El verdadero "Lobo de Wall Street" le exige a la productora de la película 300 millones de dólares

Como si de una irónica trama se tratara, en la que es la ficción la que cobra vida, Jordan Belfort, el bróker en el que se inspiró la taquillera película El lobo de Wall Street, demandó a la productora del filme, Red Granite Productions, por fraude.

El propio estafador, cuya historia narra en la pantalla Martin Scorsese y protagoniza Leonardo DiCaprio, aseguró esta semana que fue engañado por la productora. Casualmente, el fundador de Red Granite Pictures, Riza Aziz, está acusado de lavado de dinero vinculado a una trama de corrupción a través de la compañía, y por eso Belfort aduce que fue estafado.

El excorredor de bolsa argumenta que no hubiese vendido a la productora los derechos para la realización de la película de haber tenido previo conocimiento de las presuntas irregularidades en las que la compañía habría incurrido; por ello, le reclama a la productora una indemnización de 300 millones de dólares.

Según la versión de Belfort, sobre la que se han hecho eco medios como The Wrap, la venta de los derechos de la historia a Red Granite Productions se produjo confiando en las palabras de Aziz, que se habría referido a su empresa como "una compañía de producción cinematográfica financiada de forma legítima y legal".

Sin embargo, el exbróker apunta ahora que esta "no lo era" y declaró haber estado "ciego" al enterarse de la procedencia de los fondos de la compañía. Riza Aziz está acusado de lavar hasta 248 millones de dólares a través de Red Granite Productions, información sobre la que el afectado habría tenido conocimiento más tarde.

"De haberlo sabido, desde luego que no habría vendido los derechos", afirma en la demanda, en la que también acusa a la productora de haber ocultado estos "actos criminales e ilegales". Además, el hombre que inspiró al personaje de DiCaprio sostiene que Red Granite ha condicionado a sus derechos en el futuro, lo cual le impediría maximizar los beneficios de futuro de su historia debido al escándalo.

En su acusación, Belfort responsabiliza a la productora de fraude, representación negligente, violación de la Ley RICO de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas, ruptura de contrato y ruptura del pacto de buena fe y trato justo. Como compensación, reclama 300 millones por daños y perjuicios, cifra de recaudación en taquilla de la película, así como la revocación de su trato con Red Granite.

El abogado de la productora, Matthew Schwartz, declaró por su parte al mismo medio que la demanda de Jordan "no es nada más que un intento desesperado e increíblemente irónico para salir de un trato que, por primera vez en su vida, le ha hecho rico y famoso en el marco de la ley y de forma legítima".

Según la investigación que se llevó a cabo en 2019, la productora Red Granite recibía dinero que Aziz había lavado previamente a través de Good Star, una compañía asociada con el financiero Low Taek Jho, quien está prófugo, y forma parte de los agradecimientos de El lobo de Wall Street.

En 2015, una investigación periodística de Sarawak Report y el diario The Wall Street Journal denunció el desvío de unos 681 millones de dólares del fondo soberano malasio a cuentas privadas del entonces primer ministro de ese país, Najib Razak. Al año siguiente, la Policía de los Estados Unidos dictaminó que 155 millones de dólares fueron desviados de dicho fondo a las cuentas de la productora para financiar el film protagonizado por Leonardo DiCaprio.

En la trama de la película, Belfort es retratado como un peso pesado de la bolsa, que en 1998 fue acusado de fraude, lavado de dinero y manipulación del mercado de valores. Tras aceptar colaborar con el FBI, pasó 22 meses en una prisión federal. La biopic sobre su vida recibió cinco nominaciones al Oscar, incluida la de mejor película, y a Aziz se lo pudo ver en varias alfombras rojas junto a DiCaprio y todo el equipo.