía de Fort Lauderdale, Rick Maglione, alegó que lo que criticó el Herald es solo una porción de menos de 3 minutos de un incidente que duró más, que el video en total dura 8 minutos y 43 segundos y muestra, según afirma, que los oficiales fueron atacados por manifestantes y que “aunque el lenguaje es extremo y ofensivo para algunos, nuestros oficiales estaban lidiando con el caos que se estaba desarrollando”.

Luego, el Departamento de Policía de Fort Lauderdale publicó en YouTube el video en su totalidad.

Pero, de acuerdo al Herald, videos, con duración de horas, que documentan ampliamente el incidente en la manifestación del 31 de mayo en Fort Lauderdale sugieren que habrían sido policías los que comenzaron a caldear las tensiones cuando uno de ellos empujó por la cabeza a una mujer que se encontraba arrodillada en signo de protesta.

Luego la situación escaló y la policía recurrió al gas lacrimógeno y las balas de goma. Armas que aunque son consideradas “no letales” pueden producir severas lesiones. Incluso, el Herald menciona que en videos que revisó del suceso se ve a un hombre que grita a los policías “por favor, les suplico, somos pacíficos”.

Se desconoce si los oficiales que se burlaron y rieron han sido reprendidos o sancionados.

Pero Baro escribió en su reporte que disparó balas de goma contra manifestantes que les arrojaban cascos de gas lacrimógeno y otros objetos.

El clamor de expertos y personas en general es que se investigue a fondo lo que sucedió, tanto por el lenguaje y las ofensivas burlas de los oficiales como por su decisión en sí de desatar una ataque represivo contra los manifestantes, pues si fueron los oficiales quienes catalizaron la violencia se trataría de una situación problemática e impropia, incluso violatoria de los derechos básicos. Que se hubiese dado en momentos de tensión, dijo Kirkham al Herald, sugiere que los policías “creen que pueden hacer lo que quieran y evadir responsabilidad de ello”.

De acuerdo a la organización Mapping Police Violence, en lo que va de 2020 los policías en Estados Unidos han matado a 576 personas, y esa cifra es anualmente del orden de 1,000.

Pero una cantidad importante de esas muertes se debe a un uso innecesario o injustificado de la violencia policial y, de acuerdo a Insider, cerca de un cuarto de esas muertes fue de una persona con inestabilidad mental, lo que sugiere que las personas en esa situación debieron haber sido atendidas médicamente en vez de haber sido sometidas violentamente.

Todo ello en el contexto de una estructura que, con frecuencia, da protección especial a los policías cuando cometen actos de brutalidad.

El Departamento de Policía de Fort Lauderdale anunció días después de los hechos que abrió ya una investigación interna sobre lo sucedido en la manifestación del 31 de mayo, tanto en relación con los manifestantes como de las acciones de sus oficiales.

Ahora, las revelaciones del citado video y la investigación del Herald han incrementado la exigencia social al respecto.

La acción de la policía, incluso cuando las circunstancias imponen un uso de violencia, es legítima cuando se hace en respuesta a un peligro o amenaza real, en defensa de la población y de la ley y con respeto de los derechos y las garantías fundamentales. Pero los excesos y la brutalidad, en sus diferentes modalidades, resultan inaceptables, deben cesar y han de ser sancionados cuando suceden. Ese es el sentido de las masivas protestas contra el racismo, la brutalidad policiaca y la injusticia sistémica que se han realizado en Estados Unidos.